l director para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, ha advertido que la crisis derivada del coronavirus Covid-19, que dejará previsiblemente una recesión del 5,2% en América Latina este año, podría generar una 'década pérdida' para la región entre 2015 y 2025.
"Dada la dramática contracción en 2020 y a medida que los países implementan políticas para contener la pandemia y apoyar sus economías, se puede esperar una fuerte recuperación en 2021. Sin embargo, incluso en este escenario de recuperación rápida, la región enfrenta al espectro de otra 'década perdida' durante 2015-25", ha señalado Werner.
La recesión derivada de la pandemia, así como las políticas adoptadas, causarán incrementos significativos en los déficits públicos y de deuda, por lo que los países necesitarán crear el suficiente espacio fiscal en sus presupuestos reduciendo gastos no prioritarios y aumentando la eficiencia del mismo.
En esta línea, Werner ha señalado que los países han incrementado la cantidad de recursos fiscales destinados a salud, puesto que muchos países de la región no estaban preparados para "la peor cara de la pandemia". "Hasta ahora, de los casi 100 países que han solicitado financiación de emergencia al FMI, 16 son de América Latina y el Caribe", ha apuntado.
En el frente de política económica, las acciones de los países contra la pandemia han sido variadas. Algunos países han destinado transferencias directas para los sectores más vulnerables, así como facilidades de acceso al crédito y la expansión de seguros de desempleo u otros subsidios.
Por otro lado, Werner ha destacado el papel de los bancos centrales, los cuales han reducido sus tipos de interés y han acometido acciones para suministrar liquidez y solventar la situación de volatilidad en los mercados domésticos. En concreto, las entidades Brasil, Chile, México y Perú han intervenido en el mercado de divisas y otros mercados financieros.
Al mismo tiempo, el director del organismo ha apuntado que, si bien la situación se encuentra en un territorio desconocido y las respuestas políticas aún están evolucionando, los responsables políticos se enfrentan a importantes desafíos de implementación.
"Los gobiernos podrían ser incapaces de llegar a los hogares vulnerables a través de transferencias tradicionales en los que no existen sistemas de asistencia social extensivos y donde la informalidad prevalece. Además, las empresas más pequeñas y las del sector informal son más difíciles de alcanzar. Dado el alto nivel de informalidad en la región, los países deberían utilizar todos los registros y métodos posibles para llegar a las empresas más pequeñas y a los trabajadores y empresas informales", ha precisado.
Werner ha advertido de que los países deberán asegurarse de que las políticas adoptadas en respuesta a la crisis no se perciban como "permanentes", especialmente en lo que respecta a la asistencia dirigida a ciertos sectores.
Así, señala que varios países margen de maniobra en sus cuentas han recurrido "correctamente a cláusulas de escape" para permitir aumentos extraordinarios en los gastos y déficits gubernamentales (Brasil, Chile o Perú, entre otros), pero, avisa, los responsables políticos "deben comunicar claro camino de regreso hacia el cumplimiento de estas reglas en el mediano plazo".
Perú, Brasil y Chile han sido los países que, hasta el momento, más recursos económicos han destinado en la lucha contra el coronavirus Covid-19 en América Latina.
En concreto el organismo ha señalado que Perú ha destinado en torno al 12% de su Producto Interior Bruto (PIB) para combatir a la enfermedad, Brasil, en torno a un 10% y Chile, entre el 6% y el 7%.
"Al margen de las diferentes velocidades a las que han actuado los diferentes países, ahora mismo la mayoría de los países en la región han adoptado medidas significativas en materia de salud para contener al virus, como el distanciamiento social y la restricción de las actividades no esenciales", ha precisado Werner.
"Hasta ahora, alrededor de 3.000 personas han muerto por el virus Covid-19 en América Latina y el Caribe. Si bien la pandemia continúa extendiéndose en toda la región, los países enfrentan la peor recesión económica desde que comenzaron a producir estadísticas de cuentas nacionales en la década de 1950", ha alertado Werner.