EL PRIMER ministro británico Boris Johnson llevó a cabo ayer su primera remodelación del ejecutivo desde que ganó por amplia mayoría las legislativas anticipadas de diciembre.
Además de secretarios de Estado menores, Johnson remplazó al responsable para Irlanda del Norte, Julian Smith, en un movimiento inesperado pocas semanas después de que este lograse reinstaurar las instituciones semiautónomas de la provincia tras más de tres años de bloqueo.
Johnson confirmó sin embargo en sus cargos a varios pesos pesados.
Así Dominic Raab continuará como ministro de Relaciones Exteriores, Priti Patel como ministra del Interior y Michel Gove como titular de la poderosa Oficina del Gabinete. También Ben Wallace fue confirmado en la cartera de Defensa, Matt Hancock en Sanidad y el eurófobo Jacob Rees-Mogg como ministro de Relaciones con el Parlamento.
Entre los nuevos nombramientos, el anterior secretario de Estado para Desarrollo Internacional, Alok Sharma, fue nombrado ministro de Empresa, Energía y Estrategia Industrial, y responsable de la organización de la COP26
De otro lado, el ministro de Finanzas, Sajid Javid, sacudió ayer el Ejecutivo al anunciar una inesperada dimisión, dos semanas después del Brexit y un mes antes de la presentación del presupuesto anual del gobierno.
La bolsa de Londres cayó repentinamente un 1,4% y la libra esterlina se desplomó tras la noticia, ilustrando la preocupación de los mercados por este movimiento imprevisto. Sin embargo, la divisa británica recuperó rápidamente el nivel de los 1,3 dólares, tras el anuncio por Downing Street del reemplazante de Javid.
Se trata de Rishi Sunak, de 39 años, fundador de un fondo de inversiones que entró en política hace solo cinco años y desde julio de 2019 ocupaba el puesto de secretario jefe del Tesoro, es decir el número dos de la cartera de Finanzas.
Javid dejó el cargo en el momento en que el primer ministro conservador estaba llevando a cabo una reorganización de su gabinete con la que no estaba de acuerdo.
Según una fuente cercana a Javid citada por la agencia de noticias británica Press Association, el Primer Ministro le ordenó que destituyese a todos los miembros de su equipo de asesores, a lo que él se negó.
Exbanquero e hijo de un conductor de autobús paquistaní, Javid, de 50 años, se había convertido en una de las figuras claves del ejecutivo tras la llegada de Johnson al poder en julio, cuando reemplazó a Theresa May como líder el Partido Conservador y por consiguiente como inquilino de Downing Street.
Javid, hijo de una familia musulmana que reconoció haber sido víctima de racismo cuando era niño, se había convertido en 2018, con May, en el primer miembro de una minoría étnica que tomaba las riendas del ministerio del Interior.
Su reemplazante, Sunak, será el primer británico de religión hindú en asumir la cartera de Finanzas.
Este cambio inesperado tiene lugar tras crecientes rumores acerca de tensiones entre Javid -un admirador de la política ultraliberal de la ex primera ministra Margaret Thatcher- y el asesor especial de Johnson, el controvertido Dominic Cummings.
Según la prensa británica, Sunak mantiene buenas relaciones tanto con el primer ministro como con su mano derecha.
Neil Wilson, analista jefe de Markets.com, explicó la rápida recuperación de los mercados tras la conmoción inicial considerando que "piensan que si Johnson y Cummings controlan el Tesoro y mueven los hilos del presupuesto esto significará más gasto, menos austeridad y más crecimiento".
Un portavoz de Downing Street no pudo confirmar si la ley de presupuestos se presentará como estaba previsto el 11 de marzo. "Se llevaron a cabo extensos preparativos para el presupuesto y continuarán al mismo ritmo", se limitó a decir.