El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la guerra en Ucrania tendrá un impacto en el crecimiento de la zona euro, según sus previsiones económicas actualizadas, debido a sus efectos en los precios de la energía y en el sector manufacturero.
La institución prevé un crecimiento en los países de la zona euro de 2,8%, una notable ralentización respecto al 3,9% anticipado en sus anteriores previsiones de enero y el 4,3% en las proyecciones de octubre.
"Los principales canales por los que la guerra de Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia afectan a la economía de la zona euro son el alza mundial de los precios de la energía y la seguridad energética", señala el FMI en sus previsiones económicas, tituladas "La guerra hace retroceder la recuperación mundial".
El mes pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya constató algo parecido, estimando que el crecimiento de la zona se vería recortado de alrededor de 1,4 puntos y que la inflación aumentaría 2,5 puntos en un año si los efectos de la guerra perduraran.
"La guerra en Ucrania afecta severamente la economía de la zona euro", también reconoció el jueves la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, sobre todo debido al retroceso de la confianza y la persistencia de los costes elevados de la energía para los hogares y las empresas.
Inflación récord
Casi dos meses después del inicio del conflicto, la guerra de Ucrania impacta en los precios: el barril de petróleo sigue por encima de los 100 dólares, tras haber alcanzado niveles históricos en marzo. Los precios del gas, el trigo, el aluminio, el níquel y otras materias primas también se dispararon en marzo, lo que llevó a la inflación europea a cifras récord de 7,5%.
Todos los países no notarán de la misma forma el choque económico de la guerra, advierte sin embargo el FMI. Los que disponen de "un sector manufacturero relativamente importante y tienen una mayor dependencia de la energía rusa" se verán más impactados, como Italia y Alemania.
La economía alemana, ya debilitada por los problemas en las cadenas de producción mundiales debido a la crisis sanitaria en 2021, crecerá 2,1%, según el FMI, una caída de 1,7 puntos comparado con las previsiones de enero.
Para Italia, la institución prevé un crecimiento de 2,3%, un 1,5 puntos menos que en las proyecciones anteriores.
En 2023, el FMI prevé para Alemania un 2,7% (+0,2 puntos), para Italia un 1,7% (-0,5 puntos) y para el conjunto de la zona euro un 2,3% (-0,2 puntos).
Ante la ralentización económica mundial este año y el próximo, el institución de Washington insta a los Estados a continuar apoyando la actividad mientras sea posible.
"Aunque varios Estados necesitarán consolidar sus financias públicas, esto no debe impedir a los gobiernos ofrecer una ayuda dirigida a los refugiados desplazados por el conflicto, a los hogares afectados por el alza de los precios de los alimentos y la gasolina, y a los afectados por la pandemia", afirma el nuevo jefe economista del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.