Francia reabrió las terrazas y museos, Austria los restaurantes y Nueva York eliminó la obligación de ponerse la mascarilla. Varios países occidentales recuperaron un poco de libertad este miércoles gracias al declive de los contagios de covid-19, pero India sigue inmersa en una crisis sanitaria profunda y la situación es preocupante en Argentina.
Después de seis meses al ralentí, los franceses pudieron volver a comer o tomar algo en las terrazas, que no deben exceder el 50% de su capacidad y el tope de seis personas por mesa. Los restaurantes y cafeterías tendrán que esperar hasta el 9 de junio para recibir a los clientes en el interior.
También pudieron ir al cine, al teatro y a los museos, aunque con restricciones en el aforo. Y el toque de queda comienza dos horas más tarde, a las 21H00.
"¡Esperaba con ansia este día! Antes del cierre venía todas las mañanas, me tomaba uno o dos cafés y leía el periódico, era mi ritual antes de arrancar el día", dijo a la AFP Jean, un jubilado parisino que disfrutó en terraza de un café con leche acompañado de un croissant en el histórico barrio de Saint-Germain.
La circulación del virus en el país, donde han muerto 108.000 personas por la pandemia, ha bajado aunque sigue siendo alta, con 14.000 nuevos casos por día en promedio.
En Austria los restaurantes, hoteles y centros culturales reabrieron completamente el miércoles, pero en algunos lugares había que realizar un test, presentar el resultado negativo de uno o una prueba de que la persona está vacunada o tiene anticuerpos.
En un paso más de esta reapertura, los representantes de los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE) alcanzaron un acuerdo que permitiría el ingreso al espacio común de viajeros procedentes de países exteriores al bloque que ya estén totalmente vacunados.
Sin mascarillas en Nueva York
Después de haber sido un importante foco de la pandemia en la primavera boreal de 2020, Nueva York levantó muchas restricciones de capacidad que estaban en vigor hasta este miércoles, sobre todo en los restaurantes.
El avance de la vacunación --más del 60% de los neoyorquinos han recibido al menos una dosis-- y la caída del índice de positivos, ahora por debajo del 1,5%, también han empujado a grandes bancos como JPMorgan Chase o Goldman Sachs a suspender el teletrabajo generalizado.
Las personas vacunadas ya no estarán obligadas a ponerse la mascarilla, ni siquiera en interiores. Tras unos días de vacilación, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ratificó esta autorización de las autoridades federales, a partir del miércoles.
Pero reina cierta confusión, puesto que nadie verifica si las personas que no llevan la mascarilla están vacunadas. Algunos comerciantes tienen la intención de seguir imponiendo su uso en sus locales, como Juan Rosas, encargado de un restaurante en Manhattan. "Creo que es demasiado pronto, se precipitan", declaró a la AFP.
Situación preocupante en Argentina
La esperanza de los países ricos occidentales, donde la vacunación progresa, contrasta con la aún catastrófica situación en India, cuyas campañas de inmunización tuvieron que pararse en varios lugares por el paso del ciclón Tauktae, que dejó al menos 55 muertos y 75 desaparecidos.
India, con 1.300 millones de habitantes, registró otro récord de fallecidos en 24 horas, con 4.529 decesos, y más de 267.000 nuevos contagios, lo que eleva el total a más de 25,5 millones de casos y 283.248 muertes. Los hospitales están saturados, el personal sanitario no da más de sí y faltan oxígeno y medicamentos.
La situación también es preocupante en Argentina, que el martes registró un récord de nuevos casos (35.543) y muertes (745) en un solo día.
"No bajemos los brazos, sabemos que estamos en un tiempo difícil", dijo el presidente Alberto Fernández, quien ha prometido acelerar la vacunación. "No hay otra forma de preservarnos que estando lejos del otro, evitar el transporte, la circulación", advirtió.
En el país circula la cepa de Manaos, la de Rio de Janeiro y la del Reino Unido. Hace dos semanas se detectó en viajeros que llegaron a Buenos Aires las variantes de la India y de Sudáfrica.
En Taiwán, las autoridades aumentaron el nivel de alerta sanitaria ante un aumento de los contagios e instauró nuevas medidas de distanciamiento social.
Y en la Franja de Gaza, donde desde hace casi 10 días la escalada militar entre Israel y los grupos armados no da tregua con los bombardeos, los más de 40.000 desplazados internos pueden convertirse en peligrosos focos de coronavirus en el pequeño enclave, sometido a bloqueo israelí desde hace casi 15 años.
El nuevo coronavirus ha causado al menos a 3,4 millones de muertos e infectado a más de 164 millones de personas desde finales de diciembre de 2019, según un recuento de la AFP elaborado el miércoles a partir de fuentes oficiales.