En Doha están a punto de concertar sobre la retirada de tropas y garantías de seguridad
Estados Unidos y los talibán están "a las puertas de un acuerdo" para terminar 18 años de conflicto entre ellos en Afganistán, indicó el negociador en jefe de Washington al concluir una nueva ronda de discusiones.
Las dos partes se reunieron en Doha para una novena ronda de negociaciones en busca de un acuerdo según el cual los talibán darán garantías de seguridad a cambio de una fuerte retirada de los 13.000 soldados estadounidenses en Afganistán.
"Estamos a las puertas de un acuerdo que reducirá la violencia y abrirá la puerta a los afganos para sentarse juntos a negociar una paz honorable y sostenible", tuiteó el enviado especial de Estados Unidos para Afganistán Zalmay Khalilzad.
Khalilzad agregó que viajará a Kabul tarde "para consultas", tras el final de los ocho días de negociaciones de esta novena ronda.
El negociador estadounidense no dijo si tenía un texto listo para presentar a las autoridades afganas. Varios responsables dejaron entender en los últimos días que un viaje a Kabul podría ser la señal de un resultado positivo.
Pero el anuncio de un acuerdo no tendría lugar hasta que no sean informados el gobierno afgano y los principales socios, y el presidente estadounidense Donald Trump dé su luz verde.
"A pesar de las especulaciones, aún no tenemos ningún anuncio para hacer", dijo a la AFP un vocero del Departamento de Estado estadounidense en Washington, luego de los tuits de Khalilzad.
De su lado, el portavoz talibán en Doha Suhail Shaheen dijo el sábado que el acuerdo "está cerca de ser finalizado", pero no detalló qué obstáculo quedaba por resolver.
Washington desplegó tropas en Afganistán después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, llevados a cabo por la red yihadista Al Qaida, que el antiguo régimen talibán acogía.
Washington pretende actualmente poner fin a su participación militar, algo que negocia desde al menos 2018 con los talibán.
El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo ha dicho que su país quiere cerrar el acuerdo antes del 1 de septiembre. Afganistán celebra elecciones generales ese mismo mes.
El punto clave es la retirada de más de 13.000 soldados estadounidenses de Afganistán. Es la principal reivindicación de los talibán, que a cambio solo se comprometen a que los territorios bajo su control no sean utilizados por grupos "terroristas".
El jueves, Donald Trump indicó que Estados Unidos mantendría de todos modos 8.600 soldados en Afganistán una vez que entre en vigor el acuerdo de paz.
"Vamos a reducir a 8.600 y luego evaluaremos a partir de ahí", dijo Trump, agregando que su país va a "tener siempre una presencia" en Afganistán. Unos 2.400 soldados estadounidenses han muerto allí y unos 20.000 han resultado heridos desde 2001. En el texto debería formalizarse también el alto el fuego, o como mínimo una "reducción de la violencia".
Según Khalilzad, un acuerdo de paz ayudaría a crear "un Afganistán soberano y unificado que no amenazará a Estados Unidos, sus aliados o cualquier otro país".