El diplomático, político y exalcalde venezolano Ramón Muchacho explica que el escepticismo que hay sobre que solo la presión diplomática y sancionatoria, “y en mi caso personal yo creo que Maduro solo saldrá con el uso de la fuerza legítima, en otras palabras, considero que a Maduro hay que derrocarlo militarmente y eso solo se puede hacer con el uso de la fuerza legítima y esa fuerza solo la tiene la comunidad internacional, no la tenemos los venezolanos”.

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La “inacción” de la Organización de Naciones Unidas (ONU), lo “insuficiente” de la política de sanciones llevada a cabo por los Estados Unidos, la “lentitud” de la Unión Europea para sumarse a la presión diplomática y sancionatoria, y lo cambiante de la realidad geopolítica de Suramérica son, para el diplomático, político y exalcalde venezolano Ramón Muchacho, las principales causas de que el régimen de Nicolás Maduro siga perpetrando “una masacre” en Venezuela.

Según sus palabras, en el mundo se están dando importantes movimientos para rescatar al medioambiente, para salvar animales en peligro de extinción pero nada o muy poco se hace para detener la crisis humanitaria que está acabando con niños, madres, abuelos y padres en Venezuela. “No se trata de delfines ni de ballenas, los que están muriendo son niños, madres gestantes, abuelos… es increíble que esto siga pasando en 2019 y el mundo mire como un observador de piedra”, sentenció.

En entrevista exclusiva desde Washington (EE.UU.), con EL NUEVO SIGLO, el exalcalde exiliado desde 2017, “porque si no me voy estaría en El Helicoide y desde el exilio puedo hacer más para ayudar a mi país”, Muchacho da su opinión acerca de los acontecimientos más  recientes que marcan la actividad internacional entorno a su país, Venezuela.

EL NUEVO SIGLO: ¿La política de sanciones impuesta por Estados Unidos, países de la región y la Unión Europea en contra de funcionarios del régimen de Maduro, activos venezolanos en el exterior e incluso contra Pdvsa será suficiente para deponer al régimen chavista enquistado en Miraflores?

RAMÓN MUCHACHO: “No se ha logrado ni sabemos si se va a lograr la caída de Maduro de esa manera, yo personalmente no creo que las sanciones sean suficientes. Somos escépticos sobre que solo la presión diplomática y sancionatoria sea suficiente, y en mi caso personal yo creo que Maduro solo saldrá con el uso de la fuerza legítima, en otras palabras, considero que a Maduro hay que derrocarlo militarmente y eso solo se puede hacer con el uso de la fuerza legítima y esa fuerza solo la tiene la comunidad internacional, no la tenemos los venezolanos.

En ese contexto yo creo que en ese caso hay que avanzar con el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), porque el TIAR implica no solo la acción militar sino todo el andamiaje jurídico y político y diplomático para una posible, hipotética e improbable futura acción militar contra Maduro.

ENS: ¿Qué opinión le merece las acciones que ha tomado el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, junto a su gabinete, respecto al tema Venezuela?

RM: Ojalá Trump se dé cuenta que el régimen de Maduro no es solo una amenaza para Colombia, para Brasil y para la región sino que es una realidad que es una amenaza real y concreta para la seguridad nacional de los Estados Unidos, y entre más temprano asuma el costo de resolver ese problema y de neutralizar esa amenaza para los Estados Unidos menos costoso será. Mientras más se tarden más costoso será resolver este tema… tratar de resolver esto en cinco o 10 años será mucho más costoso para los Estados Unidos y claro, para todos los venezolanos.

ENS: ¿Qué pueden esperar los venezolanos del TIAR?

RM: Yo no creo que es el TIAR el que nos vaya a ayudar, es la comunidad internacional en su totalidad la que nos puede ayudar. El TIAR es simplemente una herramienta, un vehículo, un mecanismo que facilita esa ayuda de la comunidad internacional pero de ninguna manera por sí solo el TIAR no es más que un acuerdo multilateral.

La pregunta es qué podemos esperar de la comunidad internacional, esa es la gran pregunta, hay países amigos de Venezuela y de la democracia, ahora, ahí hay distintas versiones del problema y diferentes niveles de compromiso, por ejemplo, hay países como en la Unión Europea, que quieren un cambio en Venezuela pero no están tan comprometidos con la democracia como el Grupo de Lima… Europa insiste en un diálogo aunque no dé frutos, Europa ha sido lenta en imponer sanciones, ellos pues van a otra velocidad, ellos no tienen el mismo nivel de compromiso que han mostrado otras naciones.

En cambio el Grupo de Lima ha sido mucho más ágil,  y el caso mayor apoyo que hemos tenido es el de los Estados Unidos y de la administración Trump, es una administración que está evidentemente del lado del pueblo venezolano, evidentemente haciendo todo lo posible para salir de Maduro y ha hecho todo en el plano diplomático, sancionatorio y desde ya ha dicho que tienen más sanciones, es decir, tenemos aliados y esos aliados quieren que haya un cambio en Venezuela, están dispuestos a ayudar a los venezolanos, nos están ayudando, y tengo la percepción de que lo harán todo menos enviar tropas, y ese es un problema no tan pequeño porque al final puede ser que descubramos que Maduro solo sale si es derrotado militarmente.

ENS: En este mes de octubre que se nos encima vienen tres elecciones importantes en América Latina, en Argentina, Uruguay y Bolivia, se podría decir que podría volver la izquierda a gobernar y ser un grupo fuerte en la región, ¿qué opinión le merece esto?

Aquí lo que tenemos que ver es que los tiempos cambian y las políticas en el continente cambian. Así como hace 10 años veíamos en el continente a Hugo Chávez, a Luiz Inácio Lula da Silva Da, a Néstor y Cristina Kirchner, teníamos a la izquierda en su pleno apogeo, y hoy por hoy algunos de esos están o muertos o presos, y tenemos a Bolsonaro en Brasil y a Macri en Argentina y así etc, etc, las cosas van cambiando (…) Ahora, lo que es absolutamente seguro es que eso en cinco o 10 años esas cosas van a cambiar, entonces, digo esto porque aunque no sabemos lo que va a pasar en esas elecciones lo que sí sabemos es que las cosas van a cambiar, entonces, en este momento hay una ventana de oportunidad donde se han alineado cosas impensables hace 10 años en el continente, en la subregión, Suramérica se ha alineado con los Estados Unidos, han dejado las diferencias históricas que ha habido y han armado una coalición en el Grupo de Lima y en la OEA en contra de la tiranía.

El mundo tiene que entender que si dejamos pasar esta ventana de oportunidad, si no actuamos ahora, esa ventana se puede cerrar y después puede ser tarde, puede ser que no tengamos más apoyo, que las coaliciones se desarmen y ya no podríamos actuar contra Maduro de manera decidida.

Ahí está el ejemplo de México que se quiere tapar con esa máscara de neutralidad pero en realidad apoya a Maduro, posiblemente en Argentina haya un cambio y regresen los Kirchner, hoy es el momento y la amenaza es real. Las posibilidades de que en Colombia, desestabilizada por la migración masiva de venezolanos, los grupos guerrilleros fortaleciéndose en Venezuela, descansando, agarrando dinero, plata, poder, armas, bueno en Colombia puede pasar cualquier cosa también, bueno Colombia puede caer en las manos de la izquierda de Gustavo Petro y ahí dejaría de ser un aliado para nuestra causa, las cosas cambian, hay que moverse rápido.

ENS: ¿Qué le parece el papel que ha jugado la ONU respecto a la crisis de Venezuela?

RM: Yo estoy, como seguramente muchos venezolanos, desencantado con lo que ha sido el rol de Naciones Unidas. Esta organización ha sido prácticamente un observador de piedra respecto a la crisis humanitaria que viven los venezolanos. Rescato o lo más valioso que han hecho es la ida de Michelle Bachelet a Venezuela y su posterior informe. Yo no tenía ninguna expectativa de que Bachelet hiciera su trabajo, pero lo hizo, pero salvo eso Naciones Unidas pareciera un observador de piedra.

Es increíble que en el año 2019 ocurra una masacre en Venezuela y el organismo multilateral más importante del mundo esté inmóvil, ya desde hace muchos años se ha venido desarrollando la teoría de la responsabilidad de proteger y es mentira que la ONU esté ayudando.