El coronavirus modificó la forma y el fondo de la campaña política. Presidente Trump se enfoca en la urgente reactivación de la vida productiva, mientras oposición demócrata hace de las críticas su única ‘arma’ electoral
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Faltando cinco meses exactos para las elecciones presidenciales en los Estados Unidos son varios los hechos que han modificado el tradicional curso de la campaña, cambiando desde el escenario hasta el discurso.
El presidente-candidato Donald Trump ha concentrado su gestión en enfrentar el coronavirus y reactivar la economía. Ahora experimenta una protesta nacional por la muerte, a manos de un policía, de un ciudadano afroamericano. Manifestaciones que, según sus estrategas, son impulsadas por extremistas políticos para restar apoyos al líder republicano. Mientras tanto, la oposición demócrata, con su candidato Joe Biden, ha cimentado su estrategia política en criticar al Mandatario pero adolece de capacidad propositiva. Estos son los hechos que marcan la campaña electoral.
- Gestión de la pandemia: El presidente Trump ha demostrado que su experticia es una garantía para la recuperación económica que requiere el país y que el manejo que ha dado a la pandemia ha sido acertado. Si bien el país es el más afectado por el virus, con el 29% del total de casos registrados en todo el mundo, estos no superan el 0,57% de su población y, además, se ha recuperado más del 33% de los infectados. Adicionalmente, medidas como el Acto Cares por US$2 billones, la suscripción del paquete de ayudas más grande de la historia de los Estados Unidos y subsidios de desempleo por más de US$ 3 billones, evidencian un manejo adecuado de la crisis. A pesar de que la oposición demócrata ha intentado criticar sus medidas, está claro que Trump continúa encarnando los ideales políticos de millones de estadounidenses, al punto que el 45% de la población apoya su gestión y el 57% lo considera como el más indicado para recuperar la economía.
- Vacuna y uso de la hidroxicloroquina: El mandatario de EU reveló en días pasados que todos los días toma hidroxicloroquina como una medida para prevenir el contagio de coronavirus y considera que es eficaz. De otro lado, es un convencido de que la vacuna contra el Covid-19 estará lista a fin de año “o quizá antes” gracias a la Operación Warp Speed, que coordina a agencias gubernamentales, farmacéuticas y el Ejército para dar inversión federal a laboratorios, no solo en Estados Unidos, que estén muy avanzados en el tema. Tal es el caso dela Universidad de Oxford, que está en la segunda fase de ensayos clínicos de su vacuna en humanos y que recibió financiación norteamericana a través del gigante AstraZeneca, que será el encargado de producirla masivamente cuando se compruebe que es segura y eficaz. Sin embargo, la OMS, de la que Estados Unidos acaba de retirarse, ha dicho que se necesitan entre 12 y 18 meses para descubrir y aprobar la cura contra el coronavirus. Si la apuesta de Trump resulta, sin duda le dará rédito electoral, no solo a nivel interno sino en el geopolítico.
- Relaciones con China: La forma cómo Trump ha manejado las relaciones con la potencia asiática es otro de los aspectos que han sido aprovechados por la oposición demócrata para criticarlo. Sin embargo, con esta política exterior el Presidente estadounidense ha demostrado su determinación a la hora de mantener su promesa de campaña de “Hacer a América grande otra vez”, a través de su política de protección de los empleos y las industrias estadounidenses. Como se recordará en este sentido se tomaron medidas que desembocaron en una ‘guerra comercial’ que sólo se resolvió a comienzos de año. Adicionalmente el mandatario en repetidas ocasiones ha manifestado que China ha engañado a EU y ha incumplido sus compromisos con la Organización Mundial del Comercio. A ello se añade la disputa que tienen con la tecnología 5G y los cuestionamientos que ha hecho sobre la información que entregó el gobierno chino sobre el coronavirus. Todo ello escenifica una ‘guerra fría’ no declarada.
- Manejo de los disturbios: Ante las manifestaciones violentas que se han producido tras la muerte del ciudadano George Floyd durante un arresto policial, el presidente Trump ordenó la salida a las calles de la Guardia Nacional y exhortó a gobernadores y alcaldes a tomar medidas similares para garantizar la seguridad ciudadana y la integridad de sus bienes. Su Gobierno rechazó enfáticamente que exista racismo en la Policía, así como en las manifestaciones que se han presentado, las que han recibido el apoyo del candidato demócrata Joe Biden, quien dijo “protestar ante tal brutalidad es correcto y necesario… es una respuesta completamente estadounidense”. Trump, a su turno, ha reiterado que las fuerzas oficiales deben respetar los derechos civiles de los ciudadanos pero también ha sido claro en que no permitirá desmanes, saqueos e incendios, como ocurrió el fin de semana. Muchos consideran que este estallido social es promovido por anarquistas o supremacistas blancos para caldear la campaña electoral.
- Confrontación con twitter: El Presidente suscribió en días pasados una orden ejecutiva para limitar la protección de la que gozan las redes sociales y la libertad que tienen para moderar su contenido. “Estamos aquí para defender la libertad de expresión frente a uno de los peores peligros de la historia”, dijo al anunciar la medida, que justificó por las “decisiones editoriales” y actividad política de la red social twitter. “Tienen el poder no controlado de censurar, editar, ocultar o modificar cualquier forma de comunicación entre los individuos y las grandes audiencias públicas… y no podemos dejar que esto continúe, es muy, muy injusto”, agregó en su momento. Obviamente tal decisión desató una tormenta política en las redes que ha sido aprovechada, especialmente, por sus opositores demócratas, que lo acusan de querer coartar la libertad de expresión.
- Estilos de gobierno y de campaña: El estilo frentero, enfático y sin rodeos de Trump se ha convertido, y no de ahora sino desde la pasada campaña, en punta de lanza de la artillería demócrata para generar polémicas, buscando debilitar la base electoral del mandatario. La estrategia política opositora se ha limitado a criticar al Presidente antes que a presentar proyectos o fijar posición frente a temas claves como son las violaciones de los derechos humanos en Venezuela y Cuba, las que han sido duramente cuestionadas por el líder republicano. En cuanto a la campaña, mientras el candidato Biden dedicó dos meses a hacerla vía redes sociales, encerrado en el sótano de su casa, como medida de prevención ante el coronavirus, Trump ha visitado algunos de los estados donde se inició en firme la recuperación de la vida productiva.