GIBRALTAR autorizó a un petrolero iraní detenido a principios de julio a zarpar pese a una petición de última hora de Estados Unidos de prolongar la inmovilización del barco, sospechoso de haber intentado llevar un cargamento a Siria.
El jefe del gobierno de Gibraltar, Fabian Picardo, explicó que había recibido por escrito la promesa de Irán de que la carga del "Grace 1", 2,1 millones de barriles de petróleo, no iba destinada a Siria, afectada por un embargo de la Unión Europea (UE).
"Hemos privado al régimen de [Bashar] al Asad en Siria de más de 140 millones de dólares de crudo", celebró en un comunicado. Las autoridades solicitaron entonces a la Corte Suprema levantar la inmovilización del barco en un documento hecho público, que incluía correos intercambiados con las autoridades iraníes. El presidente de la Corte, Anthony Dudley, decidió así que "el barco ya no [estaba] detenido", durante una audiencia por la tarde.
Inicialmente prevista por la mañana, esta audiencia agendada desde hace semanas tuvo que ser aplazada varias horas después de que la fiscalía gibraltareña anunciara la petición de Estados Unidos, depositada por la noche, de prolongar la inmovilización del petrolero.
Pero el juez Dudley declaró que no recibió ninguna solicitud por escrito. "No me la enviaron", afirmó.
La "tentativa de piratería" estadounidense fracasó, celebró en Twitter el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, que criticó "el nivel de desprecio que tiene la administración [del presidente estadounidense] Trump por la ley".
Estados Unidos, añadió, "trató de abusar del sistema judicial y de robar los bienes [iraníes] en alta mar".
Sin embargo, nada impide que Estados Unidos vuelva a formular su solicitud, para bloquear el buque antes de que este abandone las aguas territoriales de Gibraltar, en las próximas horas o días.
La petición estadounidense fue un giro repentino, cuando un acuerdo entre Londres y Teherán parecía al alcance de la mano, tras semanas de conversaciones diplomáticas.
Irán aseguraba que el petrolero navegaba en aguas internacionales y acusó a Reino Unido de "piratería". El 19 de julio, Irán inmovilizó en el estrecho de Ormuz a un petrolero británico, el "Stena Impero", sospechoso de no respetar el "código marítimo internacional". Una decisión vista como una medida de represalia por los analistas