Frente a la sede de Petrobras en Rio, el expresidente brasileño Lula da Silva denunció este martes que el gobierno conservador de Michel Temer está vendiendo el país y, en todo mesiánico, advirtió a quienes lo quieren ver entre rejas antes de las elecciones de 2018: "Lula son millones".
"¡Están vendiendo Brasil!", exclamó el líder de la izquierda en una concentración ante unos 400 sindicalistas y seguidores, que cortó el tránsito esta tarde en una de las principales avenidas del centro de la ciudad.
"No es posible abdicar de Petrobras (...) Petrobras no es solo una industria de petróleo, es un instrumento de desarrollo. Miles de empresas dependen de Petrobras", dijo Lula, vestido con la chaqueta naranja de los sindicalistas del sector.
El expresidente se refería a la apertura de la industria petrolera a multinacionales que está fomentando Temer, dentro de su paquete de medidas pro-mercado desde que asumió el poder en 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff.
Favorito en todas las encuestas para ganar los comicios presidenciales pese a ser también uno de los políticos más rechazados del país, Lula acumula siete procesos en la justicia dentro del megaescándalo en Petrobras, que podrían llegar a impedirle ser candidato en octubre de 2018.
El juez Sergio Moro ya lo condenó en julio a casi 10 años de prisión por recibir un apartamento a cambio de beneficiar ilegalmente a una constructora con obras en la petrolera estatal.
Lula fue autorizado a recurrir en libertad a esa condena, que aún debe ser ratificada en segunda instancia.
Sin embargo, el aguerrido exlíder sindical que colocó a Brasil en el mapa del mundo y sacó a millones de la pobreza insistió en su inocencia y cargó contra los fiscales y jueces de la operación Lava Jato.
"Pueden atacarme, soy solo un ser humano, de casi 72 años, lo que tienen que saber es que Lula no es Lula, Lula es una idea asumida por millones de personas", dijo el exmandatario, que últimamente dejó entrever que podría llegar a no ser candidato por razones judiciales o de salud.
Entre gritos de "¡Oe, oe, oa, Lula, Lula!", el exmandatario enfatizó: "¡Tienen que saber que Lula renació en millones de mujeres y hombres en este país!".
Por el momento, el carismático expresidente es la única carta de cara a 2018 para el diezmado Partido de los Trabajadores (PT), hundido por los escándalos de corrupción en torno a Petrobras.
"Él es una persona muy importante, creo que llegará a la elección pero si no, ganará quien él indique", dijo a la AFP Terezinha Souza, una profesora jubilada de 62 años.
Daniel Jefferson, estudiante de Química de 20 años, era más crítico: "Necesitamos caras nuevas, me parece muy ególatra eso de que todos somos Lula, pero ahora mismo no tenemos mucha opción".