EN MÁXIMA tensión política y social se encuentra Bolivia, cuatro días después de las elecciones generales y ante el demorado escrutinio que estaría marcando la tendencia de la reelección de Evo Morales en una sola vuelta, lo que la oposición liderada por Carlos Mesa ha denunciado como fraude y ante lo cual la misión de la OEA que observó los comicios recomendó se realizará un balotaje presidencial.
Mientras el candidato presidencial opositor, Carlos Mesa, segundo en la votación llamó a "la movilización permanente" en defensa del voto, hasta que el tribunal electoral "reconozca que la segunda vuelta debe realizarse", el presidente Morales se dijo "casi segurísimo" de ganar en primera vuelta su cuarto mandato y tildó la huelga que realizan sus detractores como “un golpe de estado”.
"Convoco hoy a todos nuestros compatriotas que creen en la democracia a la movilización permanente, a la movilización en defensa del voto", manifestó ayer el candidato Mesa, que sostiene que se fragua un fraude electoral.
"No vamos a permitir que se nos robe por segunda vez una elección", afirmó, en relación al resultado de un referendo que fue desconocido por el presidente Evo Morales para postularse a un cuarto mandato.
"Vamos a estar movilizados (...) hasta que se reconozca que la segunda vuelta debe realizarse porque fue lo que legítimamente votó el pueblo boliviano", aseveró Mesa como respuesta.
El mandatario izquierdista acumula un 46,03% de los votos frente al 37,35% de Mesa, cuando faltan por escrutarse alrededor de 3% de los sufragios válidos nacionales, según datos actualizados del Tribunal Supremo Electoral.
La convocatoria a la movilización "está basada en mirada democrática y pacífica, democrática y no violenta", afirmó Mesa, quien convocó "a todas las fuerzas vivas para formar un frente cerrado de defensa de la democracia".
En medio de una huelga general y una escalada de violencia y movilizaciones en contra de una supuesta manipulación de los resultados electorales, Mesa hizo "votos porque nuestro amado país no entre en el camino de la dictadura al que quiere llevarnos el presidente Morales".
Entre tanto se registraron choques callejeros entre leales y opositores al presidente Morales en Santa Cruz, este Bolivia que dejaron un saldo preliminar de dos heridos, un adulto y un joven que recibieron pedradas en la cabeza.
Los enfrentamientos ocurrieron en un populoso barrio "Plan Tres Mil", leal a Morales, cuando los opositores intentaban presionar el cumplimiento de la huelga decretada por un poderoso comité civil de esa región.
Los incidentes comenzaron en la madrugada en Santa Cruz, con la quema de las oficinas del tribunal electoral departamental, como ocurrió entre lunes y martes con similares oficinas en las ciudades de Sucre (sureste), Potosí (suroeste) y Cobija (norte).
En varios puntos de Santa Cruz, de unos 2 millones de habitantes, los vecinos cortaron el tráfico vehicular con piquetes de llantas y piedras, como forma de hacer cumplir la huelga.
Balotaje, gran opción
Por su parte la Misión de Observación Electoral (MOE) de la OEA en Bolivia considera como "mejor opción" la realización de un balotaje para dirimir la reñida elección entre el presidente Evo Morales y su principal rival, Carlos Mesa.
Al revelar en Washington el informe preliminar de la MOE en Bolivia, el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Gerardo Icaza, dijo que con el 96,78% de las actas computadas, el conteo definitivo marca una diferencia de 9,48% entre Morales y Mesa.
"En el caso de que, concluido el cómputo, el margen de diferencia sea superior al 10%, estadísticamente es razonable concluir que será por un porcentaje ínfimo. Debido al contexto y las problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta", señaló.
Según la ley boliviana, para evitar una segunda vuelta, el candidato ganador necesita un mínimo de 40% de los votos y una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre su más cercano contendor.
Icaza leyó el reporte de la MOE durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA convocada para analizar "la situación en Bolivia", donde la cuestionada ventaja de Morales en las elecciones del domingo, en las que busca un cuarto mandato consecutivo, provocó violentas protestas.
"El clima de polarización, la desconfianza en el árbitro del proceso electoral y la falta de transparencia de su accionar, así como la inequidad en la contienda y lo ajustado del desenlace de los comicios, han generado una alta tensión política y social", afirmó el informe.