Estados Unidos y Rusia expusieron este viernes sus diferencias sobre las protestas antigubernamentales en Irán, en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU: mientras Washington advirtió a Teherán que el mundo lo está observando, Moscú pidió dejar que los iraníes manejen sus asuntos.
"El régimen iraní está ahora sobre aviso: el mundo estará observando lo que hagan", dijo la embajadora estadounidense, Nikki Haley, durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad.
La reunión, solicitada por Estados Unidos y protestada por Rusia, estaba consagrada a las violentas protestas antigubernamentales que estallaron entre el 28 de diciembre y el 1 de enero en Irán, principalmente contra el coste de la vida, y que dejaron 21 muertos, manifestantes en su mayoría.
Estados Unidos convocó la reunión pese a la feroz crítica de Rusia, que acusó a Washington de interferir en asuntos internos de Irán.
"La gente iraní está levantada en más de 79 localidades en todo el país", dijo Haley al Consejo.
"Es una exhibición poderosa del valor de las personas hartas con el gobierno opresivo que están dispuestas a arriesgar su vida en las protestas", añadió.
Haley acusó al gobierno de hacer una campaña a favor del régimen militar en Siria, de respaldar a los combatientes chiitas en Irak, y de apoyar a una élite de cómplices mientras los ciudadanos comunes de Irán enfrentan dificultades.
Pero el embajador ruso Vassily Nebenzia llamó a los países a dejar que Irán maneje sus propios problemas.
"Obviamente lamentamos la pérdida de vida como resultado de manifestaciones que no fueron pacíficas", dijo Nebenzia. "Sin embargo, dejen a Irán manejar sus propios problemas", añadió.
Cientos de personas han sido arrestadas por las protestas, en las que se registraron ataques a edificios gubernamentales y estaciones de policía.
También tuvieron lugar manifestaciones a favor del régimen en Teherán después del viernes, la primera jornada de marchas en apoyo al gobierno, que se ha declarado inquieto por la situación.
Algunos diplomáticos esperaban que Rusia convocara a una votación procedimental para bloquear la reunión, pero al final, el enviado de Moscú no hizo la solicitud.
En los últimos días, Estados Unidos ha cabildeado duro para obtener el apoyo del Consejo de Seguridad, especialmente de los seis miembros nuevos no permanentes, dijeron diplomáticos.