¿PODRÍA Donald Trump perder capacidad de gobernar con las elecciones primarias? Esta puede ser tanto una posibilidad como una ilusión. Y es que, de acuerdo con proyecciones de The Economist y de Real Clear Politics, los demócratas llevarían la delantera y se convertirían en mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado. De ser así, el gobierno de Trump se vería truncado para continuar con el avance de las reformas que prometió en campaña y las investigaciones de las que ha sido objeto saldrían a la luz pública.
Lo que está en juego
Los estadounidenses votarán próximamente para reconfigurar el Congreso: se elegirán los 435 miembros de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 senadores. Esto permitirá tener dos posibles escenarios: una mayoría demócrata o la continuación de los republicanos como líderes en el Legislativo. Para el primer caso, los demócratas necesitan 24 puestos para alcanzar la mayoría en la Cámara de Representantes y solo dos para el Senado.
Actualmente los demócratas tienen de su lado 10 estados que ganó Trump en 2016. Los estados que están en juego para que los demócratas tengan la mayoría son Nevada, Arizona, Texas y Tennessee, los cuales están bajo el control republicano. Ahora, si los conservadores mantienen la delantera sería con los estados de Florida, Dakota del Norte, Missouri e Indiana.
“Una mayoría Demócrata en la Cámara de Representantes sin duda bloqueará las propuestas legislativas de Trump y una mayoría Demócrata en el Senado va a obstruir candidatos judiciales conservadores”, dice Michael Boskin en Project Syndicate. Leyes para reformar temas migratorios, el sistema de salud y Medicare (tumbar Obamacare), la reducción de impuestos, son aquellos que no han logrado pasar por aprobación del Congreso y que con un cambio en la reconfiguración del mismo, se dificultarían aún más.
Pero para que esto sea una realidad, la asistencia a las urnas es clave. De acuerdo con tendencias pasadas, Steve Phillips en The Nation sostiene, basado en el reporte VPC/Lake y datos electorales, que la asistencia de “los afroamericanos se estima que caiga un 30%. Para los latinos el reporte estima que caiga un 36,5% y para los millenials la caída será de un desconcertante 54%”. Este no es un panorama alentador teniendo en cuenta que para ganar una mayoría en la Cámara de Representantes, los demócratas necesitarán entre 5 y 6 millones más de votos que los republicanos, según The Economist.
En cuanto a los republicanos, la asistencia a las urnas también es decisiva especialmente para bloquear los votos de los demócratas. Sin embargo, “esta elección será sobre el Presidente, como en 2014, en 2010 y en 2006 fueron acerca del Presidente. Lo que deriva en un punto más importante.
¿Y Trump?
La última encuesta publicada por Real Clear Politics muestra que el Presidente tiene un 41,4 % de aprobación. La economía y temas internacionales, como los acercamientos con Corea del Norte sobre la desnuclearización y la paz con Seúl, son avances destacables. Pero su estilo de gobernar no es bien recibido por ciertos sectores tanto a nivel interno como externo.
“Las elecciones de medio término son casi siempre un referendo sobre el Presidente y sus políticas. En las elecciones de medio término de 2010 y 2014, fuertes mayorías republicanas fueron vistas como un rechazo al presidente Barack Obama”, comenta Boskin.
Estas elecciones son más que un cambio de color en el Congreso, son una posibilidad de que la “victoria de los demócratas en cualquiera de las cámaras le otorgue el poder para abrir investigaciones en varios aspectos de su administración (Trump)”, indica el Financial Times. Entre estas está la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 y denuncias de acoso sexual contra él.
Otros, incluso, se han atrevido a hablar que estas elecciones serán la posibilidad de hacer efectivo un impeachment contra Trump para destituirlo como presidente. Para que este escenario sea una realidad y de acuerdo con la Constitución de Estados Unidos, esta moción tendría primero que pasar por una mayoría en la Cámara de Representantes. Posteriormente pasaría al Senado, donde se requieren 2/3 de votos a favor para que el Presidente sea retirado de su cargo. Y para ello, no solo los demócratas tendrían que votar a favor, sino también una parte de los republicanos.
Incertidumbre, la regla
Trump es un presidente controversial que ha sido objeto de críticas de varios medios e incluso por personas cercanas a su propio gobierno. Sin embargo, no se puede desconocer que este país tiene actualmente cifras económicas que reafirman su posición como potencia mundial, el desempleo ha alcanzado los niveles más bajos desde el 2000, alcanzando el 3,9%, una inflación del 2% y un crecimiento del 4,1% en el segundo trimestre del año.
Las elecciones de medio término son de cierta forma decisivas para la gobernabilidad de Trump y estas serán como un termómetro a sus dos primeros años de gobierno. Si el Presidente pierde una mayoría en el Congreso, es probable que se reduzca su margen de maniobra. Pero la incertidumbre es la regla y tanto las elecciones como los mercados, marcarán en definitiva el balance sobre Trump.
*Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales @nataliamarinop