Macron y Zemmour, los que faltan en carrera por el Elíseo | El Nuevo Siglo
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Domingo, 19 de Septiembre de 2021
Redacción internacional con AFP

A siete meses de la presidencial francesa, hay diez precandidatos y una creciente expectativa por el anuncio de otros dos: el favorito de las encuestas Emmanuel Macron y el considerado ‘Trump galo’, el polemista Èric Zemmour.

En el amplio abanico de aspirantes al Elíseo hay cuatro mujeres: Marine Le Pen (extrema derecha), Anne Hidalgo (izquierda), Valerie Pecresse (derecha) y Sandrine Rosseau (Verdes).

A ellas se suman dos aspirantes más de la derecha, igual número de la extrema izquierda, un ecologista y otro de los verdes. Sin embargo, en las dos primeras tendencias políticas se tiene establecido la escogencia de un candidato único, bien por primarias internas o por el retiro de los postulados para apoyar a la carta más fuerte. Es así como se da por descontado que el momento en que el presidente Macron oficialice su aspiración reeleccionista, los otros tres contendientes cierren filas tras él.

La duodécima elección en la Quinta República y undécima mediante sufragio universal directo, tendrá su primera vuelta electoral el próximo 10 de abril. Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta de los votos se realizará una segunda vuelta entre los dos más votados dos semanas después.

Vale aclarar que en virtud del artículo 6 de la Constitución del país galo, nadie puede ejercer más de dos mandatos consecutivos como Presidente de la República. Macron está cumpliendo su primer mandato y si lo decide, puede presentar constitucionalmente su candidatura para otros cinco años.

Y aunque no ha dicho una palabra al respecto, se da por descontado que lo haga. Y en esa línea está actuando tal cual lo hizo esta semana al anunciar varios proyectos, entre ellos duplicar la presencia de policías y gendarmes en una década, adoptar medidas para evitar la violencia policial y que diputados y senadores puedan evaluar a las fuerzas del orden.

El pasado viernes, al clausurar el llamado "Beauvau de la seguridad", una amplia consulta iniciada en febrero tras la paliza de policías a un productor de música negro, Macron anunció también la creación de un centro de formación sobre el mantenimiento del orden, máxime cuando la actuación de la policía en los últimos años, sobre todo durante las protestas sociales de los "chalecos amarillos", fue muy criticada.

Otras de sus propuestas es una "drástica simplificación" para llevar a cabo las investigaciones y la posibilidad de realizar denuncias en línea a partir de 2023, así como permitir que diputados y senadores puedan evaluar a las fuerzas del orden.

Puntualizó que para poner en marcha estos cambios presentará a comienzos de año un proyecto de ley, el cual dijo, no podrá aprobarse durante su actual mandato que termina a mediados de mayo.



La incógnita Zemmour

Pero la política francesa también está pendiente de otro anuncio que, de darse, moverá la ya de por sí agitada campaña presidencial.

¿El polemista Éric Zemmour oficializará su aspiración presidencial? Esa incógnita mueve el debate político ya que su eventual candidatura (extrema derecha), impulsada por su hiperactividad mediática, hace temer un efecto Trump.

Famoso por sus críticas a la migración y al islam, este ensayista de 63 años, adepto de los platós de televisión y de las tertulias radiofónicas, no esconde desde hace tiempo su intención de optar a la presidencial, aunque evita por el momento confirmarlo.

"No tengo miedo. Simplemente quiero escoger mi momento", reconoció hace pocos días en la cadena pública France 2, afirmando que su intención es imponer sus temas. "La presidencial se juega alrededor de una idea (...) y hay que imponerla".

Y temas no le faltan. A su juicio, "Francia está en peligro de muerte" y en 2050 será "una República islámica" a causa de los musulmanes; y los menores de origen migrante son "ladrones", "asesinos", "violadores" y "hay que expulsarlos".

Aunque sus declaraciones le han valido dos condenas judiciales por incitación al odio racial, sus temas acaparan el debate político de cara a la presidencial, como reconoce él mismo y representantes del partido centrista gobernante.

"Zemmour piensa que la política es un timo. Para mí, la política es ocuparse de la vida diaria, de obtener resultados, no de lanzar anatemas, polémicas (...) No es tomar como rehén el debate público", dijo a L'Opinion la ministra Amélie de Montchalin.

Para el profesor de la universidad Paris Dauphine, Samuel Bouron, Zemmour retrasaría su anuncio para "aprovechar el mayor tiempo posible su condición de editorialista". Pero "ganar audiencia no es lo mismo que ganar las elecciones", advierte.

"Ahora, habla de los temas que escoge, pero si es candidato, deberá responder a preguntas sobre economía, educación", abunda Bernard Sananès, del instituto Elabe, y se arriesgará así a "ser reducido a su posición de extrema derecha", según Bouron.

En una tensa entrevista en la radio RMC, ya evitó responder a preguntas sobre el costo de vida, asegurando que "por el momento no es candidato" y reconduciendo su respuesta a su "obsesión", en palabras del entrevistador: la inmigración y Francia.

 

“Una ilusión"

A la espera de su anuncio, sus eventuales rivales no dudan en reciclar sus temas. La ultraderechista Marine Le Pen aseguró que la presidencial será "una elección de civilización" y advirtió de la "dilución de Francia" por la migración.

Incluso, el exnegociador europeo del Brexit, Michel Barnier, que busca ser el candidato de Los Republicanos (derecha) a la elección, propuso suspender entre tres y cinco años la inmigración extraeuropea, mientras Francia se dota de una mayor "soberanía jurídica".

Con un 8% a 10% de intención de voto según los últimos sondeos, Zemmour le arrebataría votos a Le Pen en primera vuelta, pero no le impediría pasar al balotaje de nuevo contra el centrista Emmanuel Macron como en 2017, que saldría reelegido.

La líder de Agrupación Nacional (RN), no obstante, prefiere marcar su territorio. "Le dije [a Zemmour] que no comparto la teoría según la cual Francia espera un Trump", declaró, en referencia al magnate que acabó presidiendo Estados Unidos.

Sin embargo, sus estrategias se parecen. El ensayista está por publicar su nuevo libro "La France n'a pas dit son dernier mot" (Francia no dijo su última palabra), cuya portada parece un guiño a la de un libro de Trump publicado en 2016.

Además, llama a sus partidarios a seguirlo en redes sociales después que, a raíz de una decisión del Consejo Superior Audiovisual por su eventual candidatura, la cadena CNews prescindiera de su participación diaria pese a reunir unos 700.000 espectadores de media.

Bouron, sociólogo especialista de la extrema derecha, cuestiona no obstante que Francia viva un escenario como en Estados Unidos, con la elección en 2016 de Trump, o en Italia, con el éxito del Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo en 2018.

Ante la "ilusión" Zemmour, el investigador apunta a la tradición periodística francesa, de "contextualizar la información política", y al "cordón sanitario" político que aísla a la ultraderecha en segunda vuelta y que "aún existe", aunque "menos sólido".

Este hombre casado y con tres hijos, criado en el seno de una modesta familia judía de origen argelino y autor de varios libros, comenzó su carrera como periodista político, aunque empezó a ser conocido en los años 2000 con su participación en televisión./