Elecciones, la carta a mover en diálogo político venezolano | El Nuevo Siglo
REPRESENTANTES DE Maduro y Guaidó vuelven a la mesa de negociacion este viernes
Foto archivo Anadolu
Jueves, 2 de Septiembre de 2021
Redacción internacional

Precedidos por gestos de distensión, como fue la liberación del opositor Freddy Guevara y la decisión de la Mesa de Unidad Nacional (MUD) de participar en los comicios regionales de noviembre, los representantes de Nicolás Maduro y Juan Guaidó vuelven hoy a sentarse en la mesa de negociación política en Ciudad de México.

Con la consabida desconfianza, pero con un rubricado memorando de entendimiento, las partes se enfocarán brindar las garantías y transparencia para la elección de alcaldes y gobernadores, programados para el 21 de noviembre, que el presidente interino Guaidó exige para sumarse al anuncio de la también opositora MUD de presentar sus cartas regionales.

Por ello, dicho tema será el foco de este segundo cara a cara, que se realizará desde hoy y hasta el lunes. Y aunque venció el plazo que dio el Consejo Nacional Electoral para la inscripción de candidatos, tras dos prórrogas, no se descarta que, de llegar, como se espera, a ese mínimo entendimiento para comenzar a cimentar la salida política a la grave y prolongada crisis venezolana, se adopte una decisión en tal sentido.

Vale recordar que a los diálogos con el régimen Maduro acude la oposición aupada bajo la Plataforma Unitaria de Venezuela, que tras socializar y lograr un gran avalar a lo que se ha calificado como acuerdo nacional, decidió participar en esta nueva negociación a la que se instaló a mediados de agosto gracias a los esfuerzos de Noruega y los contactos de otras naciones, inclusive Estados Unidos.

En dicha plataforma se encuentra la Mesa de Unidad Nacional que aglutina varios partidos detractores del actual régimen y fueron éstos los que anunciaron hace pocos días que se medirán en las urnas, poniendo fin a un boicot de años, por considerar que es la forma más eficaz de presionar el necesario cambio que exige la mayoría de los venezolanos.

Con el memorando de entendimiento bajo el brazo, pero sobre con la atención global centrada en dicha mesa, es que los representantes de las partes deberán en estos tres días lograr avances tangibles hacia acuerdos políticos, que sean los primeros pasos hacia el principio del fin de la caótica situación.

Bajo el principio de que nada está acordado hasta que todo esté acordado, tal cual reza en el memorando, los negociadores tienen como primer gran reto evitar que el proceso vuelva a ser fallido, tal cual intentos similares de años anteriores. Pero, a diferencia de entonces, el gobierno Maduro no estaba asfixiado por las sanciones internacionales, lo que agravó la crisis económica, al igual que la pandemia del coronavirus.

Así y bajo la metodología acordada que permite "celebrar acuerdos parciales" si se considera que hay una necesidad "urgente" de ponerlos en práctica, es que se está a la expectativa por lo que se determine con mira a la próxima cita en las urnas en las que, como reseñamos, los partidos del denominado G4 -Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo- asumen que "no serán unas elecciones justas ni convencionales", pero también ven en ellas "un terreno de lucha útil para fortalecer a la ciudadanía e impulsar la verdadera solución", esto es, la convocatoria de presidenciales y parlamentarias "libres".

Guaidó, miembro de Voluntad Popular, ha evitado hasta ahora sumarse a ese llamamiento a participar, por el que abogó en un primer momento el excandidato presidencial Henrique Capriles, más partidario de abrir nuevas estrategias y de entablar contactos alternativos. Sin duda, está a la espera de lo que se pueda acordar en estas 96 horas de diálogo en la capital mexicana.



Agenda ambiciosa

El memorando plantea ambiciones en materia de "derechos políticos", "garantías electorales", "convivencia política" o "protección de la economía". También plantea "levantamiento de las sanciones" y "restauración de derecho a activos" que permanecen congelados a día de hoy, una de las grandes reivindicaciones de Maduro y su entorno.

Sin embargo, los dos principales impulsores de sanciones, Estados Unidos y la Unión Europea, ya han dejado claro que no revisarán los castigos hasta que haya avances "significativos" en el diálogo. Ambos han reclamado la celebración de elecciones con garantías y el bloque europeo ha comenzado a tantear el terreno para una posible misión de observación electoral.

El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, mantuvo esta semana contactos con las distintas partes, incluido el nuevo canciller de Venezuela, Félix Plasencia, que acaba de tomar las riendas de la diplomacia venezolana tras el relevo de Jorge Arreaza, un cambio que fue visto como necesario ante el discurso constantemente agresivo y radicalización de este funcionario.

El funcionario español también ha hablado por parte chavista con el encargado de negocios de Venezuela en España, Mauricio Rodríguez, mientras que en el lado opositor ha conversado con Capriles y con Leopoldo López, compañero de partido de Guaidó y residente en España.

Cuestión de mensajes

A la espera de los posibles consensos es visible que cada parte busca evidenciar su poder y aunque se esfuerzan por dejar claro que, por el momento, no han accedido a ninguna de las pretensiones del contrario, es evidente que los recientes anuncios -de lado y lado- evidencian la voluntad por alcanzar acuerdos mínimos y marcar el paso en una hoja de ruta que se sabe larga y complicada.

En el entre tanto continúa el cruce de mensajes como el protagonizado esta semana entre Maduro y Guaidó, ya que el primero tras el anuncio de la participación electoral opositora dijo "me voy a sentar en mi butaca, con el televisor prendido (...) a ver a Guaidó votando el 21 de noviembre y allí aplaudiré porque logramos incluirlo en la democracia", lo que fue ripostado a las pocas horas por el reconocido presidente interino con este trino: "Todos sabemos que hoy no hay condiciones ni garantías para una elección libre y justa. Tanto, que estás sentado como contraparte en un proceso de negociación internacional que busca esas garantías electorales, políticas y un cronograma de elecciones".

El chavismo considera que participar en elecciones equivale a reconocer las instituciones venezolanas, buscando desmontar el discurso que sostiene a Guaidó. Maduro incluso sostuvo al suscribir el memorando en México que con ello el opositor hace un "reconocimiento de las autoridades legítimas de Venezuela".

La oposición, por su parte, que es consciente de que debe mantenerse unida, exige condiciones y garantías. Por ello este nuevo cara a cara en Ciudad de México, a partir de hoy será fundamental, tal cual lo han destacado analistas políticos como Oswaldo Ramírez, de la firma ORC Consultores.

"Esta ronda puede enfocarse en quizás la condición más importante para muchos actores: que se logre una observación internacional imparcial, que para algunos es una condición básica para tener la garantía que se respetará el resultado de la elección", explicó.

Al mismo tiempo sostuvo que la oposición “no puede apostar al boicot a priori” porque precisamente lo que se debe es poner sobre la mesa la coyuntura electoral. Así, de no alcanzarse las condiciones mínimas, entre las que se da por descontada la observación internacional, los detractores del régimen podrían en una jugada táctica levantarse de la mesa de negociación, lo que dañaría gravemente la imagen de su contraparte y daría al traste con su intención de que levanten las sanciones.



Asfixia económica

La presión internacional con las sanciones tanto de norteamericanos como europeos fue, sin duda, lo que llevó a Maduro a intentar una negociación política, tras los intentos fallidos de Barbados (2019) y República Dominicana (2018)

"Hay que hacer todo lo posible porque este proceso de negociación salga bien", dijo Freddy Guevara, exdiputado recientemente liberado tras ser acusado de terrorismo y traición a la patria. "Esa solución pasa porque todos bajemos la soberbia", remarcó.

El memorando firmado en agosto menciona la "necesidad de que sean levantadas las sanciones" y en eso están concentrados todos los esfuerzos del chavismo, incluido ceder en lo electoral.

Por ahora no está en riesgo la estabilidad política de Maduro, dado el carácter regional de los comicios de noviembre y eso es, precisamente, lo que debe aprovechar el mandatario venezolano ya que no sólo le representaría sumar puntos ante la comunidad internacional sino abrir el camino para que quiten las sanciones. Las cartas comienzan a destaparse y de la inteligencia de las partes para moverlas pende el futuro venezolano.