La Fiscalía de Ecuador pidió el martes a la corte suprema que llame a juicio al expresidente Rafael Correa, quien vive en Bélgica, por su presunta responsabilidad en el fugaz secuestro de un opositor en 2012 en Colombia.
En caso de que prospere el pedido, el exmandatario solo deberá responder si es llevado ante los tribunales, pues la ley impide su juzgamiento en ausencia.
En la audiencia que se sigue en Quito, el fiscal general Paúl Pérez acusó a Correa de ordenar el secuestro del exdiputado alterno Fernando Balda, según constató la AFP.
Aunque no tiene plazo, la justicia podría pronunciarse en breve a favor o en contra de la solicitud.
Correa, que siempre ha defendido su inocencia, denuncia que detrás de este "complot" está el presidente Lenín Moreno, su sucesor y exaliado.
Varios simpatizantes del exjefe de Estado volvieron a concentrarse frente a la corte, en el norte de Quito, para expresarle apoyo.
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Las acusaciones también recaen sobre dos policías detenidos en Quito y Pablo Romero, un exdirector de la Secretaría de Inteligencia que está en España.
El fiscal los señaló "como autores de los delitos de asociación ilícita y plagio (secuestro) a Fernando Balda. Solicita a Jueza Nacional Daniella Camacho el correspondiente auto de llamamiento a juicio", precisó el organismo acusador a través de su cuenta en Twitter.
En julio pasado, la justicia dispuso prisión preventiva y pidió circular roja de Interpol contra Correa y Romero. Sin embargo, ambos siguen en libertad.
Según el fiscal, Correa -quien gobernó Ecuador entre 2007 y 2017- dio la "orden directa" que terminó en el secuestro momentáneo del político.
Balda estaba refugiado en Bogotá alegando que era perseguido político. Cinco personas lo forzaron a subir a un automóvil, pero la policía colombiana logró interceptar el vehículo y liberarlo.
Ahora el exmandatario podría recibir condena de hasta siete años de prisión, según Felipe Rodríguez, abogado de Balda.
Si Correa no es sobreseído y quiere evitar la cárcel, "tendrá que quedarse" fuera del país durante ese lapso hasta que prescriba el juicio, señaló.
Una sala penal de la Corte de Justicia instaló hace una semana la audiencia en la que evalúa si llama a juicio a Correa, de 55 años y quien tras dejar el poder en mayo de 2017 vive en Bélgica, de donde es su esposa.