La discusión sobre una posible intervención militar en Venezuela ha sido una de las más álgidas en la 73 Asamblea General de Naciones Unidas. Este miércoles, pocas horas después de que el presidente Donald Trump indicara que “todas las opciones están sobre la mesa”, el presidente de Chile dijo que intervenir militarmente el país sería “una mala opción”.

El mandatario chileno explicó que las intervenciones militares son delicadas porque “uno sabe cómo comienzan, nunca sabe cómo terminan y qué costos tienen en términos de vidas humanas y de sufrimiento”.

Vale la pena recordar que Chile hace parte del Grupo de Lima, conformado por 14 países americanos, que busca soluciones para la crisis económica, política y social que vive Venezuela.

Piñera dio la declaración a la prensa fuera de la Asamblea General de Naciones Unidas el mismo día en que Trump hizo una referencia a una intervención militar, diciendo que es posible usar opciones “fuertes y menos fuertes” agregando: “Y ya saben lo que quiero decir con fuerte”.

Esa no ha sido la única referencia que Trump ha hecho al tema. El martes dijo que el gobierno de Maduro “es un régimen que francamente podría ser derrocado muy rápidamente por los militares”.

La cancillería venezolana rechazó enfáticamente las declaraciones de Trump calificándolas como una promoción a una “insurrección militar”.

Varios presidentes de la región han pedido intervenciones menos extremas y buscan el apoyo de los mecanismos de justicia internacional para resolver la crisis. Chile, Argentina, Canadá, Colombia, Paraguay y Perú enviaron una carta a la fiscal de la Corte Penal Internacional solicitando que el tribunal investigue al gobierno venezolano ante las denuncias de crímenes de lesa humanidad hechas por entidades internacionales y ciudadanos venezolanos.