LA POSIBILIDAD de que se realicen más discusiones con sus socios europeos para conseguir “aclaraciones adicionales” sobre el acuerdo de divorcio que permitan su aprobación en Westminster y alejar el escenario de un temido Brexit abrupto esbozó la primera ministra británica, Theresa May.
"Mis conversaciones de hoy con mis colegas demostraron que de hecho es posible que pueden haber aclaraciones adicionales", aseguró la mandataria en una rueda de prensa al término de dos días de cumbre en Bruselas, anunciando que llevarán a cabo "conversaciones en los próximos días".
Tras superar el miércoles una moción de censura, May viajó a Bruselas en una nueva semana rocambolesca en el drama del Brexit para pedir las garantías necesarias para apaciguar la oposición del parlamento británico al acuerdo de divorcio.
Pese a su victoria en Londres, el rechazo Westminster al acuerdo de divorcio sigue planeando por el mecanismo de último recurso acordado para evitar una frontera para bienes entre Irlanda e Irlanda del Norte, conocido como 'backstop'.
Los defensores del Brexit temen quedarse atrapados en un "territorio aduanero común" con la UE y no recuperar su libertad comercial, si este mecanismo se aplica por no lograr una alternativa mejor en la negociación de la futura relación comercial.
En un gesto hacia May, los 27 prometieron "con celeridad" durante el período de transición para evitar la entrada de vigor del 'backstop' y, en caso de que entre, poner "el máximo empeño" para substituirlo con otro pacto.
Sus socios decidieron, no obstante, retirar de su declaración un párrafo sobre su disposición a otorgar nuevas garantías, ante la "confusión" de las palabras de la 'premier' en su discurso de la víspera, precisó a la AFP una fuente diplomática.
'Problema' en Westminster-
La inquilina del número 10 de Downing Street defendió la declaración de los 27, que subrayan que el 'backstop' se aplicará "sólo temporalmente", y defendió su "valor jurídico" por ser las conclusiones de una cumbre.
Sus palabras buscan convencer a un parlamento británico hostil al acuerdo del Brexit, si bien el partido unionista noirlandés DUP, del que depende su mayoría en la cámara, criticó la respuesta de la UE y llamó a May a "enfrentarse" a la UE.
"La primera ministra ha prometido conseguir cambios legalmente vinculantes", aseguró su líder Arlene Foster, quien recordó que el acuerdo cerrado, que el bloque se niega a reabrir, no cuenta con el apoyo del parlamento británico.
La clave para conseguir el primer acuerdo de divorcio de un país en seis décadas de proyecto europeo está de hecho entre los muros de este palacio de estilo neogótico, que acoge el parlamento británico a orillas del Támesis.
"El hecho es que, por razones políticas internas en Reino Unido, algunas personas intentan poner en peligro la futura relación con la UE", aseguró el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, para quien el problema son los diputados británicos.
-Ante una posible derrota, la primera ministra decidió reportar el voto previsto el martes al 21 de enero, a más tardar, e iniciar una ofensiva en Europa para lograr las "garantías correctas" de sus socios de que el 'backstop' no se utilizará.
El canciller austríaco, Sebastian Kurz, que ejerce la presidencia pro témpore de la UE, abrió la puerta a una nueva "discusión común en enero" si la votación no se celebra en la Cámara de los Comunes o si su resultado no es positivo.
"Políticamente, la pelota está en el campo británico", subrayó por su parte el primer ministro belga, Charles Michel, asegurando que "no se decidió la celebración de una reunión excepcional [de mandatarios] en enero"