La política española ahora “es de bloques” | El Nuevo Siglo
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Sábado, 27 de Abril de 2019
Pablo Uribe Ruan
En entrevista con EL NUEVO SIGLO, Antonio Camuñas, analista y exdiplomático español, cuenta que es muy probable que al final de las elecciones de este domingo se presenten dos posible escenarios: “Que gane Sánchez” y forme gobierno o se arme un “bloque entre Ciudadanos, PP y VOX”

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EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo analiza las elecciones de este domingo?, ¿cuáles serían los posibles escenarios pos legislativas?

ANTONIO CAMUÑAS: El primer escenario es que gane el Partido Socialista con la capacidad de formar mayoría con todo el grupo que lo ha ayudado hasta ahora. Y ahí mi pronóstico es que Pedro Sánchez va a intentar buscar apoyo afuera de este, que termine en otras elecciones en otoño, para entonces ya constituirse como el partido hegemónico en la izquierda. Estamos hablando de 180 diputados.

También te digo que el mundo empresarial español, el establecimiento, el mal menor, y a pesar de que Albert Rivera haya dicho que nunca va a apoyar a Sánchez, podría haber un grupo PSOE-Ciudadano. Digo “mal menor” porque moderaría mucho al PSOE a nivel en lo económico y con los nacionalistas.

Pero también hay otra apuesta. Y es lo que se ha visto después de los debates. Es el bloque de Ciudadanos, PP y VOX.  Hay un corrimiento de votos de gente del PSOE  a Albert Rivera. Esos tres podrían formar gobierno.

La clave del asunto está en las clases medias proletarizadas que han visto que su antiguo modelo en el que el mérito y el esfuerzo tenían una recompensa progresiva hoy en día está totalmente en cuestión. 

ENS: La polarización, tan sonante en estos momentos, ¿cómo la ve?

AC: Hay momentos en que ese fenómeno está claramente más acusado y cuando se radicaliza, como cuando ahora, la sociedad deja de estar más cómoda. Se ha demostrado, por activa y por pasiva, que no hay una alternativa viable al sistema capitalista.

La izquierda ha tenido que usar nuevos elementos de agenda política para tener un programa que ofrecer: igualdad de género, brecha salarial, muy centrada en la ecología y en aspectos sociales.

ENS: ¿Los extremos, de derecha e izquierda, no se están apropiando de los discursos de los partidos tradicionales?

AC: Lo que pasa es que Pedro Sánchez se ha apropiado de ese discurso. Se ha llevado todas las medallas de la izquierda radical de Podemos, por su absoluta incapacidad para organizarse.

ENS: ¿Cree que Pedro Sánchez será el ganador de los comicios? Y, así, ¿lograría la mayoría absoluta?

AC: Hasta los debates Pedro Sánchez claramente estaba situado como ganador de las elecciones, pero no conseguía formar en principio mayoría con el bloque de izquierdas y separatistas. Él, en todo caso, yo creo que no tenía esa jugada en la cabeza. Sánchez, si consigue pasar de los 84 diputados que tiene ahora mismo, a 130, su jugada sería hacer un ofrecimiento y cambiar de discurso. Decir que nunca ha estado aliado ni con Podemos ni con los separatistas.

Él buscó apoyo para echar a Rajoy y ahí se sumó el que quiso. Su jugada fue ofrecer un pacto a Ciudadanos y a cualquiera que quiera sumarse para no caer en manos de los separatistas, y si eso no salía bien ir a unas segundas elecciones cuando ya se haya resuelto la incógnita en Cataluña. Para eso, él tenía unas claves de campaña: que se hablara lo más poco posible de Cataluña y de la crisis económica. Eso lo ha conseguido con una campaña de bajo perfil. Lo que él no quería era debatir.

ENS: ¿Cómo estuvieron en el debate?

AC: Rivera (Albert) fue el clarísimo ganador. Pedro Sánchez dejó noqueado un poco a Pablo Casado.

ENS: ¿No fue un error del Partido Popular elegir a Casado como su vocero, teniendo en cuenta que Ciudadanos les viene quitando votos y el auge de VOX ha sido importante?

AC: El papel de Casado es muy difícil. Él se encuentra con un partido que ya viene perdiendo muchos votos con Ciudadanos por tres cosas fundamentales. La corrupción que empieza a aflorar, porque el PP no ha cumplido ni uno solo de los puntos programáticos, que se pueden reducir en bajada de impuestos, derogación de la Ley de Memoria Histórica, y el tema de Cataluña.

Pero por el otro lado surge una fuerza que apela a las esencias del Partido Popular original que con los años han ido quedando en el olvido en aras del pragmatismo. Por lo tanto no es tanto un problema de Pablo Casado. Un alto dirigente del PP ha llamado su papel como una forma de “detener la hemorragia”.

ENS: ¿El escenario no es muy parecido al de Italia o Francia, con la irrupción de muchos partidos de derecha e izquierda?

AC: No lo creo. Francia es un sistema presidencialista y España, no. Por eso Macron ha podido hacer un partido de centro porque se elige a un Presidente. La capacidad de trasladar de un movimiento que surja de la nada y luego elija a un Presidente es muy difícil en España. Ese es el caso de Rivera.

En el caso de Italia, yo creo que es mundo aparte. El carácter italiano es totalmente distinto al español, que es enormemente duro. Nosotros tenemos muy poca musicalidad, que por cierto sí existe en Latinoamérica, entonces los italianos ya son los reyes del  drivling, son unos señores que llegan a acuerdos siempre. Es España, no. Las situaciones suelen ser mucho más ‘confrontonacionales’. Hay una frase de Felipe González que decía: “Podemos acabar con una fragmentación de partidos a la italiana, pero los españoles no somos italianos”.

En España lo que vas a tener son dos frentes. La figurada “machadiana” (Antonio Machada) de las dos Españas. Una muy ligada a todo al catolicísimo, a todo lo que ha sido España en términos culturales; y otra España anticlerical, que no le gusta la simbología española tradicional, que tiene una idea de modernidad muy ligada al racionalismo francés.

ENS: Entonces, ¿España pasará a ser un país no bipartidista, sino multipartidista?

AC: Sí, yo creo que hay un tema de bloques, claramente. Hay un cierto cansancio de la etapa democrática, igual que después de los 40 años de Franco nadie quería saber nada de los partidos que tuvieran que ver con el franquismo. A pesar de haber contribuido a un progreso que no tiene parangón, la gente hoy en día se caracteriza por estar permanentemente insatisfecha. Hay grandes factores de incertidumbre.