El expresidente de la constructora OAS, investigada por el escándalo de corrupción, dijo que los aportes los hizo por mediación de Lula da Silva
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Léo Pinheiro, ex presidente de OAS, una de las empresas investigadas en Brasil en el caso 'Lava Jato' por pago de sobornos a cambio de contratos públicos, ha asegurado que la constructora brasileña financió una campaña electoral de la ex presidenta chilena Michelle Bachelet por mediación del ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Pinheiro, encarcelado desde 2016 por 'Lava Jato', ha hecho estas revelaciones en el marco de las negociaciones con las autoridades judiciales de Brasil para llegar a un nuevo acuerdo de delación. Ya fue el principal acusador de Lula en el caso del tríplex de lujo por el que el líder izquierdista purga una condena de nueve años.
Según el borrador del acuerdo de delación, al que han tenido acceso el portal de noticias The Intercept Brasil y el diario 'Folha', Lula ejerció de intermediario de OAS con los gobiernos de Chile y Costa Rica y se sirvió de ella para mejorar la relación con el Gobierno de Evo Morales en Bolivia.
En el caso de Chile, en 2013, cuando OAS intentaba asentarse en la nación suramericana, consiguió formar parte de un consorcio al que se le había adjudicado la construcción de un puente. OAS temía perder el contrato con la llegada de Bachelet a la Presidencia en 2014 y así se lo trasladó a Lula, que dejó el Palacio de Planalto en 2010 y tenía previsto viajar a suelo chileno para dar una conferencia.
De acuerdo con Pinheiro, Lula habló con el ex presidente chileno Ricardo Lagos, miembro del Partido Socialista de Bachelet, que le garantizó que el consorcio de OAS conservaría el proyecto. A continuación, Lula pidió dinero a OAS para la campaña electoral de Bachelet. Le entregó 101,6 millones de pesos chilenos (unos 130.000 euros) una vez cerrada la campaña.
En 2017, OAS fue objeto de una investigación en Chile y Bachelet ya negó entonces cualquier irregularidad en su campaña electoral, asegurando que la financiación había sido del todo legal.
En Costra Rica, OAS contrató a Lula en 2011 por 200.000 dólares para una conferencia y facilitó un encuentro entre Pinheiro y el ex presidente costarricense Óscar Arias. También hubo una reunión con la también ex presidenta costarricense Laura Chinchilla para que OAS consiguiera contratos públicos, alguno de los cuales se concretó, de acuerdo con el antiguo ejecutivo.
En Bolivia, Lula habría pedido a OAS que asumiera un proyecto problemático que no le reportaría beneficio para evitar "riesgos diplomáticos" con el Gobierno de Morales. Como contrapartida, el mandatario boliviano estaría dispuesto a "compensar económicamente a la empresa adjudicando otro contrato", reza la propuesta de delación.
Pinheiro menciona igualmente las supuestas gestiones de Lula en Guinea Ecuatorial. Al parecer, en 2012 sostuvo una reunión con el presidente del país, Teodoro Obiang, para que contratara a OAS para un proyecto que acabó en manos de la firma brasileña.
"MENTIRA NEGOCIADA"
La defensa de Lula ha contestado en un comunicado tachando de "mentira negociada" el relato de Pinheiro, que enmarca en la supuesta "estrategia de 'Lava Jato' para promover una persecución política contra el ex presidente".
"Conversaciones ya reveladas por el propio 'Folha' que implican a investigadores de 'Lava Jato' muestran que Léo Pinheiro está preso porque no había dado una versión incriminatoria contra Lula", ha dicho el abogado defensor Cristiano Zanin.
"Desde la cárcel, el empresario ha fabricado una versión contra Lula para obtener los beneficios que le han prometido, alterando el comportamiento adoptó durante la fase de investigación", ha aseverado.
Zanin ha subrayado que "la versión de Léo Pinheiro fue desmentida por el comunicado presentado el 7 de febrero de 2017 por la empresa del ejecutivo (OAS), afirmando que 'no se han encontrado contrataciones o donaciones para ex presidentes de República, institutos o fundaciones relacionadas con ellos".