Desafío a UE no contempla un Polexit | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Sábado, 16 de Octubre de 2021
Redacción internacional con IPS

NADIE entiende el por qué si tanto el gobierno de Polonia como la mayoría de sus ciudadanos han manifestado públicamente que quieren permanecer en la Unión Europea, el Tribunal Constitucional de dicho país haya emitido una tan polémica como histórica decisión que abre las puertas a un impensable “Polexit”, es decir la salida de esa nación de dicho bloque comunitario.

El Tribunal Constitucional polaco decidió el pasado jueves que algunos artículos de los tratados europeos son "incompatibles" con la Constitución nacional y afectan a la soberanía del país. De igual forma advirtió a las instituciones europeas de no actuar "más allá de sus competencias", lo que supone, según ella, una injerencia en las reformas del sistema judicial polaco, un tema espinoso con Bruselas.

Bruselas, así como por la mayoría de los líderes de la Unión Europea, criticaron la decisión de la Justicia polaca que entró ya entró en vigor y que, como era de esperarse, recibió el apoyo del premier húngaro, el nacionalista Viktor Orban, quién pidió que se "respete los límites de la soberanía de los Estados miembros".

Sin embargo, tanto el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y quién paradójicamente hizo la consulta al Tribunal Constitucional, así como centenares de polacos que se tomaron las calles expresaron que quieren permanecer en la Unión Europea.

Desde Luxemburgo donde se reunieron los ministros de Justicia e Interior europeos, el canciller de ese país sostuvo que “el gobierno polaco está jugando con fuego” y recordó que “la primacía del Derecho europeo es realmente crucial para la integración y la convivencia en Europa. Si se rompe, la Europa tal como la conocemos, tal como se construyó después del Tratado de Roma, dejará de existir.

Y, el viernes pasado desde Madrid, donde recibió un premio, la canciller Ángela Merkel recomendó ante esta tensionante situación mantener abierto el diálogo. "Tenemos grandes problemas, pero aconsejo resolverlos en una conversación…No creo que las diferencias políticas en la UE solo puedan resolverse mediante procedimientos legales".

 

¿Al borde de la ruptura?

Como reseñamos, el premier polaco Morawiecki había preguntado al Tribunal Constitucional sobre la preeminencia de la Constitución sobre la ley europea. Según él, albergaba "dudas justificadas y de gran alcance".

En su sentencia, ese Tribunal declaró que los artículos 1 y 19 del Tratado de la Unión Europea (TUE) son incompatibles con su propia Constitución y eso es lo que amenaza con dejar a Polonia en una ruptura con el colectivo comunitario.
Y aunque analistas aseguran que no es fácil para un jurista polaco explicar lo qué sucedió o cuáles serán las consecuencias, ya que lo ocurrido se escapa a toda argumentación legal racional, intentan explicar la situación actual a la luz de esta solución.

Primero: es difícil concluir que se haya dictado sentencia en el presente caso. La composición del tribunal incluía a dos personas que no tenían derecho a pronunciarse. Esto se debe a que, en 2015, el llamado Sejm (la cámara baja del Parlamento polaco) designó a tres personas (los llamados "dobles") para los cargos ya ocupados, nombramiento que fue considerado ilegal por el mismo Tribunal.
Además, en el mismo había dos expolíticos activos del partido ultraconversador Ley y Justicia, los jueces Krystyna Pawłowicz y Stanisław Piotrowicz, conocidos por su actitud extremadamente crítica hacia la UE. La exclusión de éstos fue también desestimada por esa máxima Corte y de allí que expertos y juristas consideren que su reciente pronunciamiento pudo no ser objetivo.

Segundo, toda la estructura del caso se basó en la aparente contradicción del Derecho europeo con la Constitución polaca.  El tribunal determinó que algunas disposiciones del Tratado de la UE son inconstitucionales si se entiende que otorgan a los tribunales el derecho o la obligación de abstenerse de aplicar la Constitución o hacerlo en contravía de la Constitución. Sin embargo, esto se basó en supuestos ya que a hoy no se ha registrado caso alguno de una sentencia de un tribunal polaco que ignorase la Constitución y se basase en el Derecho de la Unión Europea.
Tercero, la decisión también se basa en la bastante controvertida tesis de que existe alguna contradicción entre los Tratados de la UE y la Constitución polaca. El Tribunal no reveló en qué puede consistir tal contradicción y, por tanto, se desconocen casos específicos en el que se haya dado o pudiera presentarse.

Bajo esta consideración es que uno de los académicos más reconocidos, como Wojciech Sadurski, expresa su no ha lugar a la supuesta contradicción entre la supremacía de la Constitución polaca y la soberana y voluntaria vinculación por normas y estándares de la UE. Agrega que el verdadero propósito de esta decisión es liberar a las autoridades polacas de las normas procedentes de Luxemburgo y profundizar con las reformas que amenazan el Estado de Derecho.


Cuarto, la decisión contiene palabras que muestran claramente cuán enredado políticamente está el Tribunal Constitucional. Así, por ejemplo, indicó,  que "si la práctica del activismo progresivo del Tribunal de Justicia de Unión Europea, que consiste en particular en interferir con las competencias exclusivas de las autoridades estatales polacas, en socavar la posición de la Constitución como acto jurídico de más alto rango en el sistema jurídico polaco, en cuestionar el universal carácter vinculante y final de las sentencias del TC y, finalmente, en cuestionar el estatus de los magistrados del Tribunal, no se abandonara, el Tribunal no excluye que ejercerá dicha competencia y someterá directamente a  valoración, la constitucionalidad las sentencias del TJUE (Tribunal europeo de justicia), incluida la posibilidad de su eliminación del sistema jurídico polaco".


Esta redacción puede leerse, por un lado, como una amenaza y, por el otro, como una usurpación de competencias: en Polonia, el Constitucional actúa solo a petición y no de oficio. La citada declaración puede entenderse también como una llamada al Gobierno para que éste le remita las sentencias del máximo órgano judicial europeo que considera incomodas para el mismo. Así, el Tribunal muestra su disposición de apoyar al Gobierno en la continuación de su política actual en materia de la llamada reforma judicial.
Cabe recordar también que en el máximo Tribunal polaco está esperando una resolución de la máxima instancia judicial de la UE sobre la legalidad del proceso de selección de sus jueces, así como sobre su independencia e imparcialidad.

Como lo destacó el profesor de leyes y administración de la Universidad de Polonia, Marcin Matczak, es difícil considerar al Tribunal Constitucional en su composición y estado actual como un órgano legal. Es más bien un órgano político cuyo propósito no es examinar la constitucionalidad de normas, sino defender las normas contrarias al Estado de Derecho introducidas por el actual gobierno y parlamento.


Las tres opciones posibles
En consecuencia, hay solo tres opciones: el cambio en la Constitución (lo que es dudoso, dado que al partido gobernante le falta la mayoría requerida en el Parlamento), el cambio en el Derecho de la UE o la retirada de Polonia de dicho colectivo comunitario. La Unión Europea no cambiará sus valores expresados en el artículo 2 del Tratado respeto a la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de derecho y los derechos humanos.


Por tanto, de esa forma queda solo el tercer escenario, el Polexit, en el que hasta el momento nadie creía. El escenario es aún más dudoso, ya que el gobierno actual necesita dinero de la UE para la reconstrucción del país después de la pandemia.

¿Cómo responderá entonces Polonia?