Los partidos de Gobierno y la oposición de Chile acordaron impulsar un nuevo proceso constituyente a cargo de un órgano electo, pero que en esta ocasión contará con el asesoramiento de una comité de expertos.
De esta forma, Chile seguirá en el camino hacia una nueva constitución que derogue la actual, que data de la época del dictador Augusto Pinochet, después del fallido referéndum constitucional del pasado 4 de septiembre.
Representantes de todas las fuerzas parlamentarias chilenas se han reunido este lunes en la sede del Congreso para abordar los pasos a dar hacia un nuevo referéndum constitucional que, como ya ocurrió con el anterior, correrá a cargo de un órgano electo por la ciudadanía y en el que habrá paridad, y se dará tras un plebiscito de salida.
Una vez concluida la reunión, el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, ha reconocido ante Canal 13 su optimismo de cara a la celebración de un nuevo plebiscito constitucional y ha tildado este principio de acuerdo como "una luz de esperanza" para Chile.
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"Lo que queremos es mantener el origen democrático y participativo, pero corrigiendo los errores de proceso que acaba de fracasar", ha dicho Soto, argumentando así la necesidad de que un grupo de expertos se encargue de asesorar al organismo constituyente.
Así, el presidente de la cámara baja ha adelantado que el jueves se celebrará un nuevo encuentro para perfilar otros detalles que aún se han quedado en el tintero, como pueda ser el nombre con el que será designado el órgano o el funcionamiento del mismo.
Chile celebró el pasado 4 de septiembre un referéndum constitucional como colofón a un proceso constituyente de un año de duración. Finalmente, más de un 60 por ciento de la población chilena rechazó la propuesta de una nueva Constitución.