PROGRESANDO en el mundo a un ritmo más rápido está el nuevo coronavirus, que ha cobrado hasta la fecha más de 3 mil vidas y aumentando los temores globales por sus consecuencia sobre la economía.
La epidemia del COVID-19 -el nombre de la enfermedad que provoca el virus- se debilita en China, donde hay drásticas medidas de cuarentena que afectan a más de 50 millones de personas, pero en el resto del mundo la propagación de la enfermedad se acelera.
"En las últimas 24 horas, hubo cerca de nueve veces más de nuevos casos de COVID-19 registrados fuera de China que en China", aseguró en rueda de prensa el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El número de casos en el mundo ascendía a 90.160 casos de contagio, entre ellos 3.079 muertos, en 73 países y territorios, según un balance establecido por la AFP a partir de fuentes oficiales hasta ayer en la tarde.
En China, donde el virus apareció a fines de 2019, las autoridades anunciaron el lunes 42 nuevos decesos, lo que lleva el balance en el país a 2.912 muertos, y 202 nuevos casos de contagio, que elevan el total por encima de los 80.000.
Italia es el país más afectado en Europa. Las autoridades subieron este lunes el balance de muertos a 52, de las más de 2.000 personas contagiadas, especialmente en las regiones del norte: Lombardía, Emilia-Romaña y Véneto.
Ante la progresión del virus, la UE, donde se registraron más de 2.000 casos de contagio, incrementó este lunes su nivel de alerta a "de moderado a alto". Una tercera muerte anunciada en Francia llevó el balance de muertos en el bloque a más de 50.
La imagen insólita del temor al contagio se produjo este lunes en Alemania, donde el ministro del Interior Horst Seehofer se negó a estrechar la mano de la canciller Angela Merkel, una de las acciones recomendadas por los profesionales para evitar contaminarse.
En otras partes del mundo, Egipto, que en febrero anunció el primer caso en África, señaló un segundo contagio. Senegal y Túnez también registraron su primer caso cada uno, como Arabia Saudita, Indonesia y Jordania, en Asia, y Portugal y Andorra, en Europa.
Estados Unidos informó de un segundo fallecimiento, con un total de 21 casos, a los que se añaden otros 47 de personas repatriadas del extranjero. En el continente americano, México, Brasil, Canadá, República Dominicana y Ecuador cuentan con personas contagiadas.
En Corea del Sur, el segundo país más afectado, el lunes hubo otros 600 casos y ocho nuevos fallecimientos, por un total de 4.300 contagios y 26 muertos. El líder del movimiento religioso responsable de la mitad de casos se disculpó por la responsabilidad de su organización en la propagación.
Riesgo de recesión
La evolución de la epidemia hace temer una crisis económica mundial. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rebajó ayer su previsión de crecimiento mundial en 2020 del 2,9% al 2,4% y advirtió de cifras peores si agrava la epidemia.
Los mercados bursátiles sufrieron sus peores caídas desde la crisis financiera de 2008. Tokio se recuperó así como los parqués chinos. Las principales bolsas europeas cerraron ayer con desempeños distintos, con Milán perdiendo un 1,5%.
Eventos deportivos y culturales también se han visto afectados por el brote. El Museo del Louvre, un lugar emblemático del turismo en París, cerró este lunes por segundo día porque el personal aplicó un derecho a no trabajar en caso de peligro.
La epidemia también afecta al calendario deportivo. El Gran Premio de Moto de Catar, previsto el 8 de marzo, fue anulado, y el de Tailandia, el 22 de marzo, aplazado.