Los israelíes votaban el martes en cruciales elecciones legislativas que decidirán si prolongan el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, a pesar de las acusaciones de corrupción, o llegó la hora del ex militar Benny Gantz, candidato por primera vez.
Más de 6,3 millones de electores están llamados a votar hasta las 22H00 (19H00 GMT) para elegir los 120 diputados que los representarán en el Knéset. La participación rondaba 42,8% a las 16H00 locales (13H00 GMT), menos que el 45,4% en 2015.
Se espera que los resultados finales se divulguen a primera hora del miércoles.
Todos los sondeos previos indicaban que el resultado será sumamente ajustado y que, tras constituirse el nuevo parlamento, la formación de un nuevo gobierno dará lugar a intensas negociaciones.
La carrera por el poder se decide entre Netanyahu, apoyado en su partido de derecha Likud, y Gantz, en representación de su partido de centro derecha Azul y Blanco.
Ambos hicieron declaraciones y exhortaron a votar en el momento de cumplir con su deber electoral.
"Estoy contento de ponerme al servicio de Israel, estoy contento de comprometerme para el bien de los ciudadanos en una nueva vía", dijo Gantz, el primero de los dos en votar, a los periodistas.
Netanyahu, que votó hacia el mediodía en Jerusalén, llamó a sus compatriotas a "elegir bien".
Benjamin Netanyahu, que acumula 13 años en el cargo de primer ministro, busca un quinto mandato que le permitiría establecer un récord de longevidad en el poder.
En tanto, Gantz, de 59 años y ex paracaidista, lleva la experiencia de haber sido comandante de una unidad de fuerzas especiales y ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa.
Sin embargo, Gantz no era visto como un político hace apenas seis meses.
Entre los primeros en votar en un colegio electoral de Jerusalén estaba Ronit Kampf, profesora universitaria de 45 años.
"Bibi estuvo en el poder mucho tiempo", dijo, utilizando el apodo con el que se llama a Netanyahu.
"Habrá un gran cambio. ¿Cuál? No lo sé exactamente, pero habrá un cambio".
- Maniobras para ganar -
Sin diferencias significativas en los programas de gobierno entre los dos candidatos, la campaña se transformó en un plebiscito sobre la persona de Netanyahu, adorado y detestado por igual.
De su lado el presidente palestino Mahmud Abbas expresó el martes su deseo de que estas elecciones traigan paz y dijo que estaba preparado a retomar las negociaciones si se respeta el derecho internacional.
Gantz considera que esta elección se trata fundamentalmente de poner fin a años de divisiones y de corrupción que encarna el primer ministro saliente.
Para Netanyahu, en cambio, se trata de reiterar que nadie está mejor capacitado que él mismo para garantizar la seguridad y la prosperidad del país.
La victoria parecía asegurada cuando, en diciembre, anunció elecciones anticipadas, antes de la fecha prevista de noviembre de 2019.
La iniciativa fue interpretada como una maniobra de Netanyahu para conseguir una victoria electoral a pesar de las denuncias de corrupción.
En tanto, Gantz se lanzó al ruedo y construyó una sólida lista de candidatos que en los cinco primeros puestos cuenta a tres ex comandantes de las Fuerzas Armadas, un ex ministro de Finanzas y el exjefe de la central sindical nacional.
En febrero, el fiscal general anunció la intención de inculpar formalmente a Netanyahu por corrupción, fraude y abuso de confianza, y las encuestas empezaron a variar.
Los últimos sondeos autorizados mostraban el viernes al Likud y al Azul y Blanco luchando codo a codo por cada voto, pero -con una previsión de 30 plazas para cada uno- ambos partidos quedan lejos de la mayoría absoluta de 61 bancas.
Las proyecciones sugieren que Netanyahu tendría ventaja para formar una coalición de gobierno, pero expertos alertaron sobre los márgenes de error de los sondeos.
Recientemente el Likud lanzó una feroz campaña de ataques personales a Gantz, al tiempo que Netanyahu utilizaba cada oportunidad para mencionar su proximidad con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Como reflejo del clima de hostilidad, el principal partido árabe en Israel presentó una queja a la comisión electoral después de que militantes del Likud, el partido del primer ministro saliente, fueran sorprendidos con cámaras en los colegios electorales de los sectores de mayoría árabe. La lista árabe dijo que era para intimidar a los electores y el Likud respondió que lo hizo para evitar fraudes.
Los árabes israelíes son los descendientes de los palestinos que se quedaron en sus tierras después de la creación de Israel en 1948.
- La proximidad con Trump
Los israelíes consideran que Trump ofreció a Netanyahu un espectacular "regalo" en plena campaña electoral, al reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, anexado a Siria.
El propio Netanyahu atizó aún más la polémica al afirmar, en desafío a un amplio consenso internacional, que estaba preparado para anexar los asentamientos israelíes en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde hace medio siglo.
Líder de un gobierno considerado el más derechista en la historia de Israel, Netanyahu parece listo para ponerse al frente de una coalición aún más radical.
El gran interrogante en estas elecciones es saber si Netanyahu será capaz de convencer a los electores a hacer oídos sordos a las sospechas y oportunismo asociados a su nombre.