La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) advirtió que si Washington decide suspender su financiación, esto traería consecuencias negativas para todo Oriente Medio.
El vocero de UNRWA, Christopher Gunness, le dijo a la Agencia Anadolu que los efectos de la suspensión de recursos equivalentes a US 350 millones en ayuda anual por parte de EEUU "serían dramáticos, impredecibles, profundos y generalizados".
"Hay que preguntarse: ¿cómo sería el Medio Oriente si las personas más vulnerables de la región no recibieran servicios de una organización humanitaria de la ONU?", sostuvo Gunness.
"Creo que la respuesta es que habría mucha gente más enojada, más hambrienta y más mal educada, y eso no es un buen augurio para la paz en el Medio Oriente", agregó.
La agencia, sin embargo, no ha sido informada oficialmente sobre la decisión de EEUU, dijo Gunness.
La revista Foreign Policy informó sobre la inminente reducción el martes. La publicación indicó que el recorte se decidió durante una reunión en agosto entre el Secretario de Estado Mike Pompeo y Jared Kushner, el consejero y yerno del presidente estadounidense Donald Trump. Los gobiernos regionales han sido informados de la medida, según la revista.
El recorte podría trastornar las actividades de UNRWA, que incluyen brindar educación, servicios de salud y seguridad alimentaria a más de cinco millones de palestinos que viven en Cisjordania, la Franja de Gaza, Jordania, Siria y el Líbano.
Foreign Policy iseñaló, además, que Kushner intentó reprogramar los fondos de UNRWA al gobierno jordano si aceptaba naturalizar completamente a los palestinos que viven en Jordania y aceptaba que no se les permitiera regresar a Israel, un asunto conocido como el "derecho de retorno". Los palestinos fueron expulsados en 1948 de sus hogares y pueblos en la Palestina histórica para dar paso al nuevo estado de Israel.
Según la publicación, Amman rechazó la oferta de Kushner después de una reunión con Mike Pompeo, secretario de estado norteamericano, Jason Greenblatt, enviado de paz de Trump para Oriente Medio, y el ministro de Relaciones Exteriores jordano, Ayman Safadi.
El asunto también surgió en las reuniones posteriores de Safadi con los principales diplomáticos de Suecia y Japón.
Jordania planea un evento de financiación de UNRWA para la reunión de la Asamblea General de la ONU de septiembre en Nueva York.
Los EEUU son el mayor donante de UNRWA y proporcionan aproximadamente una cuarta parte del financiamiento total de la agencia.
Kushner y la embajadora de los Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, han estado a la vanguardia del esfuerzo por detener el apoyo estadounidense a la UNRWA. Los funcionarios sostienen que la organización es parcializada en contra de Israel.
El ex Secretario de Estado Rex Tillerson se opuso al recorte durante su estancia en la Casa Blanca, así como, el Pentágono y de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, que temen que la medida aumente la inestabilidad regional, según Foreign Policy.
Kushner y Haley han sido obstinadamente persistentes bajo la creencia de que ajustar los recursos financieros de Estados Unidos a los palestinos los traerá de vuelta a la mesa de negociaciones. Esto después de que las autoridades palestinas descartaran cualquier posible papel de Estados Unidos en las conversaciones, en represalia por la decisión de Trump de reconocer unilateralmente a Jerusalén como capital de Israel en diciembre pasado.
Estados Unidos anunció el viernes pasado que ha recortado más de USD 200 millones en ayuda a Palestina. Los fondos estaban destinados a la Autoridad Palestina y varios programas en Cisjordania y Gaza.
El anuncio se produjo después de un recorte anterior a una cuota de financiación para el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Oops) que detuvo más de la mitad de un pago de USD 125 millones en enero pasado.
Trump generó un gran debate internacional por su decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. El movimiento socavó los arraigados fundamentos de las conversaciones de paz israelí-palestinas en las que el estado de la ciudad debía determinarse como un problema de estatus final.
Los palestinos han rechazado las llamadas de la administración Trump para regresar a la mesa de negociaciones al argumentar que Washington renunció a su condición de mediador neutral con el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.
La probable reducción a la financiación de la UNRWA se produce cuando Trump y su equipo se preparan para implementar un plan de paz para poner fin al conflicto palestino-israelí, encabezado por Kushner.