La profunda miseria en ese país aumenta día tras día debido a múltiples factores: el poco valor de la moneda, el conflicto y el hambre desbordante.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advirtió que el hambre en Yemen estaba a punto de “salirse de control”.
La oficina de PNUD en Yemen avisó, a través de su perfil en Twitter, de que “el hambre estaba a punto de convertirse en la realidad de Yemen”, indicando que “los yemeníes se echaban en miseria y se despertaban en un miseria todavía más profunda”.
La oficina recordó que la moneda nacional había perdido gran parte de su valor frente a las divisas extranjeras, llamando a todas las partes en el conflicto a asumir sus responsabilidades.
Desde septiembre de 2014, el grupo insurgente de los hutíes ha atacado el gobierno legítimo en Yemen, mantenido algunas regiones bajo control armado, incluyendo la capital, Saná. Desde marzo de 2015, las fuerzas de coalición lideradas por Arabia Saudita han estado apoyando a las fuerzas de gobierno legítimas para contrarrestar a los hutíes.
La violencia ha devastado la infraestructura de Yemen, incluidos sus sistemas de salud y saneamiento, lo que llevó a la ONU a describir la situación como “uno de los peores desastres humanitarios de los tiempos modernos”.