Los gobiernos de Alemania y Países Bajos anunciaron el miércoles una moratoria en las expulsiones de migrantes afganos cuyas demandas de asilo hayan sido rechazadas, a causa de los intensos combates entre talibanes y fuerzas gubernamentales en aquel país.
Se trata de un cambio de posición radical para ambos países, que hace apenas una semana pidieron a la Comisión Europea, junto a Bélgica, Austria, Dinamarca y Grecia, mantener las expulsiones de migrantes afganos, a pesar de la petición de Kabul de suspenderlos.
El Ministerio de Interior alemán tomó esta decisión, válida hasta nueva orden, "debido a la evolución de la situación de seguridad" en Afganistán, indicó un portavoz, Steve Alter, en Twitter.
Desde 2016, cerca de mil afganos fueron expulsados en avión desde Alemania hacia su país de origen después de que se rechazaran sus peticiones de asilo.
Por su parte la secretaria de Estado de Justicia y Seguridad de Holanda, Ankie Broekers Knol explicó en una carta dirigida al Parlamento, que pudo consultar la AFP, que "la situación en Afganistán es susceptible de cambiar y los acontecimientos futuros son tan imprevisibles que decidí introducir una moratoria sobre las decisiones (de expulsión) y las salidas".
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La moratoria en Países Bajos durará seis meses y se aplica a los ciudadanos extranjeros de nacionalidad afgana, explicaba la carta y añadía que no se produjo ninguna expulsión forzosa hacia Afganistán en estos últimos seis meses, y que no había ninguna prevista.
Las expulsiones de migrantes afganos habían sido denunciadas tanto en Holanda como en Alemania por los partidos de izquierda y las asociaciones de defensa de los demandantes de asilo.
Los talibanes aprovecharon la retirada de las tropas extranjera de Afganistán después de 20 años de presencia para lanzar en mayo una exitosa ofensiva, que les permitió en los últimos días tomar nueve de las 34 capitales provinciales, entre ellas la gran ciudad del noreste, Kunduz.
El gobierno de Kabul pidió en julio a los países europeos que suspendieran durante tres meses las expulsiones de migrantes afganos. Solo Suecia y Finlandia respondieron entonces a esta petición de Afganistán.
Los afganos representaron en 2020 el 10,6% de las peticiones de asilo en la UE (un poco más de 44.000 personas sobre 416.600 peticiones en total), lo que supuso la segunda nacionalidad con más peticiones solo detrás de los sirios (15,2%), según la agencia de estadísticas de la UE, Eurostat.
Desde principios de 2021, 1.200 personas fueron expulsadas desde la UE hacia Afganistán, 1.000 de estas devoluciones fueron calificadas de salidas "voluntarias", según un responsable europeo, el resto fueron "forzosas".