Estados Unidos anunció la expansión de su lista negra de empresas cubanas con las que los estadounidenses tienen prohibido hacer negocios, en medio de su renovada ofensiva contra Cuba y la Venezuela de Nicolás Maduro, una medida que La Habana rechazó.
El Departamento de Estado dijo que el gobierno de Donald Trump sumó cinco subentidades, cuatro de ellas hoteles, al listado de firmas controladas por los servicios militares, de inteligencia o seguridad cubanas con las que los estadounidenses no pueden hacer transacciones.
Ese listado, surgido tras el memorando de junio de 2017 con el que Trump endureció su política hacia la isla, fue ampliado por primera vez en noviembre pasado, con la inclusión de 26 entidades (16 de ellas hoteles). El lunes, el Departamento de Estado dejó la puerta abierta a futuras incorporaciones.
Las nuevas adiciones, vigentes a partir del martes, se producen tras el endurecimiento del embargo de seis décadas contra Cuba anunciado la semana pasada por el gobierno de Trump, y cuando Washington acusa a La Habana de sostener a Maduro.
El Departamento de Estado dijo que la ampliación de la lista ocurre tras la aprobación el 24 de febrero de la nueva Constitución cubana, un proceso "no democrático y defectuoso" que "consolidó aún más la dictadura de partido único del régimen".
Además, denunció "el papel de Cuba en el régimen fallido" de Maduro, a quien llamó "expresidente de Venezuela".
"Las fuerzas militares y de seguridad cubanas han alentado a Maduro en su búsqueda por permanecer en el poder, contribuyendo a la crisis venezolana, a los abusos de los derechos humanos contra los venezolanos y al indecible sufrimiento del pueblo venezolano", dijo el Departamento de Estado.
El presunto apoyo de La Habana a Caracas fue duramente criticado por el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
"Cuba es el verdadero poder imperialista en Venezuela", dijo Pompeo a periodistas denunciando la "protección física y otros apoyos políticos y materiales claves para Maduro y quienes lo rodean".
Cuba aseguró firmemente que no interviene en los asuntos internos de Caracas, en tanto su canciller, Bruno Rodríguez, condenó la decisión de Washington de agrandar "la lista infame".
"Rechazo (la) incorporación arbitraria por parte del Departamento de Estado de EEUU de nuevas entidades cubanas a la lista infame, de noviembre de 2017 y 2018, de empresas de Cuba bajo medidas adicionales de bloqueo. Ninguna entidad cubana debería estar listada", dijo en Twitter, bajo la etiqueta #NoMásBloqueo.
-"Un pasito más"
Expertos consultados por la AFP indicaron que el impacto de la medida parece ser más que nada simbólico.
"Es un pasito más, no un paso como el de la semana pasada, que rompió precedentes", dijo Pedro Freyre, un abogado experto en el embargo que Estados Unidos aplica a Cuba desde 1962.
El 4 de marzo, el Departamento de Estado anunció que habilitará en los próximos días una cláusula que permitirá a los cubano-estadounidenses cuyos bienes fueron nacionalizados tras la revolución de 1959 a entablar demandas contra las empresas que hoy se benefician de esas propiedades.
"Esta no es una revisión sustancial", opinó por su parte Geoff Thales, experto en Cuba de WOLA, un grupo de investigación y defensa de los derechos humanos con sede en Washington, sobre la ampliación de la lista.
"Es más una amenaza por ahora", añadió en alusión al eventual impacto en la principal fuente de ingreso de divisas de la isla.
Cuba recibió 639.000 turistas estadounidenses en 2018, un 3,1% más que el año anterior, a pesar de las fuertes tensiones diplomáticas entre Washington y La Habana, según cifras oficiales cubanas reveladas en enero.