La cumbre del saludo entre Kim y Trump | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Jueves, 28 de Febrero de 2019
Redacción internacional con AFP
Por dos días en Vietnam, los dos líderes se reunieron en diferentes encuentros bilaterales, pero al final no llegaron a ningún acuerdo

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LA CUMBRE entre Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-Un, centrada en la desnuclearización, terminó abruptamente en Hanói sin un acuerdo porque según el Presidente estadounidense Pyongyang quería el levantamiento de todas las sanciones.

El objetivo de la cumbre era concretar los resultados de su primera reunión histórica de junio en Singapur, pero Kim y Trump no lograron acordar la declaración conjunta inicialmente prevista.

“A veces hay que irse, y esta es una de esas veces”, declaró a la prensa un Trump inusualmente pesimista al término de la reunión. “Básicamente ellos querían el levantamiento de todas las sanciones y nosotros no podíamos hacerlo”.

En una inhabitual rueda de prensa en Hanói, el canciller norcoreano Ri Yong Ho aseguró que Pyongyang hizo una “oferta realista” en la cumbre y que Corea del Norte buscaba un levantamiento de sanciones parcial, y no total.

La agencia de noticias de Corea del Norte KCNA dijo, ayer en la noche, que las “conversaciones productivas sobre la desnuclearización” continuarán, dejando abierta la posibilidad de una nueva cumbre.

Y, ¿ahora qué?

Después de que la esperada segunda cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-Un, terminara sin resultados, el conflicto entra en una etapa de profunda incertidumbre o incluso quizás en una nueva crisis.

Trump, quien durante meses había generado grandes expectativas sobre su nuevo encuentro con Kim, se fue temprano de Hanói sin acuerdo y sin un plan para una nueva cumbre.

Corea del Norte indicó que ofreció cerrar su planta nuclear de Yongbyon a cambio de un alivio en las sanciones, pero Trump pidió una completa desnuclearización a cambio del levantamiento total de las mismas.

“Creo que el hecho de que no haya acuerdo -ni siquiera un acuerdo parcial, pese a que el presidente Trump había indicado que era posible un pequeño acuerdo- representa una decepción significativa”, dijo Frank Aum, un exasesor sobre Corea del Norte para los secretarios de Defensa estadounidenses.

Asimismo, el también experto del Instituto de Paz norteamericano, Aum, consideró que  “todo muestra que todos salieron con las manos vacías sin una imagen clara de hacia dónde iremos en el futuro”.

Después de que Trump eligiera la postura poco ortodoxa de negociar personalmente con Kim, los analistas se preguntan si otros funcionarios, incluso el secretario de Estado, Mike Pompeo, podrían lograr avances ahora ante el desacuerdo entre los jefes de Estado.

“Es difícil ver que continúen negociaciones creíbles. La idea de conversaciones a nivel de líderes era encontrarse con la persona que de hecho toma las decisiones”, indicó Abraham Denmark, director del programa de Asia en el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson.

De todas formas, Aum dijo que la diplomacia aún sigue siendo viable, ya que Corea del Norte dejó en claro que no reanudará sus pruebas de misiles y que Estados Unidos mantiene congelados sus ejercicios conjuntos con Corea del Sur, una suspensión doble para recuperar la confianza mutua propuesta por China.

“Esto significa que aún hay esperanza de que en los próximos dos años” se logren más avances, apuntó el experto.

Desventajas limitadas

Paradójicamente, el estancamiento en Hanói podría ser una ventaja política para Trump, ya que miembros de su Partido Republicano se habían mostrado preocupados porque creían que el Mandatario parecía desesperado por alcanzar un logro con Corea del Norte.

“Es mejor irse que firmar un mal acuerdo”, dijo el senador Lindsey Graham, estrecho aliado de Trump, que también tuiteó que sería tiempo de “poner fin a la amenaza nuclear de Corea del Norte, de una manera u otra”.

Bruce Klingner, un experto en Corea del Norte de la conservadora Fundación Heritage, se mostró agradablemente sorprendido de que Trump “priorizara de manera correcta los principios y los aliados de larga data por sobre una declaración de paz prematura”.

Klingner señaló que espera que Trump se mantenga firme en futuras negociaciones en su oposición a un rápido levantamiento de sanciones o a una declaración formal de paz con ese Estado totalitario (Corea del Norte), enemigo de Estados Unidos durante siete décadas.

Sin avance, pero sin revés

En la cumbre de Hanói, que le siguió al histórico encuentro entre Trump y Kim de junio en Singapur, parece que nuevamente hubo dificultades para definir la desnuclearización, ya que Corea del Norte pidió un amplio fin a las armas en la península.

Pese a haber alardeado de que estaba logrando más avances que otros presidentes estadounidenses, “la estrategia de Trump no consiguió nada nuevo y ni siquiera se acercó a resolver la amenaza nuclear de Corea del Norte”, manifestó Paul Haenle, un exfuncionario de la Casa Blanca que actualmente trabaja en el Carnegie Tsinghua Center, un think-tank de Pekín.

“Una vez más Trump regresa a Washington sin plazo específico o una hoja de ruta para futuras conversaciones y la propuesta de China de ‘suspensión por suspensión’ como statu quo”, apuntó.

Pero Chris Green, un experto en Corea en el International Crisis Group, dijo que siguen estando presentes los esbozos de un acuerdo. “Ambas partes concluyeron con gusto que estaría bien darse la vuelta esta vez, mostrándose duros para sus respectivas audiencias locales al irse con las manos vacías”, aseguró.

“Hoy es un revés, pero el diálogo parece continuar. Hay que ver dónde estaremos en otros seis meses”, añadió.