El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impulsado por la nominación que hizo de una nueva juez a la Corte Suprema y su rival Joe Biden, se preparan para su primer debate de este lunes que marcará el derrotero final de la carrera hacia la Casa Blanca.
Biden llega con una ligera ventaja en los sondeos, pero con una conocida propensión a los errores y una falta de agilidad de palabra que lo hizo reconocer que el encuentro será difícil.
El político demócrata, de 77 años, que debido a la pandemia lleva a cabo una campaña de baja intensidad, con contados eventos y poca exposición, va a estar bajo una presión a la que no se ha enfrentado desde las primarias de su partido, que acabaron en abril.
Este primer duelo será moderado por el periodista Chris Wallace de la cadena Fox News y es el primero de tres encuentros (los otros serán el 15 y 22 de octubre) antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Trump no cesa de fustigar a su rival, refiriéndose a él con el sobrenombre "Joe, el dormido" y afirmando que sufre algún tipo de deterioro cognitivo por la edad.
Además sostiene que Biden, que intenta posar como moderado dentro del partido demócrata, es una "marioneta" de la izquierda radical representada por Bernie Sanders.
Trump llega al duelo alentado tras haber nominado a la jueza conservadora Amy Coney Barrett para llenar la vacante que el fallecimiento de la jueza liberal Ruth Bader Ginsgurg dejó en la Corte Suprema.
Con esta elección espera movilizar el voto católico y evangélico que lo ayudó a llegar a la Casa Blanca hace cuatro años.
Las audiencias para la nominación comenzarán el 12 de octubre y van a ser determinantes durante la campaña hasta el nombramiento, que los republicanos esperan concluir a pocos días de las elecciones.
Voto latino
Pese a que Biden cuenta con una ventaja en las encuestas nacionales, según el compilado de encuestas que realiza RealClearPolitics, la batalla en estados claves será reñida.
En estas elecciones hay un número récord de latinos habilitados para votar, con 32 millones de electores hispanos, que representan un 13,3% del total.
Entre los latinos la ventaja es de Biden, pero esta categoría está lejos de ser un bloque uniforme y en estados claves como Florida, los votantes de origen cubano, venezolano o puertorriqueño pueden inclinarse más hacia las propuestas republicanas.
En estados claves como Florida, los votantes de origen cubano, venezolano o puertorriqueño pueden inclinarse más hacia las propuestas republicanas.
En este bastión, que es clave para llegar a la Casa Blanca con 29 votos electorales, Biden tiene una leve ventaja de menos de un punto lo que los ubica en un empate técnico, sin embargo entre los latinos del estado es Trump quien lleva ventaja con 50% frente al 46% de Biden.
En este estado Trump apuesta con fuerza a atizar el sentimiento contra regímenes antidemocráticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Por su parte Biden busca aprovechar el rechazo que provocan las más de 3.000 muertes que produjo el huracán María, para sumar votos en la comunidad puertorriqueño emigrada tras el desastre.
Para alquilar balcón
El espectáculo televisivo permitirá a los estadounidenses presenciar por primera vez a los dos contrincantes frente a frente.
La audaz y aguda orLeatoria de Trump prometen una interesante y divertida contienda en la que se espera que el mandatario lance certeros “puñetazos verbales” contra el candidato demócrata.
A poco más de un mes de las elecciones, los mensajes a veces contradictorios y confusos del candidato demócrata podrían jugarle una mala pasada.
A este respecto Aaron Kall, profesor de la Universidad de Michigan y coautor del libro Debating The Donald asegura que Trump es "único" y "no hay una receta para confrontarlo", por lo que se espera haga gala de sus habilidades discursivas.
A diferencia de Biden, Trump se siente cómodo frente a las cámaras y bajo el foco de la opinión, prueba de ello es que en sus mítines de campaña demuestra, con verdadero talento, una capacidad escénica envidiable.
Como se recordará el mandatario ha aparecido en diversas películas y programas de televisión y ha participado en 14 debates políticos a lo largo de su vida política, 11 durante las primarias republicanas entra 2015 y 2016 y tres contra quien fue finalmente su rival, Hillary Clinton.
Para ir calentando el debate el presidente Trump arremetió este domingo contra la agilidad mental de Biden, exigiendo que el ex vicepresidente se someta a una prueba antidopaje antes o después del encuentro.
En repetidas ocasiones ha puesto en duda el estado de salud física y mental de su oponente, a quien presenta como un adulto mayor, un poco perdido y manipulado por su entorno.
"El dormido Joe ni siquiera sabe dónde está o qué está haciendo", "ni siquiera sabe que está vivo", ha dicho Trump sobre su rival.
Un obstáculo que puede enfrentar el mandatario es que, en general, el primer debate suele ser adverso para el presidente de turno.
En Washington, todo el mundo recuerda el mal desempeño de Obama el 3 de octubre de 2012 frente al republicano Mitt Romney, en donde se le vio tenso, cansado, con los ojos clavados en sus notas y a menudo enredado en respuestas largas y tortuosas.
Expertos aseguran que el presidente en ejercicio tiene menos tiempo para preparase que un candidato que dedica la totalidad de su tiempo a la campaña. Habrá que ver si las capacidades de Trump logran romper esta “tradición” pero todo haría pensar que así será.
Estado clave
Cuatro años después de conquistar Ohio y ganar la presidencia de Estados Unidos, el mandatario necesita nuevamente el apoyo de los demócratas desencantados de este estado clave si quiere ganar un segundo mandato.
Ohio ha sido un trofeo político para los candidatos que cortejan al electorado diverso de este estado, que es considerado un reflejo de la situación del país y ha ofrecido un indicador cuatrienal confiable
Durante generaciones, Ohio ha sido un trofeo político para los candidatos que cortejan al electorado diverso de este estado, que es considerado un reflejo de la situación del país y ha ofrecido un indicador cuatrienal confiable del ánimo estadounidense.
Trump ha visitado el estado dos veces en seis semanas. Y aunque su contrincante no ha hecho de Ohio su prioridad en la estrategia para ganar las elecciones, este territorio sigue siendo una oportunidad tentadora.
Realizar el primer debate en Cleveland, ciudad más importante del estado será definitivo para conseguirlo.
Ohio está en el corazón de Estados Unidos. Ha sido la cuna de siete presidentes y presume de una diversidad regional única, así como mezclas de poblaciones urbanas, suburbanas y rurales.
Ha votado por el candidato presidencial ganador en todas las elecciones desde 1960, y ningún republicano ha llegado a la Casa Blanca sin conquistar el estado.
"Ohio es extremadamente importante para Donald Trump", dijo David Cohen, profesor de la Universidad de Akron, quien dirige el Instituto Ray Bliss de política aplicada.
Cohen ve señales de una inclinación hacia la derecha en el estado. En las elecciones de medio mandato en 2018, los republicanos ganaron casi todos los puestos en Ohio, a pesar de que la tendencia nacional favorecía fuertemente a los demócratas.
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El profesor estima que es probable que Ohio apoye a Trump en las elecciones, pese a que Biden lidera por poco las encuestas estatales.