Etiopía admitió este martes que las fuerzas gubernamentales dispararon contra un equipo de la ONU en Tigré, y al mismo tiempo negó haber dado acceso "irrestricto" en ese sector a los encargados de ayuda humanitaria.
"No existe el acceso ilimitado a todos los rincones de Etiopía", dijo el portavoz de la célula de crisis del gobierno, Redwan Hussein, considerando que "el acceso brindado a las Naciones Unidas es parte de un cuadro elaborado por una nación soberana, coordinado por su gobierno".
Acerca del incidente con el equipo de la ONU, el portavoz sostuvo que sus miembros "se saltaron dos retenes para conducir sus vehículos donde no tenían autorización, y después de que se les indicara que no podían ir".
"Cuando estaban a punto de saltarse el tercero, fueron tiroteados y detenidos", afirmó Redwan, quien precisó que "por supuesto, fueron liberados" luego.
Las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias dijeron que estaban cada vez más preocupadas por la situación en Tigré, donde las autoridades de Adis Abebal, según la ONU, les habían dado acceso humanitario "sin restricciones".
La región de Tigré se encuentra privada de todo tipo de suministros y ayudas desde que el 4 de noviembre, el primer ministro Abiy Ahmed, premio Nobel de la Paz 2019, destacó al ejército para expulsar a los líderes de la región, integrantes del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF), que durante meses desafiaron su autoridad.
Diez días después de que Abiy dijese que el operativo militar en Tigré "terminó" con la toma de la capital regional, Mekele, la ayuda humanitaria aún no ha comenzado a ser transportada y se desconoce la verdadera situación en materia de seguridad y necesidades.
El acceso a Tigré es "absolutamente necesario" lamentó el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Babar Baloch, quien agregó que “la situación humanitaria es cada vez más crítica". /