Más de una decena de autobuses intentarán salir este próximo domingo de la asediada ciudad ucraniana de Mariúpol con más de 500 civiles en su interior mientras Cruz Roja intenta de nuevo la entrada en la ciudad con ayuda humanitaria tras el fracaso de su primera incursión del viernes.
Los buses forman parte de una iniciativa civil anunciada en Telegram y, de tener éxito, trasladará a los residentes a Zaporiyia, mientras unas 100.000 personas todavía aguardan su turno en la ciudad, arrasada por el asedio.
El convoy podría aprovechar la ruta especial para la salida de transportes privados anunciada este sábado por la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk.
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Mientras, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sigue a la espera de recibir el permiso de entrada en la ciudad tras el fracaso del viernes a la ora de establecer un paso seguro.
"Lo intentaremos de nuevo mañana (por el sábado)", según el CICR, que ha pedido a ambas partes "respeto a los acuerdos y que proporcionen las garantías de seguridad necesarias".