El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, agradeció que países como España hayan rechazado la legitimidad de las elecciones parlamentarias convocadas el 6 de diciembre por el Gobierno de Nicolás Maduro, pero ahora espera que "en los próximos días" los países de la UE den el siguiente y "fundamental" paso y avalen la prórroga del actual Parlamento.
Las elecciones del 6 de diciembre, un "fraude" en opinión de Guaidó, están llamadas a renovar la actual Asamblea, cuyo mandato expira en principio el 5 de enero. El jefe parlamentario, que en enero de 2019 se autoproclamó 'presidente encargado' del país, denunció que Maduro quiere "aniquilar la alternativa democrática".
Por este motivo, instó a los países que le reconocen actualmente como jefe de Estado legítimo a seguir haciéndolo más allá del 5 de enero. Guaidó subrayó que la Asamblea Nacional es "la única institución con legitimidad" en Venezuela.
El dirigente de Voluntad Popular reiteró que el objetivo sigue siendo avanzar hacia unas elecciones "libres, justas y verificables", para lo cual trabaja con "soluciones sobre la mesa". Una de ellas es el establecimiento de un gobierno de transición que el régimen chavista.
"Cualquier transición genera dudas", admitió Guaidó, quien abogó por compatibilizar las medidas de presión a la "dictadura" con "garantías" que permitan eliminar las dudas de "quienes hoy tienen miedo", en alusión principalmente a funcionarios que "todavía sostienen a Maduro".
Con relación a las sanciones, Guaidó considera que la UE puede utilizar contra el entorno de Maduro su nuevo régimen de sanciones contra violadores de los Derechos Humanos, al tiempo que recordó que tanto la ONU como la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional han apuntado a la posible comisión de crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
Guaidó restó importancia a las divisiones en el seno de la oposición, en la medida en que cree que todas las partes están llamadas, "por encima de las diferencias", a "unificar" Venezuela, no solo con vistas a "trascender la coyuntura actual", sino también con el objetivo de garantizar "la gobernabilidad y la estabilidad" y, en última instancia, atender "una emergencia humanitaria completa".
"La unidad no es unanimidad", dijo Guaidó, que salió al paso de las preguntas sobre visiones individuales "bastante altisonantes" de otros opositores como puedan ser Henrique Capriles o Antonio Ledezma. La construcción de consensos añadió "es una tarea constante".
En relación con las críticas de Capriles, que llegó a decir que Guaidó es un líder "fundido", el jefe de la Asamblea Nacional optó por insistir en que son "millones" quienes han respaldado iniciativas como la consulta popular, convocada como alternativa a los comicios parlamentarios.