Los 39 muertos en un camión en el Reino Unido eran chinos | El Nuevo Siglo
Foto AFP
Jueves, 24 de Octubre de 2019
Agence France Presse

Los 39 muertos hallados en un camión frigorífico cerca de Londres eran ciudadanos chinos, informó este jueves la policía británica, un día después del macabro descubrimiento que horrorizó al país.

Se trata de ocho mujeres, una de ellas muy joven, y 31 hombres. Esta tragedia recuerda un caso parecido ocurrido en junio de 2000, cuando 58 migrantes clandestinos chinos fueron encontrados muertos por asfixia en un camión cerca del puerto de Douvres, en el sur del país.

Representantes de la embajada de China tenían que desplazarse el jueves al lugar, a unos 30 km al este de Londres, según las autoridades chinas.

El miércoles, la policía británica fue alertada del descubrimiento de un camión con cadáveres en su interior una zona industrial en la localidad de Grays.

Desde entonces se puso en marcha una investigación para aclarar las circunstancias de estas muertes, que ya provocaron llamamientos al gobierno para que se refuerce la lucha contra las redes de migración clandestina, que usan métodos muy arriesgados e inseguros para evadir los controles.

La noche del miércoles al jueves, la policía británica registró tres propiedades en Irlanda del Norte. El conductor del camión, un norirlandés de 25 años, está detenido desde el miércoles y es objeto de una investigación por asesinato, según la policía.

Según la prensa británica, se trata de Mo Robinson, habitante de Portadown, en el condado de Armagh, donde se llevaron a cabo los registros en las últimas horas. La policía no quiso confirmar esta información.

 

"Vender sueños"

La policía empezó las tareas de identificación. "Nuestra prioridad numero uno es preservar la dignidad de las 39 personas que murieron y asegurarnos que podremos aportar las respuestas a sus familiares", dijo en un comunicado.

En el lugar del macabro hallazgo, en Grays, el jueves la zona seguía acordonada.

En el ayuntamiento de Thurrock, de donde depende Grays, se dispuso un libro de condolencias. "Que Dios proteja estas preciosas almas", "un día muy oscuro", "que se haga justicia", se podía leer entre los mensajes. 

En Grays, "todo el mundo sonríe, se saluda por la mañana", declaró a la AFP Rashda Imran, una vecina de 40 años. "¿Cómo la gente puede ser tan mala?", se pregunta sobre los traficantes de personas. "Venden todos estos sueños sobre nuestro país".

Un taxista local explicó a la BBC que había visto cómo camiones dejaban a migrantes a esta zona: "No hablan inglés, te pasan un teléfono, alguien al otro lado de la línea te pide que los lleves a una dirección, normalmente hacia Londres".

 

Investigación "compleja y larga" 

El jueves, las autoridades se concentraban en saber qué itinerario siguió ese camión antes de llegar a las afueras de Londres. 

El camión entro el domingo 20 de octubre al Reino Unido por el puerto de Holyhead, en la costa oeste, procedente de Dublín. Tomó el remolque a las 00H30 del miércoles (23H30 GMT del martes) en Purfleet, donde había llegado procedente de Zeebruges, en Bélgica.

El camión y su cargamento dejaron el puerto hacia las 01H05 (00H05 GMT). Poco antes de las 01H40, la policía recibió una llamada de los equipos de emergencia, que habían descubierto los 39 cadáveres. La investigación será "compleja y larga", según la policía.

La fiscalía federal belga, que también abrió una investigación, precisó que el camión llegó a Zeebruges el martes a las 14H49 (12H49 GMT) y el ferri que lo transportó zarpó del puerto por la tarde.

"Por ahora no sabemos cuándo entraron las víctimas en el camión y si fue en Bélgica", indicó.

Las autoridades búlgaras también confirmaron la matriculación del vehículo en Bulgaria en 2017, pero aseguraron que el vehículo no había regresado al país desde entonces. 

Según la Agencia Nacional de lucha contra el Crimen (NCA, según sus siglas en inglés), el número de migrantes que entran clandestinamente al Reino Unido en contenedores y camiones ha aumentado desde hace algunos años. 

En informes recientes, la NCA lamentaba la "utilización creciente de métodos para hacer entrar clandestinos cada vez más arriesgados", principalmente desde el puerto de Calais, en Francia, desde Zeebruges o por el túnel de La Mancha.