La vicepresidenta electa de Estados Unidos, Kamala Harris, recibió la vacuna contra el covid-19 en vivo por televisión el martes, e instó a la opinión pública a confiar en ese proceso de inoculación.
Harris, utilizando una máscara preventiva, recibió frente a cámaras la primera de sus dos inyecciones de la vacuna fabricada por la firma estadounidense Moderna en el United Medical Center, una clínica ubicada en un área de importante población afroestadounidense de la capital, Washington.
La elección del hospital en donde Harris recibió la vacuna trajo a luz la difícil situación de la afectada comunidad negra local.
Las comunidades negras de todo el país han visto niveles desproporcionadamente altos de muertes y enfermedades relacionadas con la pandemia de covid-19. Esto en momentos en que las encuestas han indicado que se encuentran entre las más reacias a vacunarse.
"Así que quiero recordarle a la gente que justo en su comunidad es donde puede recibir la vacuna, donde la recibirá gente que tal vez conozca", dijo la vicepresidente electa después de recibir la vacuna. Su esposo, Doug Emhoff, también iba a ser vacunado.
Harris se convertirá en la primera vicepresidenta negra e indio-estadounidense de la historia cuando asuma el cargo el 20 de enero próximo. También será la primera mujer en ocupar ese puesto ejecutivo.
Una serie de autoridades públicas se vacunaron ante las cámaras como parte de los esfuerzos para superar el escepticismo público en el proceso y convencer a quienes tengan dudas de que las inmunizaciones son vitales para volver a una aparente normalidad en los próximos meses.
El presidente electo Joe Biden también fue vacunado en vivo por televisión el 21 de diciembre.
Por el contrario, el presidente saliente, Donald Trump, quien fue hospitalizado en octubre tras contagiarse con el virus, no se ha comprometido a vacunarse.
Trump ha minimizado repetidamente la peligrosidad del virus y ha instado a reabrir empresas y escuelas a pesar de nuevos brotes en todo el país.
Estados Unidos ha registrado unos 19,3 millones de casos y más de 335.000 muertes relacionadas con el virus, las dos tasas más altas del mundo, según cifras de la Universidad Johns Hopkins, centro de referencia en la materia.