Tres marchas de protesta avanzan rumbo a La Paz contra una nueva postulación del presidente boliviano Evo Morales a un cuarto mandato, mientras su principal rival, el exmandatario Carlos Mesa, se consolida en el primer lugar de los sondeos de voto.
Estas caminatas, que partieron una de los Andes, otra de los valles subtropicales y una tercera del llano, confluirán en La Paz el jueves para unirse a otras protestas que buscan que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) inhabilite a Morales para las elecciones de 2019.
Las fuerzas de oposición piden respeto a la Constitución y "a la soberanía del pueblo boliviano que en un referendo del 21 de febrero (de 2016) rechazó la reelección" de Morales, dijo a la AFP Eduardo Gutiérrez, uno de los líderes del grupo que recorre 150 km desde los Andes hasta La Paz.
Agrupados en colectivos ciudadanos, junto a partidos de oposición, los manifestantes pretenden evitar a cómo de lugar que el TSE avale la candidatura de Morales, en el poder desde 2006, para las elecciones generales de octubre del próximo año por el período 2020-2025.
Esta semana es clave pues el TSE debe definir el sábado 8 cuáles de los nueve candidatos están habilitados para participar de unas inéditas elecciones primarias en enero de 2019, antesala de los comicios generales de octubre del próximo año.
El oficialismo desestimó el resultado del referéndum de 2016 alegando que se logró bajo engaños por una trama sobre la existencia de un hijo del presidente, que luego no se pudo comprobar, y logró a fines de 2017 que el Tribunal Constitucional autorizara la candidatura del mandatario para un cuarto mandato, arguyendo que era su derecho humano hacerlo.
A la par de las caminatas de protesta, un grupo de jóvenes se instaló este lunes en las afueras del TSE, en una plaza pública de La Paz, con la misma causa opositora.
Para el presidente del Senado, el oficialista Milton Barón, las marchas carecen de "poder de convocatoria (y los opositores) usan esa marcha como palestra para ganar protagonismo".
- Encuesta consolida a Mesa -
Mientras el ambiente político se caldea, una reciente encuesta del diario Página Siete consolidó el primer lugar en la intención de voto del expresidente y opositor Carlos Mesa (2003-2005), con el 34%, seguido de Morales con el 29%.
En una eventual segunda vuelta, si ninguno pasa el 50% de sufragios, la distancia de Mesa respecto a Morales aumentaría, con 51% el primero y 36% el segundo.
Estos guarismos romperían la hegemonía política de Morales, conservada virtualmente durante doce años y expresada en las tres elecciones consecutivas que ganó por amplia mayoría.
Morales, primer presidente indígena de Bolivia, llegó al poder en 2006 con el 54% de los votos. Revalidó su mandato dos veces (en 2009 y 2014) con similares votaciones, superando ampliamente a sus contrincantes.
- Demanda ante la CIDH y paros regionales -
Las presiones hacia el gobierno boliviano también se hicieron patentes en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde el candidato opositor de derechas, Óscar Ortiz, presentó este lunes una demanda para que el ente autónomo de la OEA se pronuncie sobre el fallo judicial que habilitó a Morales como candidato.
En un video desde la sede de la CIDH en Washington, Ortiz expresó su "preocupación sobre el grave golpe que significa para nuestra democracia (el fallo del TC), por las consecuencias que puede tener esto en Bolivia".
Asimismo, comités cívicos de al menos cuatro de los nueve departamentos del país (Santa Cruz, Beni, Chuquisaca y Tarija) preparan paros regionales para el 6 de diciembre, con el mismo fin de bloquear la candidatura de Morales.