La Corte Suprema de Estados Unidos parecía profundamente dividida este martes en las audiencias sobre una práctica de reconfiguración del mapa electoral con intenciones de sacar ventajas políticas conocida como "gerrymandering".
Los nueve jueces de la más alta corte del país parecían estar confinados en sus trincheras ideológicas a medida que exponían los argumentos en un caso que podría redefinir el futuro de la política estadounidense.
Los cinco magistrados conservadores se expresaron más en el sentido de dejar a los diferentes estados encontrar soluciones para este tema muy controvertido en un país en el que se han producido numerosos llamados a una reforma, incluyendo uno formulado por el actor y exgobernador Arnold Schwarzenegger.
El juez Neil Gorsuch, nombrado por el presidente republicano Donald Trump, destacó que ya hay 20 estados que han tomado medidas contra la práctica del "gerrymandering", un nombre que mezcla el de un gobernador del siglo XIX llamado Elbridge Gerry con la palabra "salamandra" porque el político podó una circunscripción hasta dejarla con la forma del animal.
"¿Por qué nos tenemos que pronunciar sobre esto?", planteó Gorsuch.
Los cuatro magistrados progresistas parecían, en cambio, más inclinados a fijar límites legales a esta práctica.
Los últimos casos de este tipo que llegaron a la corte provenían de Carolina del Norte, donde los legisladores republicanos están acusados de rediseñar el mapa electoral para beneficiarse, y en Maryland, donde los demócratas hicieron lo mismo a su favor.
Según la Constitución estadounidense, los escaños del Congreso deben ajustarse cada década teniendo en cuenta los registros del censo.
Habitualmente el partido en el poder allana el campo en su propio beneficio recortando los distritos para incluir votantes favorables a sus candidatos.
En el caso de Carolina del Norte, los republicanos que efectuaron la reforma del mapa electoral en 2016 expresaron sus intenciones de forma explícita.
"Propongo que redefinamos el mapa para dar ventaja a diez republicanos y a tres demócratas", dijo un miembro de la comisión que llevó a cabo el cambio.
El plan funcionó y en la votación para el Congreso de 2018 los demócratas obtuvieron la mayoría de los votos en el estado, pero sólo tres de los 13 distritos.
El caso de Maryland se centra en un distrito rural que permaneció en manos del mismo político republicano durante 20 años. Tras una reforma hecha en 2012, que sumó más votos de áreas urbanas, el distrito pasó a ser controlado por los demócratas.
Jactanciosos
Elena Kagan, una de las cuatro jueces progresistas, dijo que le parecía mal que la Corte "le dejara esto a políticos profesionales", que tienden a favorecer sus intereses partidistas.
"Piensan que es totalmente legal y se jactan de hacerlo", señaló.
Stephen Breyer, también progresista, dijo que temía que esta tendencia se agudizara con los años.
"Nuestro problema es: ¿cuándo ya es demasiado?", dijo.
El juez argumentó que esta práctica puede aumentar en el futuro con la ayuda de la informática.
Un "esquema viable"
Este problema del padrón electoral ya había llegado a la Corte Suprema en cuatro ocasiones por casos producidos en Wisconsin y en Maryland el año pasado, pero fueron devueltos a los tribunales de menor rango por motivos procesales.
La última vez que el tribunal se pronunció sobre un caso de este tipo, en 2004, la opinión mayoritaria (5 a 4) fue contraria a la reforma del sistema.
El juez Anthony Kennedy fue decisivo en ese desenlace, pero dijo que en el futuro podría votar a favor si le presentaban un "esquema viable" para evaluar si un distrito había sido manipulado.
Con la jubilación de Kennedy, el equilibrio cambia. Su reemplazante, el juez conservador Brett Kavanaugh, que fue nombrado el año pasado por Trump, parece más inclinado a oponerse en casos extremos.
Al mismo tiempo, señaló que la Constitución estadounidense no dice que en el Congreso tenga que haber una "representación proporcional".
Schwarzenegger, el exgobernador republicano de California famoso por su papel en "Terminator", participó en una manifestación llevada cabo fuera de la Corte Suprema para acabar con esta práctica.
"Esta estafa ha durado demasiado tiempo", dijo Schwarzenegger, acusando a ambos partidos de haberse beneficiado. "Es una desgracia nacional, un escándalo".