El nuevo representante permanente de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Gustavo Tarré, designado por el líder opositor Juan Guaidó, dio este martes su primer discurso, un hito tras 20 años de embajadores chavistas en el principal bloque regional.
Tarré, férreo opositor del presidente Nicolás Maduro, delfín del fallecido exmandatario Hugo Chávez (1999-2013), ocupó por primera vez la silla de Venezuela en la sala del Consejo Permanente de la sede de la OEA en Washington exactamente tres meses después de que Guaidó, entonces jefe parlamentario, se declarara presidente encargado con miras a "cesar la usurpación" y organizar nuevas elecciones.
"Respaldaremos las luchas de los pueblos del continente que aún padecen dictaduras y seguiremos combatiendo por el cese de la usurpación en Venezuela", dijo Tarré.
Guaidó, que considera que la reelección de Maduro es producto de un "fraude", ha sido reconocido por más de 50 países, entre ellos Estados Unidos, Brasil y las principales naciones europeas. Pero Maduro continúa en el poder, con apoyo de los militares así como de Rusia y China.
En su alocución, Tarré dijo que solicitará la colaboración de la OEA para realizar "elecciones libres" en su país "en la fecha más temprana posible".
Además, se comprometió a solicitar el reingreso de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, luego de que Chávez tomara "la vergonzosa decisión" de abandonarlo en 2012.
Pero Tarré no se refirió a la determinación de Maduro de retirarse de la OEA, anunciada en abril de 2017 por considerar que la organización es parte de una campaña de Washington para "intervenir" Venezuela.
Ese retiro debería concretarse formalmente el próximo sábado, pero para la OEA esto no ocurrirá. Su secretario general, Luis Almagro, informó el 7 de marzo que daba cumplimiento a la solicitud de Guaidó de "dejar sin efecto el pedido de retiro de Venezuela de la OEA realizado por su predecesor".
"Vemos con beneplácito la permanencia del país en la Organización", dijo Almagro en Twitter, al publicar una carta de Guaidó fechada el 8 de febrero en la que le pedía desestimar la "supuesta denuncia de la Carta de la OEA".
Este martes ante el Consejo Permanente, Tarré prometió que Venezuela volverá al pago "seguro y puntual" de las cuotas y afrontará su deuda con la OEA, que al 30 de marzo ascendía a poco más de 12 millones de dólares, según datos oficiales.
"Grave vulneración"
La primera alocución de Tarré en la OEA, calificada de "momento histórico" por el embajador de Guaidó ante Estados Unidos, Carlos Vecchio, no fue seguida por todos los Estados miembros ni estuvo exenta de tensión.
Los representantes de al menos cuatro países (Barbados, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Trinidad y Tobago) abandonaron la sala cuando Tarré empezó a hablar.
Antes, la presencia del delegado de Guaidó había sido objeto de críticas, las mismas que marcaron el debate hace dos semanas en el Consejo Permanente, cuando fue finalmente aceptado como "representante permanente, designado de la Asamblea Nacional (Parlamento venezolano), hasta que se celebren nuevas elecciones y el nombramiento de un gobierno democráticamente electo".
La resolución del 9 de abril fue aprobada con apenas los 18 votos necesarios para la mayoría simple, y en medio de la oposición tajante de la delegada de Maduro y de varios países, cuyos cuestionamientos fueron agregados como notas al pie del texto.
Diez de estos países presentaron este martes objeciones a la presencia de Tarré: Antigua y Barbuda, Barbados, Bolivia, Guyana, México, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Suriname y Uruguay.
En sus intervenciones, los delegados de esas naciones dijeron que se reservaban el derecho a no cumplir cualquier decisión derivada de la aplicación de la resolución que aprobó el nombramiento de Tarré, por considerarla una "grave vulneración del derecho internacional".
Tarré, un destacado abogado constitucionalista, dijo que la decisión "no significó que la OEA se hubiese tomado la atribución de reconocer o no a un gobierno, sino que se limitó a resolver quién es su interlocutor".
Destacó además que el "fraude electoral" de Maduro fue denunciado "de manera inequívoca" por la última Asamblea General de la OEA.
La sesión de este martes fue convocada por la presidencia del Consejo Permanente, que hasta el 30 junio ocupa Estados Unidos, para debatir los "planes para la recomposición democrática de Venezuela".
Tarré denunció la "sistemática destrucción desde hace 20 años" en Venezuela.
Y aunque reconoció que "el gobierno interino" de Guaidó "aún no ha logrado la plena efectividad interna", destacó que tiene "el apoyo de la Asamblea Nacional y el respaldo de más del 85% de los venezolanos, evidenciado en todas las encuestas de opinión y en la calle".