Silvio Berlusconi le dio luz verde a la alianza entre su partido, la Liga del Norte, con las fuerzas antisistema, Forza Italia y el Movimiento 5 Estrellas. Así, Italia logra formar gobierno después de 66 días. Pero aún no se ha decidido lo más importante: quién será el primer ministro.
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DESPUÉS de 66 días, como anunció la República de Italia, “cayó el veto del Caballero”. Se refiere, por éste, a Silvio Berlusconi, el polémico exprimer ministro, que le dio luz verde al acuerdo de su partido, de derecha, con las dos fuerzas antisistema, Forza Italia y el Movimiento Cinco Estrellas.
En la noche, después de largas horas de negociaciones, el “Caballero” –como se le conoce- dijo que “El ejecutivo Di Maio-Salvini no marca el final de la alianza de centro derecha: hay tantas colaboraciones en los gobiernos regionales y locales, sigue siendo una historia común”. “Sin veto, pero sin confianza”.
“Si otra fuerza política de la coalición conservadora quiere asumir la responsabilidad de formar un gobierno con los 5 estrellas, tomaremos nota de esta elección con respeto”, anunció en un comunicado.
La retirada del veterano político, pieza clave de la escena italiana durante 25 años, abre el camino para un acuerdo gubernamental.
Los diputados de Forza Italia (FI) no votarán en favor de un gobierno dirigido por el M5S, "que no tiene la madurez política para asumir esa responsabilidad" pero un acuerdo entre la Liga y el M5S "no significará el fin de la alianza" entre FI y la Liga, en particular en las regiones que dirigen juntos, aseguró Berlusconi.
¿Se descongela Italia?
Dos meses después de las elecciones legislativas del 4 de marzo, las fuerzas políticas italianas lograron formar un gobierno debido a una serie de vetos recíprocos por lo que el presidente de la República, Sergio Mattarella, propuso un gabinete "neutro" que lidere el país hasta diciembre para salir del bloqueo político.
Ante ello, Mattarella propuso un plan que incluía la designación de un jefe de gobierno de consenso, por encima de las partes, que gobernara hasta diciembre y que permitiera en ese lapso de tiempo redactar una nueva ley electoral y aprobar la ley de presupuestos que tranquilice a los mercados. Las elecciones en ese caso se celebrarían a inicios de 2019.
El Presidente, árbitro de la situación, instó a todas las fuerzas políticas a "ser responsables" y a apoyar esa solución tras advertir que Italia corre graves riesgos si se convocan elecciones adelantadas.
Mattarella mencionó entre los riesgos la ausencia de una ley de presupuestos, el no cumplir con los compromisos dentro de Europa y el acecho de los especuladores internacionales.
De cara a esa situación, los líderes de la Liga, Matteo Salvini, y del M5E, Luigi Di Maio, acordaron formar gobierno antes del vencimiento del plazo de 24 horas que les había dado el presidente Mattarella quien, en caso de no lograrlo, designaría esta semana al encargado de liderar al gobierno neutro.
La coalición de derecha, vencedora con el 37% de los votos y liderada por la Liga y el Movimiento de 5 Estrellas (M5E, antisistema), partido más votado con el 32%, cuentan juntos con la mayoría absoluta en el Parlamento para gobernar.
El Partido Democrático (PD, centro-izquierda), hasta ahora al poder, el gran derrotado en las elecciones con el 19%, no está dispuesto a apoyar ninguna formación, según ha adelantado en varias ocasiones.
El M5E y la Liga "han informado a la Presidencia de la República que se está llevando a cabo una serie de discusiones para llegar a un posible acuerdo para gobernar y solicitan 24 horas", indicó en un comunicado la Presidencia.
La alianza entre la Liga y el M5E no había sido contemplada debido a que los antisistema del M5E exigen a la Liga que rompa su alianza con Forza Italia (FI), el partido de Silvio Berlusconi, emblema de la vieja casta corrupta que siempre han criticado.
El magnate y ex primer ministro Berlusconi ha hecho saber a través de uno de los políticos más cercanos de su partido, Giovanni Toti, actual presidente de la región de Liguria, que su formación estaba dispuesta a abstenerse ante la alianza de las fuerzas antisistema.
"Hablé con Berlusconi esta noche. Si nace un gobierno de la Liga con el M5E no estaríamos en la oposición, tampoco lo apoyaríamos, nos pondríamos en el medio", explicó Toti en una entrevista a una emisora local.
Esta alianza entre las tres fuerzas busca una salida al bloqueo político que daría vida por primera vez a un gobierno de fuerzas antisistema en Italia "Estamos negociando, estamos optimistas", le dijeron fuentes del M5E al diario Il Fatto Quotidiano, antes de entrar a negociar.
Todavía falta
La aprobación de Berlusconi descongela la parálisis institucional en Italia, pero no significa un acuerdo entre Di Maio y Salvini. Aún falta el punto más importante: escoger al primer ministro. Según la Repubblica, “no hay acuerdo sobre un nombre político, uno piensa también en figuras técnicas” para el cargo.
La Liga del Norte, partido del exprimer ministro, también busca que se le reconozca un rol más importante dentro del posible gobierno. Al ser la colectividad más votada, el Movimiento 5 estrellas ha dado a entender que manejará la mayoría de la administración, lo que sigue disgustando a Berlusconi y al ultraderechista, Salvini.
Otro de los puntos centrales para que se formalice el gobierno, es que se repartan los ministerios conforme a los intereses de cada partido. De acuerdo a medios locales, “el Caballero” buscaría las carteras “sensibles” como Desarrollo, Asuntos internos y, sobre todo, Comunicaciones, donde tienen intereses particulares al ser uno de los magnates de la comunicación en Europa.
Lo que parecía imposible por las diferencias políticas, se ha hecho realidad. Berlusconi le ha dado luz verde a los antisistema, de derecha e izquierda, para gobernar un país bajo sus reglas.