
UNA POLÍTICA exterior sólida centrada en los intereses estadounidenses para evitar que el globalismo que priorizó el saliente mandatario Joe Biden deje de usarse como “un arma contra nosotros” prometió el futuro Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado en la audiencia de confirmación del cargo.
Conocedor a fondo de la geopolítica global, apasionado defensor de la democracia y las libertades, Rubio esbozó su visión del mundo, lo que hará en pro de la seguridad y la paz mundial y, uno a uno, se refirió a no menos de una docena de temas de gran importancia para Estados Unidos.
Aunque gran parte su intervención la centró en China, al que calificó como el adversario “más peligroso” de Estados Unidos, este hijo de inmigrantes cubanos de 53 años, se refirió también a la guerra en Ucrania, la situación de Taiwán, a investigación contra el gobierno de Israel en la Corte Penal Internacional por ejercer su legítima defensa tras el mortífero ataque de Hamás, los dictadores que están sembrando caos e inestabilidad, el rol de la Otan, la guerra contra los narcocarteles, la “organización de narcotráfico que gobierna Venezuela”, el derrumbe “literal” de Cuba, la migración masiva y el creciente tráfico de mujeres así como de niños, entre otros.
China y Taiwán
Comenzó explicando que China es la mayor amenaza para el país por estar dotado de "elementos que la Unión Soviética nunca tuvo" y atribuyó ese creciente riesgo al giro de Estados Unidos hacia el globalismo, más específicamente al principio clave implementado por el presidente saliente, Joe Biden de priorizar un "orden mundial liberal" basado en reglas y liderado por Estados Unidos y que, aseguró, es ahora un arma que se usa contra nosotros”.
"Hemos recibido al Partido Comunista Chino en este orden mundial y ha aprovechado todos los beneficios del sistema internacional posterior a la Guerra Fría, pero ha ignorado todas las obligaciones y responsabilidades que conlleva”.
Por el contrario, sostuvo, "han mentido, engañado, hackeado y robado para alcanzar el estatus de superpotencia global, a nuestra costa".
"Si seguimos por el camino en el que estamos ahora, en menos de 10 años prácticamente todo lo que nos importa en la vida dependerá de si China nos lo permite o no", se quejó.
Frente a esta situación y un panorama global sombrío, Rubio sostuvo que Estados Unidos debe comenzar a colocar “nuestros intereses nacionales fundamentales por encima de todo lo demás”. Lo que en palabras de Trump es “América primero”.
A renglón seguido indicó que para evitar que China invada Taiwán, que Pekín considere parte de su territorio, “una cuestión fundamental para el presidente Xi Jinping” está de acuerdo con aplicar la “estrategia del puerco espín”, que básicamente es una política de disuasión donde se evidencia que el “coste” de esa acción sea considerablemente mayor al beneficio que se logra.
Rubio indicó que no solo se debe disuadir a China de un ataque para “defender a Taiwán”, sino también para “prevenir una intervención militar que provocaría un cataclismo en el Indopacífico”.
Rusia y Ucrania
En cuanto a una posible negociación para terminar el conflicto ruso-ucraniano, que el presidente electo Trump ha convertido en una prioridad, por lo que espera una pronta reunión con Vladimir Putin, el designado Secretario de Estado para el entrante gobierno republicano sostuvo que no cree “realista” que Kiev pueda reconquistar los territorios que ha ganado el Kremlin.
"Es poco realista creer que de alguna manera una nación del tamaño de Ucrania (...) vaya a empujar a esta gente de vuelta a donde estaban en la víspera de la invasión", sostuvo el senador por Florida, enfatizando que tampoco ve probable que "Rusia se quede con toda Ucrania".
Ante este panorama pidió a las partes que actúen de manera "realista" de cara a una futura negociación ya que "tendrá que haber concesiones de Rusia, pero también de los ucranianos y Estados Unidos que se preste a ello".
Insistió en que “es importante que haya cierto equilibrio por ambas partes. Será difícil lograr este objetivo de alto el fuego y, en última instancia, un acuerdo de paz, a menos que ambas partes tengan influencia", sostuvo Rubio, quien admitió que la tarea que tiene por delante la nueva administración Trump "no será fácil" y requiere una “diplomacia audaz”.
"Los conflictos de esta naturaleza, que tienen un trasfondo histórico, van a requerir mucha diplomacia y trabajo duro", explicó, al tiempo que reiteró sus críticas a las políticas de Biden con respecto al conflicto porque “nunca delinearon claramente cuál era el objetivo final del conflicto" y de allí que se haya estado financiado la guerra "tanto tiempo y como hiciera falta".
Investigación de la CPI a Israel
El futuro Secretario de Estado norteamericano también fue muy crítico con la investigación que abrió la Corte Penal Internacional (CPI) contra el gobierno de Israel, por su legítima respuesta contra Hamás en Gaza, derivada por ahora en una orden de arresto contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y un exministro de Defensa.
Este caso “ha causado un daño tremendo a su credibilidad global (CPI)” y que el intento de ese tribunal por procesar al mandatario israelí sienta “un precedente muy peligroso para los Estados Unidos… Este es un ensayo para ver si podemos ir tras un jefe de Estado de una nación que no es miembro. Si podemos ir tras ellos, y podemos hacerlo con respecto a Israel, lo aplicarán a Estados Unidos en algún momento”, argumentó Rubio.
Cuba y Venezuela
Tras señalar que tanto en"Moscú, Teherán y Pyongyang” como en algunos países de América Latina “los dictadores y déspotas, así como narcoterroristas siembran caos e inestabilidad” y “aprovechan las fronteras abiertas para impulsar la migración masiva, para traficar con mujeres y niños e inundar nuestras comunidades con fentanilo y "criminales violentos", Rubio expresó su visión sobre Venezuela y Cuba.
Sobre la primera dijo que “no está gobernada por un gobierno, está gobernada por una organización de narcotráfico que se ha empoderado como un estado-nación" y criticó al gobierno Biden por negociar con Nicolás Maduro "que aceptó celebrar elecciones" pero "fueron completamente falsas". "Todo eso necesita ser reexplorado", añadió.
En cuanto a la tierra de sus ancestros, Cuba, aseguró que "se está derrumbando literalmente" tanto "a nivel generacional" como "económicamente".
"El marxismo no funciona, porque son corruptos y porque son ineptos y van a tener que tomar una decisión": permitir que los cubanos tengan el "control sobre su destino económico y político", aunque amenace la seguridad y la estabilidad del régimen" o "ser los dueños y controladores de un país del cuarto mundo que se está desmoronando", afirmó.
Finalmente, el futuro jefe de la diplomacia estadounidense anunció que trabajará “en cooperación” con México contra los carteles que, según él, tienen el "control operativo sobre enormes extensiones de las regiones fronterizas entre los dos países. Es simplemente un hecho desafortunado, y es uno que vamos a tener que enfrentar con nuestros socios en México”.