Francia celebró un 14 de julio diferente: versión Covid | El Nuevo Siglo
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Martes, 14 de Julio de 2020
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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que a partir del 1 de agosto el uso de la mascarilla será obligatorio en los lugares públicos cerrados, como parte de las medidas para prevenir una "segunda ola" de la pandemia de coronavirus.

"Espero que en las próximas semanas hagamos obligatorio el uso de la mascarilla en todos los lugares públicos cerrados", ha dicho en la tradicional entrevista del 14 de julio, según recoge la prensa gala. Interrogado sobre la fecha exacta, ha precisado que será a partir del 1 de agosto.

Macron ha explicado que el uso de la mascarilla en el transporte público "ha ido muy bien", pero en el resto de lugares públicos cerrados ha sido "un poco errático", por lo que con esta medida espera "organizar las cosas". En cualquier caso, ha reiterado a los francesas la importancia de usar la mascarilla lo máximo posible cuando salgan de casa.

Ha señalado asimismo que ha solicitado al Gobierno dar este paso ante el ligero aumento de los casos de coronavirus en las últimas semanas. "Tenemos indicadores de que está empezando a subir un poco. Debemos estar preparados", ha defendido.

El mandatario francés ha asegurado que el país está preparado para hacer frente a una "segunda ola" de contagios, afirmando que hay suministros suficientes de mascarillas, respiradores y medicamentos.

Sin embargo, para evitar llegar a este punto, Macron ha anunciado igualmente que se ampliarán las pruebas diagnósticas a la población en general para alcanzar también a quienes no tienen síntomas ni prescripción médica para hacérselas.

Ante la posibilidad de que los rebrotes obliguen a volver al confinamiento, el inquilino del Eliseo ha contestado que la consigna es "aislar tan localmente como sea posible y tan rápido como sea posible".

Macron se ha referido incluso a la posibilidad de que él mismo enferme de coronavirus, avanzando que en tal caso no se trataría con cloroquina, en contra de lo aconsejado por el profesor Didier Raoult, que forma parte del consejo científico que está asesorando al Gobierno francés en la lucha contra la pandemia.

"No", ha respondido tajante. "Somos el país de la Ilustración, creo en la racionalidad y, por tanto, en la racionalidad científica", ha declarado, al tiempo que ha descrito a Raoult como un "gran científico" y ha considerado "normal y legítimo" que participe en el actual debate científico.

Para Macron, "no hay tratamiento estabilizador", por lo que la única herramienta eficaz contra la Covid-19 será la vacuna y en este sentido ha sostenido que Francia hará lo posible para conseguirla pero también para que la obtengan los demás países, rechazando el "nacionalismo sanitario".

Un 14 de julio diferente

Macron ha hecho estas declaraciones tras participar en un reducido desfile militar en la Plaza de la Concordia que este año ha estado dedicado al personal sanitario por su lucha contra la pandemia.

"El 14 de julio, que consagra el orgullo de ser francés, honramos a nuestras Fuerzas Armadas, a las que debemos mucho (...) Pero este 14 de julio nuestros militares han acordado ofrecer el homenaje a los sanitarios, esos hombres y mujeres que durante meses, como han hecho durante años pero esta vez en particular, nos han protegido", ha dicho.

Este Día de la Bastilla se produce en un clima político de turbulencias por la reciente remodelación de Gobierno a la que han obligado los resultados de las elecciones municipales.

Sobre esto, Macron se ha mostrado consciente de que ha fracasado a la hora de conseguir su objetivo de reconciliar a los franceses mostrándoles el "camino hacia la Justicia" para que todo el mundo pueda alcanzar la "excelencia" sin importar "su apellido, su religión o su color de piel".

"¿Y por eso voy ha dejar de luchar, voy a dejar de intentar convencer a la gente para llevar a cabo este proyecto? No", ha sentenciado, al mismo tiempo que ha subrayado que, aunque entiende que ciertos discursos hayan llevado a "odiar al presidente", "el odio no es aceptable en democracia".

Desempleo

El jefe de Estado ha reivindicado las reformas obradas por su Gobierno, entre ella la polémica reforma de las pensiones, que ha ratificado que no abandonará en el contexto de la pandemia porque es "justa", aunque se ha mostrado abierto a modificarla en el marco del diálogo social.

Ha anticipado asimismo que vienen tiempos difíciles y ha apuntado en concreto a "un incremento masivo del desempleo". De acuerdo con las estimaciones oficiales, Francia podría cerrar 2020 con 900.000 nuevos parados.

Por eso ha defendido igualmente su plan para mantener los empleos, que pasa entre otras cosas por pactar bajadas de sueldo o renuncia a vacaciones a cambio de mantener el puesto de trabajo. "Es legítimo porque hay un incendio en la casa, así que no nos podemos parar a contar los cubos de agua", ha reivindicado.

En términos generales, ha estimado que Francia puede sentirse "orgullosa" porque "estamos ganando la batalla contra el desempleo masivo", se han bajado los impuestos "significativamente" al mismo tiempo que se ha disminuido el déficit y "estamos modernizando el país".

NUEVO GOBIERNO

Por último, ha comentado la remodelación de Gobierno para dar las gracias a su ex primer ministro Edouard Philippe, sin el cual --ha dicho-- no habría sido posible hacer las reformas necesarias, si bien ha esgrimido que se ha pasado "una página política" y necesitaba un nuevo equipo para abordar los nuevos desafíos.

Macron ha elogiado a su nuevo jefe de Gobierno, Jean Castex, de quien ha destacado que es un político hecho "sobre el terreno" con una gran "cultura del diálogo social" y un "toque humano". "Él es quien puede liderar este nuevo equipo", ha aseverado.

Preguntado sobre si el nuevo Gabinete tiene un corte más conservador, lo ha rechazado defendiendo que se trata de "hombres y mujeres que vienen de la derecha y de la izquierda". "He cogido lo mejor", ha sentenciado.

Acerca del ministro de Interior, Gérald Darmanin, quien en las palabras del propio Macron fue objeto de "graves acusaciones" por violación, ha hecho un alegato sobre la presunción de inocencia, recordando que "ha habido muchas investigaciones y todas se han ido cerrando".

"Siempre respeto la pasión y la rabia de las causas justas y, por tanto, de la causa feminista, que comparto", ha declarado, apostillando a renglón seguido que "ninguna causa se puede defender, precisamente, si no se hace cumpliendo los principios de la democracia".