El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró este miércoles una "emergencia energética" en la estatal PDVSA tras sanciones de Estados Unidos a una filial de la petrolera rusa Rosneft por comercializar crudo venezolano.
"Declaro la emergencia energética de la industria de hidrocarburos a fines de adoptar las medidas urgentes y necesarias" para protegerla de una "agresión imperialista", dijo Maduro desde la sede de PDVSA en Caracas.
El mandatario anunció la creación de una comisión de "carácter plenipotenciario" para la "defensa" y "reestructuración" de la industria petrolera; casi el único sostén de la economía venezolana. Esa comisión tiene entre sus integrantes al ministro de Defensa, general Vladimir Padrino; jefe de las Fuerzas Armadas consideradas el principal sostén del presidente.
"Estoy poniendo todo el poder del Estado, del gobierno y de la nación para entrarle a PDVSA con todo", aseguró el gobernante en cadena de radio y televisión.
De momento, Maduro no anunció medidas concretas que tomará la comisión, encabezada por el vicepresidente del área económica, Tareck El Aissami, y conformada por varios ministros.
Los decretos se aprobaron un día después de que Estados Unidos sancionara a una empresa subsidiaria de la petrolera estatal rusa Rosneft, acusándola de burlar las sanciones contra Venezuela que impiden exportar su petróleo.
Washington ha emitido una batería de sanciones contra el mandatario para forzarlo a abandonar el poder, respaldando por su parte al líder opositor Juan Guaidó -reconocido como presidente encargado por medio centenar de países- en su ofensiva contra Maduro.
Guaidó "pidió estas sanciones contra ustedes, porque las sanciones que tomó el gobierno de Estados Unidos ayer contra PDVSA es (...) para quebrar a PDVSA", dijo Maduro.
En esta nueva etapa, el líder chavista espera alcanzar la "meta modesta" de elevar la producción a 2 millones de barriles diarios, cuando la producción de crudo venezolano está por debajo del millón.
"No acepto más excusas. O producimos o producimos, pero Venezuela tiene que ser una potencia mundial", exclamó Maduro, recibiendo ovaciones de trabajadores petroleros.
Sin embargo, no es la primera vez que el presidente promete una recuperación de la producción del país con las mayores reservas de petróleo, ni la reestructuración de la estatal PDVSA.
La producción petrolera de Venezuela inició 2020 a la baja, al cerrar enero en 882.000 barriles por día (bpd), 25.000 menos que en diciembre, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Fuentes secundarias consultadas por el bloque indicaron por su parte que el bombeo fue de 733.000 bpd en enero.