POR la inusitada crisis social que explotó en octubre, las sostenidas protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera quién además de adoptar inmediatas medidas sociales –como reclamaban los manifestantes- y abrió el paso a una Constituyente, la economía chilena cayó 3,4% dicho mes en relación a igual periodo del año anterior.
Así lo informó el Banco Central (BC), que reseña una dramática baja en el comercio y los servicios. De esta forma, la caída del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec, que proyecta el PIB), supera ampliamente las proyecciones oficiales y del mercado, donde se había anticipado un descenso en torno al 1%.
El indicador mensual es también el más bajo desde 2009, cuando la economía local cayó 3,5% en la estela de la crisis financiera global.
La serie desestacionalizada disminuyó 5,4% respecto del mes precedente y 3,5% en doce meses.
"Significa un estancamiento de la economía que tiene un rostro social muy importante" (...) porque el 'porrazo' (caída) que nos hemos pegado ha sido muy fuerte", dijo el ministro de Economía, Lucas Palacios, al comentar la cifra de Imacec, adelantando que el gobierno anunciará una "artillería económica" para hacer frente a la crisis.
La drástica paralización del comercio, los servicios y la industria manufacturera tras el estallido social del 18 de octubre son las principales causas de esta caída, de acuerdo al BC.
La crisis social comenzó con protestas estudiantiles contra el aumento en las tarifas de ferrocarril metropolitano y escaló hasta convertirse en la revuelta social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con un saldo hasta ahora de 23 muertos.
Las manifestaciones se volvieron diarias y han derivado en violentos enfrentamientos con la policía, saqueos e incendios, obligando a cerrar negocios, en especial los céntricos, mientras que los grandes centros comerciales funcionan con horarios restringidos.
La organización de grandes eventos debió ser cancelada a causa de la crisis social, como ocurrió con el encuentro de líderes del foro económico APEC, la Conferencia del Clima de la ONU COP25, que se trasladó a Madrid, y la final única de la Copa Libertadores, que finalmente se jugó en Lima.
"El cuadro es una tormenta perfecta" que arrecia sobre la economía, dijo el economista Francisco Castañeda.
La crisis provocó "una desaceleración muy brusca del crecimiento y el cuarto trimestre tendrá números negativos. La tasa de desempleo mostrará un alza y la banca ya empezó a restringir créditos", complicando el panorama de cara al próximo año, agregó el analista de la Universidad de Santiago (USACH).
Las actividades más afectadas fueron "educación, transporte, servicios empresariales y restaurantes y hoteles", de acuerdo al BC.
Un reporte del Scotiabank afirma que la economía local "habría perdido dos años de crecimiento en tan solo dos semanas".
Durante octubre, el llamado "Imacec minero" creció 2%, en una actividad que ha crecido a un menor ritmo de lo esperado debido a los efectos de la guerra tarifaria que llevan adelante Estados Unidos y China y que ha derrumbado el valor internacional del cobre, del que Chile es el principal productor mundial con casi un tercio de la oferta global.
Antes del estallido de la crisis social, las autoridades esperaban que el final del año tuviera un mucho mejor desempeño que en el arranque de 2019. En el tercer trimestre, el Producto Interior Bruto (PIB) chileno se expandió 3,3% y las autoridades esperaban cerrar el año con un crecimiento cercano al 2,5%. Pero la crisis arrastró las proyecciones anuales, hoy situadas en torno al 2%.
Con la economía en baja y los mercados inquietos, el Banco Central anunció una intervención del mercado cambiario por hasta 20.000 millones de dólares, desde diciembre hasta fines de mayo, con el fin de sostener el peso que en la pasada semana volvió a caer a su mínimo histórico (828,36 unidades por dólar). Este lunes, en el primer día de la intervención, el peso se recuperó 0,5%, para cerrar a 805,24 unidades por dólar.