Bhsasan Char, el remoto islote en el que el gobierno de Bangladés planea reubicar a la perseguida comunidad rohinyá de Birmania, mide 15.000 acres con marea baja y 10.000 acres con marea alta, según indicaron las fuentes del gobierno.
De acuerdo con los datos disponibles, nadie había vivido en el islote sino hasta que empezó el proyecto de reasentamiento de los rohinyá hace un año. El islote era usado en su mayoría para pastoreo de ganado y era un centro donde convergían piratas.
El islote emergió de la Bahía de Bengala en 2006 y está ubicado a unos 30 kilómetros (21 millas) del continente.
En 2013, el área fue declarada como una reserva forestal, la única manera de llegar a la isla es por medio de botes motorizados.
Para el proyecto de rehabilitación de los rohinyá se propusieron alrededor de 1.350 acres de tierra: 432 acres ocupados y 918 acres vacantes.
Sin embargo, el viaje a Bhasan Char es un trabajo difícil y en condiciones climáticas adversas es uno de los viajes más peligrosos.
El islote está a 52 kilómetros (32 millas) de la tierra más cercana, Noakhali, y a 30 kilómetros (19 millas) de la isla poblada más cercana, Hatia.
La elevación promedio de la tierra de Bhasan Char es de 2.84 metros sobre el nivel medio del mar, según fuentes navales de Bangladés.
La arriesgada ruta para llegar a Bhasan Char
Algunos medios locales e internacionales reportaron que se requiere de una hora y media para llegar a Bhasan Char desde Noakhali, igual que desde Hatia, haciendo uso de buques o botes motorizados. Pero a uno de los corresponsales de la Agencia Anadolu le tomó más de dos horas poder llegar en un bote al islote.
Si bien toma media hora en lancha rápida llegar hasta allí desde Noakhali y Hatia, el mal tiempo hace que este viaje sea imposible.
La isla también es propensa a la erosión del río. Los pescadores locales dijeron a la Agencia Anadolu que las regiones del sur y suroriente de la isla sufren frecuentemente de erosión.
Según los datos del Departamento Forestal y la información disponible, una parte de la isla desaparece en el mar cada año debido a la erosión.
Sin embargo, Tanmoy Das, el Comisionado del Distrito de Noakhali (DC), le aseguró a la Agencia Anadolu que la isla ahora está libre de riesgos. “Nuestro Departamento Meteorológico ha realizado muchas encuestas en Bhasan Char. Ahora es muy seguro”.
Mahfuzur Rahman Akhand, profesor y escritor del libro titulado “El problema rohinyá y Bangladés”, le dijo a la Agencia Anadolu que el gobierno de Bangladés tiene que garantizar que el islote no va a ser una nueva prisión para los perseguidos rohinyá.
El seguro de afrontar el peligro
La mayoría de refugiados rohinyá junto con los expertos temen que los desastres naturales puedan arrasar con los asentamientos en el islote, ubicado en el estuario del río Meghna y la Bahía de Bengala.
Sin embargo, un teniente comandante de la Armada de Bangladés le informó a la Agencia Anadolu que dos terraplenes planeados rodearán el área del proyecto para protegerla de desastres naturales.
Hablando en condición de anonimato debido a restricciones para hablar con los medios de comunicación, el oficial aseguró que los rohinyá que vivirán allí lo harán en “condiciones cien veces mejores” que la de los implacables e improvisados campamentos en Cox’s Bazar.
Declaró que el primer ministro de Bangladés inaugurará el proyecto en el menor tiempo posible.
“Ahora el proyecto de terminación de viviendas está en curso. Estamos listos para recibir a los rohinyá en cualquier momento”, dijo el comandante de la marina, y agregó que los refugiados rohinyá serán reubicados gradualmente, unos 1.000 por semana, por lo tanto, llevará meses completar el proceso de reubicación.
Persecución rohinyá
Los rohinyá, descritos por la ONU como el grupo de personas más perseguidas del mundo, se enfrentan a crecientes temores de ser atacados después de que docenas fueran asesinados, víctimas de violencia comunitaria en 2012.
El 25 de agosto de 2017 el Ejército de Birmania lanzó una gran operación de represión en contra de la minoría étnica musulmana, causando la muerte de aproximadamente 24.000 civiles y forzando a otros 750.000 a huir hacia Bangladés, según un reporte publicado por la Agencia de Desarrollo Internacional de Ontario (OIDA).
Más de 34.000 personas fueron arrojadas al fuego, mientras que más de 114.000 fueron golpeadas, según la investigación. Además, aproximadamente 17.718 mujeres y niñas rohinyá fueron violadas desde que el Ejército y la Policía de Birmania atacaron sistemáticamente al grupo más perseguido del mundo.
Los refugiados escapan de operaciones en las cuales las Fuerzas Armadas y hordas de budistas han asesinado hombres, mujeres y niños, saqueado hogares y quemado aldeas enteras.
En un informe, los investigadores de la ONU dijeron que tales violaciones podrían constituir crímenes de lesa humanidad.
La ONU documentó violaciones masivas en grupo, asesinatos (incluso de bebés y niños pequeños), brutales palizas y desapariciones cometidas por personal de seguridad.