Mark Lowcock, el coordinador de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (ONU), informó este jueves que se espera que los países más pobres del mundo experimenten el pico de COVID-19 en algún momento entre los próximos tres y seis meses.
Lowcock señaló que la mayor destrucción e inestabilidad se sentirán en estos países, que ya sufren por perdidas de empleo y sustento, así como reducción de alimentos y niños sin poder recibir vacunas.
El funcionario advirtió que la pandemia causará conflictos, pobreza y hambruna si no se toman medidas lo antes posible en estos países e informó que la ONU amplió de USD 2 mil millones a USD 6,7 mil millones el plan de ayuda global anunciado en marzo por el secretario general de la organización, Antonio Guterres, para la lucha contra la pandemia.
“Si no apoyamos a las personas más pobres, especialmente las mujeres, las niñas y otros grupos vulnerables, mientras luchan contra la pandemia y los impactos de la recesión global, todos nos enfrentaremos a los efectos indirectos durante muchos años. Eso resultaría aún más doloroso y mucho más costoso para todos”, agregó Lowcock.
El incremento de la ayuda incluye la adición de nueve países a los programas de ayuda de la ONU en el marco de la lucha contra el COVID-19: Benin, Djibouti, Liberia, Mozambique, Pakistán, Filipinas, Sierra Leona, Togo y Zimbabwe.