SIN renunciar a la ofensiva en tierra ni al uso de drones con explosivos, la guerra entre Ucrania y Rusia ha escalado con el uso de misiles de largo alcance por parte del primero con respuesta del segundo con una vasta ofensiva contra la infraestructura energética, así como con la amenaza de utilizar su nueva arma hipersónica “Oreshnik” contra blancos específicos en Kiev.
En un conflicto que superó los mil días y sin visos de solución, por ahora, mientras el presidente ucraniano Volodimir Zelenski consiguió la autorización para utilizar los misiles norteamericanos de largo alcance (Atacms) y los ingleses (Storm Shadow) de sus respectivos donantes, a lo que sumará el uso de minas antipersona entregadas por el gobierno norteamericano, su homólogo ruso, Vladimir Putin, ordenó la producción en serie de los "Oreshnik", explicando que si bien no es un arma de destrucción masiva, un ataque masivo con los mismos tendría efectos tan devastadores como los de una “bomba nuclear”.
Desde Kazajistán, donde participó este jueves en una cumbre regional, Putin sostuvo que “no descartamos utilizar estos misiles hipersónicos contra objetivos militares, instalaciones militares-industriales o centros de toma de decisiones, incluso en Kiev” y argumentó que los ataques masivos de la madrugada contra la infraestructura energética en varias regiones ucranianas, fueron en "respuesta" al constante disparo de Atacms contra su territorio.
La Fuerza Aérea de Ucrania detectó el lanzamiento de más de 90 misiles, entre los que figuraron al menos tres S-300 y más de 70 misiles de crucero, 28 de ellos tipo Kalibr y disparados desde el mar Negro. La mayor parte de ellos habrían sido derribados, así como 35 de los 97 drones utilizados en este nuevo ataque masivo del Kremlin.
El objetivo de todos estos ataques, como apuntó la Fuerza Aérea, eran "instalaciones energéticas", un extremo confirmado también por el ministro de Energía, Herman Galushchenko, y la empresa Ukrenergo, que realizaron cortes de emergencia, afectando a más de un millón de personas, para evaluar las consecuencias exactas de esos bombardeos.
Zelenski agregó que detectaron también lanzamientos de proyectiles desde varias de las regiones rusas cercanas a la frontera, como Kursk, Bélgorod y Volgogrado por lo que además de solicitar a los socios de la coalición occidental más sistemas de defensa antiaérea, anticipó que deben atacar estas zonas para contrarrestar riesgos, razón por la cual pidió y obtuvo el permiso para disparar los misiles de largo alcance.
Y, como ha sido reiterativo, acusó a Putin de buscar la escalada y "no querer que esta guerra se termine", al tiempo que instó a sus socios a “responder juntos a la tentativa de Rusia de volver esta situación aún más insoportable”
El mandatario ruso, por su parte, confirmó el inicio de la fabricación en serie del misil balístico 'Oreshink', que sus fuerzas probaron recientemente sobre Ucrania y especuló con lanzarlos contra Kiev. “Todo es posible”, dijo.
"En la época soviética había un chiste sobre la previsión meteorológica: la previsión es que hoy todo es posible durante el día", ironizó Putin quien también aseguró que si realizara un ataque masivo con los Oreshnik su impacto se sentiría como “la caída de un meteorito”.
Tras asegurar que Rusia tiene suficientes armas y que este misil hipersónico, que sería de alto impacto en ataques masivos, fortalece las posiciones militares de su país, denunció que desde hace una semana Ucrania no ha cesado sus ataques con armas occidentales hacia su territorio, específicamente los Atacams, que “han causado un daño mínimo”.
"Atacaron Rusia dos veces después de responder con Oreshnik y se utilizaron dos veces más en la región de Kursk", aseguró Putin al respecto de una región donde Kiev dirige gran parte de sus ataques contra territorio ruso. "El daño es mínimo, pero aun así no podemos dejar de prestarle atención", enfatizó.
El jefe del Estado ruso ensalzó las virtudes de este misil balístico con capacidad nuclear de alcance medio, es decir, hasta 5.500 km, capaz de alcanzar cualquier objetivo en Europa e incluso la costa oeste estadounidense si fuera lanzado desde el extremo oriente ruso.
Ante sus pares de Asia central, también afirmó saber cuántos misiles estadounidenses y británicos hay en Ucrania, "dónde están exactamente y cuántos van a ser entregados".
Por otro lado, respecto a la situación en el frente de batalla del este de Ucrania, el mandatario ruso ha destacado que su Ejército "avanza con confianza a lo largo de casi toda la línea de combate", y ha asegurado que "poco a poco" irán tomando "nuevas posiciones gracias al coraje de los combatientes".
Respecto a unas posibles negociaciones de paz, el dirigente ruso ha incidido en que Moscú nunca ha exigido condiciones previas para sentarse a dialogar, sino sus condiciones para una paz que ponga fin al conflicto, iniciado por él mismo en febrero de 2022. "Simplemente he hablado de nuestras condiciones para una paz a largo plazo y sostenible", ha recalcado.
¿A la espera de Trump?
La llegada del líder republicano Donald Trump a la Casa Blanca el próximo 20 de enero podría ser un punto de inflexión en este conflicto europeo.
Tras asegurar que acabar esa guerra será su prioridad desde el primer día, aunque no ha develado su estrategia, pero si designó a un enviado para el mismo, el experimentado general retirado Keith Kellogg, Trump no solo ya tuvo un primer contacto con Putin, sino que se aprestaría a recortar al mínimo la millonaria ayuda (en armamento y dinero) que desde hace casi tres años entrega a Kiev.
Durante su intervención desde la cumbre en Kazajistán, Putin calificó al entrante presidente de Estados Unidos como un dirigente "inteligente y experimentado", y denunció que contra éste se utilizaron "medios de lucha absolutamente incivilizados", incluido "más de un intento de asesinato".
"En mi opinión, ni siquiera ahora está a salvo", dijo el mandatario ruso, quien recordó que en la historia de Estados Unidos "ha habido diferentes casos" de ataques a presidentes.
Por otro lado, consideró que la actual Administración de Biden está "intentando crearle dificultades" a Trump de cara al futuro. Washington dio 'luz verde' a Kiev para el uso de misiles de largo alcance contra territorio ruso, una aprobación que para Moscú significa la implicación estadounidense en la guerra.
"Si el actual presidente Biden cree que al exacerbar la situación, aumentando el grado de confrontación, está creando las condiciones para que la futura Administración salga fácilmente de esta situación, es una posibilidad. Pero es posible también que la actual Administración quiera crear dificultades para el futuro", subrayó.
De hecho, Putin advirtió días atrás que la guerra en Ucrania había pasado a ser un "conflicto global" debido a la supuesta participación de terceros países, por la autorización de usar los misiles de largo alcance.
“Más leña al fuego”
En medio del hartazgo ciudadanos tanto en Estados Unidos como los países de la coalición occidental por la millonaria ayuda que han entregado a Ucrania, lo que vale recordar llevó a manifestarse en las urnas como en Rumania donde venció el independiente ultraderechista que hizo de ese tema su bandera de campaña, la Eurocámara hizo un pronunciamiento que echa más leña al fuego de la guerra.
El Parlamento Europeo instó a redoblar el suministro de armas a Kiev, incluyendo más sistemas de defensa antiaéreas y misiles de largo alcance, y que los aliados se comprometan a dedicar el 0,25 por ciento por ciento de su PIB en ayudar al ejército ucraniano.
En una resolución parlamentaria, la Eurocámara condenó el despliegue de tropas norcoreanas y el uso de nuevos misiles balísticos en territorio ucraniano, pasos con los que Moscú esta "escalando" su agresión. "Representan una nueva fase de la guerra y un nuevo riesgo para la seguridad de Europa en su conjunto. La UE y otros socios de Ucrania deben responder en consecuencia", subraya el comunicado oficial.
En el mismo insiste en que ninguna negociación para poner fin al conflicto debe realizarse sin tener en cuenta a Kiev, después de que la contundente victoria presidencial de Trump haga que la UE pueda enfrentarse a un escenario en el que la ayuda militar flaquee y empuje a Ucrania a negociar con Rusia.
Igualmente, los eurodiputados piden que los 27 intensifiquen la asistencia militar a Ucrania, incluyendo aviones de combate, misiles de largo alcance como los Taurus o sistemas modernos de defensa aérea, incluidos Patriots y Samp/T.
Como se ve, el ajedrez de los misiles se toma esta guerra, pero se otea la posibilidad de ponerle fin con Trump en la Casa Blanca.