Zhang Shaniu disfruta presenciar obras al aire libre, principalmente de la ópera tradicional Yuju.

El anciano de 83 años de edad recuerda la trama de cada obra que se ha presentado en su villa. La más reciente, dice, se trató de decir adiós a la pobreza.

La diminuta villa de Kongwang, escondida en lo profundo de las montañas de la provincia de Shanxi, acaba de ganar una larga batalla contra la pobreza. A finales de 2017, el ingreso per cápita anual alcanzó los 6.100 yuanes (890 dólares), por encima de la línea de pobreza nacional. La comida ahora abunda. La vida es buena y es momento para celebrar.

Al igual que muchas personas de su edad en China, Zhang vivió uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la humanidad, el que el país más populoso del mundo pasara de la pobreza a la prosperidad.

China ha mantenido un rápido crecimiento durante cuatro décadas, ha evitado disturbios sociales y ha logrado que el crecimiento económico beneficie a la población, además de que ha resuelto cuestiones de gobernación que enfrentan normalmente los países en desarrollo.

El secreto, según expertos, no es otro más que la política de reforma y apertura que China emprendió hace 40 años y que desde entonces se ha desarrollado y ha seguido adelante.
 

"Es la economía"

En diciembre de 1978, cuando el Partido Comunista de China (PCCh) celebró una reunión clave y decidió dar prioridad al desarrollo económico, China entró en la era de la reforma.

En un momento en el que dominaba la planificación económica, las fuerzas del mercado fueron introducidas de forma gradual en la economía, se crearon empresas privadas en las ciudades y se disolvieron las comunas en las áreas rurales. Se permitió a los trabajadores agrícolas quedarse el excedente de la producido en los terrenos contratados.

La familia de Zhang contrató un terreno de 6.700 metros cuadrados en 1978 y en un solo un año lograron cosechar suficiente para comer. Tres años después ahorraron suficiente para adquirir una radio.

En toda China, el entusiasmo entre los trabajadores y los campesinos se disparó, y así también lo hizo la productividad.

La economía de China creció 9,5 por ciento anual en promedio entre 1978 y 2017 y Justin Yifu Lin, execonomista en jefe del Banco Mundial, dijo que esto es un logro que no ha realizado ningún otro país en la historia.

En solo 40 años, China dejó de ser un país empobrecido para convertirse en la segunda mayor economía del mundo.

"¿Por qué China triunfó cuando otros fallaron?", pregunta a menudo Lin a su audiencia en conversaciones y conferencias.

Los expertos dicen que hay un sinnúmero de razones: el PCCh ha perseguido un desarrollo constante a largo plazo en lugar de victorias electorales, ha permitido que las personas participen de forma ordenada en la gobernación del Estado mediante un sistema de centralismo democrático y ha explorado una vía de desarrollo propia y no la recomendada por Occidente.

"El desarrollo es la clave maestra. Los disturbios surgen por la falta de desarrollo e interrumpen el desarrollo", dijo Hao Yongping, profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh. "La gobernación de China impulsa el crecimiento y el desarrollo y a su vez mantiene la estabilidad".
 

Para el pueblo

Un antiguo dicho chino reza: "La clave para gobernar un país es hacer que el pueblo sea más próspero".

Zhang Chengfu, profesor de Administración Pública de la Universidad Renmin de China, dijo que considera que "la mayor fortaleza" de la gobernación de China radica en un partido gobernante dedicado de forma incondicional a servir al pueblo y su filosofía de desarrollo centrado en el pueblo.

"El crecimiento económico no se trata de la mera acumulación de capital, sino del bienestar de las personas", dijo Zhang. "Esta distinción aparta al socialismo del capitalismo".

Las reformas de China siempre han tenido como objetivos áreas en las que las personas tienen más preocupaciones o expectativas más altas. Al abordar estos asuntos, las autoridades ganan la confianza del pueblo y su apoyo en la gobernación, dijeron expertos.

Cuando las reformas se iniciaron a finales de los setenta, el énfasis era en el crecimiento económico debido a que las autoridades se dieron cuenta de que la poca productividad de la sociedad no podría atender las crecientes demandas materiales y culturales del pueblo.

Conforme la sociedad avanzó y las necesidades de una mejor calidad de vida aumentaron, la corrupción, la contaminación y la distribución desigual de la riqueza surgieron como principales ámbitos de preocupación para las reformas.

Kongwang es parte del épico combate de China contra la pobreza, por el que unas 30.000 personas salen de la pobreza todos los días en el país.

Se otorgó financiamiento y conocimientos para arrancar una planta de agua mineral, una granja de calabazas y una central solar en la aldea. Se inauguró una carretera pavimentada de cinco kilómetros y la villa ya tiene señal de internet 4G.

Para placer de Zhang también se está construyendo un gran teatro al aire libre.

"Ahora nuestra villa es próspera. Podemos interpretar obras tan a menudo como queramos. Los aficionados de la ópera no tienen que esperar más", dijo Zhang Shuansuo, jefe del Partido en la villa.ç

Un regalo para el mundo 

En 2012, Lin regresó a enseñar en la Universidad Peking después de su temporada en el Banco Mundial. Lin empezó a investigar sobre la "nueva economía estructural" con base en el modelo de desarrollo de China y la experiencia de los países en desarrollo.

"Esto es muy valioso para el mundo en desarrollo", dijo Lin, "porque deriva de la experiencia de los países en desarrollo y se ajusta a sus necesidades".

Los estudiantes de Lin incluyen a investigadores y funcionarios extranjeros que vienen a estudiar al Instituto de Cooperación Sur-Sur y Desarrollo de la universidad.

El instituto fue creado en 2016 con el objetivo de compartir la experiencia de gobernación entre los países en desarrollo.

"China ha logrado un gran progreso después de la reforma. El qué hicieron y cómo se transformaron son las razones por las que vine", dijo Said Haji Mrisho, jefe de la Unidad de Macroeconomía del Ministerio de Finanzas y Planificación de Tanzania que se inscribió en el programa de doctorado.

Mrisho y sus compañeros, procedentes de los cinco continentes, realizan viajes de campo de vez en cuando. Uno de los recientes los llevó a la villa Xiaogang, cuna de las reformas rurales en 1978.

 "Lo que hicieron es algo considerable que debemos aprender", dijo. "Todos venimos de países en desarrollo, así que puedo aprender mucho de China a diferencia de los países occidentales".

He Wenping, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de China, dijo que China ha logrado manejar de forma táctica la estabilidad, el desarrollo y la reforma en su gobernación, lo que ofrece valiosas lecciones para los países en desarrollo.

Mrisho dijo que un mensaje clave que ha aprendido de la reforma de China es que los países tienen que explorar su propia vía de desarrollo.

"Uno no puede copiar todo. Uno tiene que hacer modificaciones conforme al contexto local", dijo.

Donasius Pathera, candidato a doctor de Malawi, dijo que el éxito del desarrollo de China deriva de su confianza y su mentalidad independiente al decidir cómo desarrollarse.

Estas cualidades se necesitan con apremio en los países a los que se les ha dicho que hacer en lugar de hacer las cosas a su manera, dijo. Fin