Llamas y un denso humo negro se levantaban este viernes sobre la planta química de la empresa francesa Arkema en el norte de Houston, Texas, tras ser afectada por la tormenta Harvey, según imágenes aéreas divulgadas por canales de televisión estadounidenses.
"Es la reacción que esperábamos que ocurriera. Ya se han tomado medidas y el área ha sido evacuada y no hay personas cerca", dijo a la AFP un empleado de la planta, que fabrica peróxidos orgánicos, un compuesto extremadamente inflamable y cuyas emisiones de humo son tóxicas.
El jueves ya se registraron explosiones en la planta, ubicada en Crosby -cerca de Houston-, luego de que se encendieran peróxidos altamente inflamables tras quedar sin refrigeración porque las inundaciones causadas por Harvey provocaron un corte de electricidad.
En total, nueve contenedores con unas 225 toneladas de peróxido orgánico estaban en la planta, uno de ellos se quemó el jueves.
El presidente de Arkema en Estados Unidos, Richard Rowe, indicó en una conferencia de prensa este viernes que se esperaban nuevos incendios porque eran inevitables y que esos contenedores "deberían prenderse fuego en los próximos días".
Los funcionarios de la planta defendían el viernes su decisión de dejar los peróxidos en el lugar, afirmando que tratar de sacarlos apresuradamente habría sido muy riesgoso.