La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió este jueves considerar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana en Nicaragua debido a la situación que vive el país desde el 18 de abril pasado.
"La CIDH llama a los Estados miembros de la OEA a rechazar violaciones a los derechos humanos, actos de represión contra la población nicaragüense y considerar el cumplimiento de las condiciones que hacen aplicable la Carta Democrática Interamericana al país", dijo la comisionada Esmeralda Arosemena de Troitiño, durante la presentación del informe final sobre la crisis sociopolítica en Nicaragua ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La también vicepresidenta de la CIDH pidió a la comunidad internacional y especialmente a los países de la región actuar del "modo más enérgico" por la "configuración de crímenes de lesa humanidad y la evidencia disponible sobre la crisis de derechos humanos" que enfrenta el pueblo nicaragüense.
Después de ocho meses de protestas, la Comisión denunció la intensificación de la represión estatal, el aumento de la agresión, hostigamiento y criminalización de periodistas; así como la continuación de detención y judicialización de líderes y defensores de derechos humanos.
La comisionada recordó que desde el pasado 18 de abril, cuando inició la crisis, ha habido 325 personas muertas, 550 personas detenidas y enjuiciadas, más de 200 profesionales de salud despedidos, además de la expulsión al menos 80 estudiantes de la Universidad Autónoma de Nicaragua.
Arosemena destacó que 24 niños y adolescentes han muerto de manera violenta en el contexto de las manifestaciones.
"La suspensión de la invitación al Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) y la finalización del mandato del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), sin permitirle presentar su informe en el país, constituyen un incumplimiento de las recomendaciones de la CIDH, que incluyeron apertura al monitoreo internacional", advirtió Arosemena.
Además, señaló que el GIEI considera que la respuesta del Estado a las manifestaciones "se dio en el marco de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil" y que el Estado llevó a cabo conductas "que deben considerarse crímenes de lesa humanidad".
La delegación de Colombia apoyó la petición de la CIDH y señaló que la situación en “Nicaragua debe ser abordada a la luz de la Carta Democrática Interamericana", además de recalcar que la crisis nicaragüense es "comparable con el colapso venezolano".
"Los intentos de diálogo fueron frustrados por la falta de voluntad del Gobierno nicaragüense que criminalizó cualquier acto de protesta de la ciudadanía, medios de prensa y periodistas", dijo Alejandro Ordóñez, representante de Colombia.
Varios países condenaron la decisión de Managua de suspender el trabajo del Meseni en el país, así como la suspensión unilateral del plazo y objetivos del GIEI, por lo que exhortaron al gobierno de Daniel Ortega a que permita el regreso de los mecanismos de la CIDH.