Una decisiva prueba de fuego en su ofensiva por “cazar” el voto hispano tendrán hoy y mañana en una conferencia con la comunidad latina los dos candidatos a la Casa Blanca, el presidente-candidato Barack Obama, quien llega impulsado por el cese de las deportaciones, y el republicano Mitt Romney, quien tiene el reto de definirse sobre la inmigración.
"Tenemos muchas expectativas frente a cómo Romney y Obama van a expresarse durante esta conferencia con respecto a la comunidad latina. Lo que ambos digan ese día puede tener un gran impacto en los votantes", dijo Sylvia García, presidenta de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (Naleo, por sus siglas en inglés) que celebrará su convención anual entre el jueves y el sábado en Orlando, Florida.
El exgobernador de Massachusetts, Romney, intervendrá en la conferencia al igual que los republicanos Rick Scott, gobernador de Florida, el ex gobernador del estado Jeb Bush, el senador Marco Rubio y la demócrata secretaria del Trabajo Hilda Solís, entre otros políticos de origen hispano.
El viernes será el turno del presidente Barack Obama, quien buscará su reelección el 6 de noviembre confiado en repetir la hazaña de 2008 cuando la comunidad hispana -primera minoría en el país-, votó mayoritariamente por él, en parte porque había prometido una reforma migratoria que no cumplió.
Pero el viernes pasado Obama reconquistó a los hispanos al anunciar que bajo ciertas condiciones suspenderá la deportación de jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos con menos de 16 años.
Aunque la medida está lejos de la reforma migratoria integral que prometió en 2008 para los 11,5 millones de trabajadores indocumentados que viven en Estados Unidos, la decisión de Obama fue aplaudida por líderes hispanos.
"Estoy muy agradecido de que el presidente Obama haya decidido después de una gran presión ejercida por los 'dreamers' ('soñadores', como son llamados los estudiantes indocumentados), darnos un alivio administrativo", dijo el estudiante Felipe Matos, reconocido activista en Florida, director nacional de la organización GetEqual.org.
Haciéndose eco del sentir de otros activistas, Matos dijo que ahora el candidato republicano "está en problemas con los votantes latinos".
"Seguirá cavándose un hoyo profundo si no decide apoyar la decisión del presidente Obama para detener la deportación de los 'dreamers', porque el 90% de los votantes latinos apoyan el Dream Act y él se ha comprometido a vetarla", agregó Matos al referirse a la ley que abría la puerta a la legalización de miles de estudiantes sin documentos.
Para el activista, tras el paso de Obama, Romney debe "dar una respuesta clara sobre su posición ante el Dream Act".
Obligado a definirse
Romney, que empezó su campaña política prometiendo medidas duras contra la inmigración ilegal que le valieron el mote de "antiinmigrante", dijo el domingo que suspender la deportación de jóvenes indocumentados era una mera estrategia electoral.
"Si realmente quería encontrar una solución para estos jóvenes o para la inmigración ilegal de Estado Unidos, (Obama) lo hubiese hecho en sus primeros tres años y medio de mandato, no en sus últimos meses", aseguró Romney en una entrevista a la cadena CBS donde omitió que fue el Congreso con su mayoría republicana el que impidió en 2010 la votación de la ley "Dream Act".
Romney tampoco ha explicado si anulará la orden de Obama en caso de ganar las elecciones.
De acuerdo a cifras del Departamento de Seguridad Interior, el cese de las deportaciones de estudiantes podría beneficiar a unas 800.000 personas, aunque según el centro de análisis Pew Hispanic la cifra se elevaría a 1,4 millones de jóvenes, la mitad de ellos menores en la escuelas y la otra mitad con entre 18 y 30 años.
El senador Marco Rubio, quien Romney reconoció que "están examinando a fondo" como su eventual compañero de fórmula, tampoco ha podido clarificar la posición de su partido sobre la medida.
"Creo que hay que reconocer que la inmensa mayoría de los inmigrantes que vienen legal o ilegalmente lo hacen buscando una vida mejor. Pero también que tenemos un problema con la inmigración ilegal y minimizar eso criticando a quienes lo cuestionan llamándolos antiinmigrantes es injusto", dijo Rubio, de origen cubano, en una entrevista al grupo de medios Impremedia.
El senador estrella del partido republicano admitió que ahora será difícil plantear una alternativa distinta al Dream Act "porque el presidente está ignorando al Congreso y está implementando una política pública sin respetar los límites de su poder constitucional".
La conferencia de Naleo se convierte en una arena idónea para que Romney se defina sobre inmigración, un tema importante para la comunidad hispana que también está atenta a la situación económica el país y la creación de empleos.
Además, la reunión de Florida es un tanteo ante votantes similares a los de estados como Colorado y Nevada, que no aseguran su voto a un solo partido y es el electorado hispano el que inclina la balanza./EL NUEVO SIGLO – AFP