A diez días de la cita en las urnas, la campaña electoral por Madrid se puso al ‘rojo vivo’ por tres razones: el debate de los seis candidatos que terminó con un Pablo Iglesias indignado dejando el set vacío, el más reciente sondeo que da un empate técnico entre la izquierda y la derecha, así como el alto porcentaje de indecisos en la misma (20%).
Como se sabe, la presidenta del Ayuntamiento de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso anticipándose a una jugada electoral fraguada por los socialistas del Psoe y Ciudadanos para una moción de censura en su contra (tal cual había ocurrido en Murcia), convocó a elecciones anticipadas lo que además de generar un vendaval político hizo que el líder de la izquierda Unidas Podemos renunciara a su cargo se segundo vicepresidente en el gobierno central que preside Pedro Sánchez. Desde entonces (10 de marzo) a la fecha la campaña se ha convertido en un ‘teatro de operaciones’ donde la guerra verbal subió de tono e intensidad.
- Le puede interesar: Tensión política en España tras amenazas al líder de Podemos
El pasado miércoles se realizó el primero de los tres debates programados. En el set de la cadena radial Ser se dieron puntual cita los cinco aspirantes a presidir la comunidad de Madrid. A su haber: la actual mandataria que busca reelegirse, la conservadora del PP, Isabel Díaz Ayuso; el candidato socialista, Àngel Gabilondo; el líder izquierdista, Pablo Iglesias, la carta de Más Madrid, Mónica García (también de izquierda) y la de Vox, Rocío Monasterio (derecha extrema).
Fue precisamente esta última la que protagonizó un encendido debate con Iglesias al punto de que lo llevó a la indignación y a dejar plantados a sus compañeros de set. Todo comenzó cuando Iglesias dijo que la "tolerancia e impunidad van a más" refiriéndose a la carta amenazante acompañada de balas de fusil que recibió él, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y la directora de la Guardia Civil, María Gámez, por lo que exigió una inmediata condena de sus rivales políticos a esa violencia electoral, que de hecho lo hicieron, pero Monasterio con una fuerte declaración solicitó al líder de Podemos que condenara, de igual forma, los desórdenes que han registrado sus seguidores en mítines como en Vallecas.
Haciendo puntual referencia a la carta y las balas que recibió, la candidata de Vox le manifestó: “Le animo que vaya a denunciar estas amenazas. No nos creemos nada. Y si quiere pues lárguese, que es lo que queremos muchos españoles. Es muy fácil, que se levante, que lo están deseando un montón de españoles, que se vaya de España. Venga, me alegro que se vaya".
Visiblemente ofuscado, Iglesias se levantó de la silla y se dirigió únicamente a la moderadora del debate, Angels Barceló, para indicarle que "están cometiendo un error con esta gente blanqueándolos. Nosotros no vamos a debatir con la ultraderecha". Barceló indicó a Monasterio que ese era el tono para un “debate entre demócratas", a lo que la joven dirigente respondió que era un encuentro partidista y ella una "ministra política". Y ese fue el punto final del anunciado cara a cara de los seis candidatos que, sin embargo, en los minutos precedentes dejó ver un fundamentado duelo político entre Ayuso y Gabilondo, al igual que entre la popular e Iglesias. Aunque también fueron reiterativos en sus señalamientos, como por ejemplo que Iglesias volvió a acusar a Ayuso de trabajar contra el Gobierno de coalición de Sánchez, o que Ayuso insista en que Sánchez pretende cambiar el modelo de sociedad, mientras ignora a su candidato, Ángel Gabilondo.
Pero estos cruces ideológicos no se volverán a ver ya que fueron anulados los otros dos debates previstos el 26 y 29 de abril en el canal privado la Sexta y la televisión pública española RTVE, que en un comunicado recordó su "obligada proporcionalidad y neutralidad". Y, para muchos expertos es la mejor decisión porque las intervenciones de los candidatos son previsibles y ello no lleva a la finalidad de estos cara a cara, que es mover a los indecisos.
El abierto enfrentamiento del debate continuó horas después cuando Iglesias tras presentar la denuncia por las amenazas contra su vida, dijo que dudas expresadas por la candidata de Vox, así como su rechazo a condenar la violencia responde a su estrategia de "deshumanización que es el calco de lo que hacían los nazis en los años 30".
Finalmente advirtió sobre la "tragedia" que supondría que las elecciones del 4 de mayo posibilitaran un gobierno de PP y Vox, aunque está convencido de que la sociedad madrileña va a dar una "lección democrática a la ultraderecha".
Por su parte Vox respondió manifestando que se presentará como acusación popular en el caso de las amenazas de muerte recibidas por Iglesia, el Mininterior y la funcionaria de la Guardia Civil. En un mensaje en la cuenta oficial del partido en Twitter, la formación liderada por Santiago Abascal dijo que “queremos que la investigación policial y judicial determine quién o quiénes son los autores de estas cartas", en línea con lo que había expresado horas antes el PP tanto a través de la candidata madrileña Díaz Ayuso como por su líder, Pablo Casado.
¿Con el mismo chance?
Entre tanto el más reciente 'sondeo flash' del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre las elecciones autonómicas de Madrid revela tres cosas: que la posibilidad de lograr mayoría parlamentaria es igual tanto para la izquierda como para la derecha, que a escasos días de la cita en las urnas el porcentaje de indecisos sigue alto y que el apoyo electoral a Iglesias es muy bajo.
El sondeo de CIS abre la puerta a una mayoría absoluta de izquierdas que podría llegar a los 73 escaños, aunque la victoria sigue siendo para el PP de Isabel Díaz Ayuso, que también tiene una opción de mayoría absoluta con Vox. Eso sí, en la encuesta hay un 30% que no adelanta su voto.
En concreto, esta segunda encuesta telefónica el CIS, hecha el 19 y 20, da al PP un 36,7% de estimación de voto y entre 54 y 56 escaños, mientras que Vox se sitúa en el 8,2% y entre 11 y 13 diputados. Juntos sumarían entre 65 y 69 diputados, rondando la mayoría absoluta que está en 69. Si se compara ésta con la realizada una semana antes, la candidatura de Díaz Ayuso se relentiza, ya que antes contaba con un 39,2% y 59 escaños, y en cambio Vox sube porque recababa una intención de voto del 5,4% y nueve escaños.
En una y otra encuesta, Ciudadanos sigue fuera de la Asamblea de Madrid al no llegar al mínimo del 5%. Eso sí, la campaña de Edmundo Bal hace crecer al partido dos décimas, del 4,4% de finales de marzo al 4,6% que marca en este sondeo flash.
En el otro lado, el CIS sitúa en segundo lugar al PSOE en el 23,4% y entre 34 y 36 diputados, seguido de Más Madrid con el 15,1% y de 22 a 24 diputados. El bloque de izquierdas se completaría con Unidas Podemos, que se anota un 8,4% y entre 11 y 13 diputados. Los tres suman entre 67 y 73 diputados, con más opciones de mayoría absoluta. También se observa un retroceso del PSOE con relación a la primera encuesta, en la que los de Ángel Gabilondo marcaban un 25,3% y 38 diputados. En cambio, en estas semanas han crecido tanto Más Madrid como Unidas Podemos.
En todo caso, siete de cada diez encuestados (69,6%) dan por hecha la victoria del PP, aunque sólo es deseada por un 32,8%, ya que un 22,9% prefiere que gane el PSOE y un 11,6% desea un triunfo de Mónica García y Más Madrid.
En cuanto a la valoración de líderes, el mejor puntuado es el socialista Gabilondo con una nota de 5,6 puntos, seguido de García con 5,3 y Díaz Ayuso con 5.1. Tras ellos están el aspirante de Ciudadanos, Edmundo Bal con 4.1; Monasterio con 3.3 y cierra la lista Iglesias con 3,1 puntos. Y aunque la dirigente conservadora no es la mejor valorada es la preferida para presidir la comunidad de Madrid con un 37.8%, muy distante del socialista que logra 23.8%.